Capítulo 33 Mi todo (Melissa)

BuenoxD nuevamente repportandome con un nuevo capitulo;) esero qe lo disfruten & les encante tanto como a mi en el momento de escribirloxD! muchas se preguntaron qier regreso en el capitulo anteriorxD: sera sofi? sera susana? sera un personaje nuevo? en el proximo capitulo lo sabran^^ jaja mientras disfruten estexD esta larguito, pero ami parecer lindoxD jaja lq cuidensexD MIL GRACIAS POR SUS COMENTARIOS! leo cada uno de ellos & me siento super agradecida por cada uno de ellosxD(L)
encerio qe no tienen idea de cuanto llegan amotivar los comentarioxD
Gracias a todas las personas maravillosas que me han dado premiosxD la proxima semana espero tener chanse de publicarlos^^
cuidense mucho lq nosvemos^^

Mapita:D


POV Melissa

El tiempo volaba. Sentía como si hubiera sido ayer cuando Armando llego a mi vida e ilumino todo a su paso. Cada día era más feliz y más dichosa. Mi padre amaba su trabajo, mi mama había entrado a trabajar también a la empresa y cada día llegaba contando cosas nuevas. Sofí cada día crecía más y se miraba más hermosa.

Estábamos Armando y yo dando nuestro recorrido diario por el bosque, cuando mi celular comenzó a vibrar.

-Bueno.-Conteste.
-Ven a casa en este mismo momento, Melissa. ¡Por favor!-Me pidió Sofí entre sollozos.
-Vamos para haya.-Dije mientras colgaba.

Le pedí a Armando regresar, el entro en fase y me monte en el para llegar más rápido a casa más rápido. En cuanto llegamos él se fue a cambiar y yo entre corriendo a la casa. Mi mama estaba abrazada a mi papa ocultando su rostro, mi papa miraba furioso a Sofí que lloraba en el suelo. En cuanto me vio se hecho en mis brazos.

-Diles, Melissa. Diles que me dejen ir.-Dijo entre sollozos.
-¿Que pasa aquí?-Pregunte algo exasperada, no comprendía nada.
-Tu hermana se quiere ir a Inglaterra y nosotros no la queremos dejar ir.-Mis ojos se abrieron como platos.
-¿De que me he perdido?-Pregunte a Sofí mientras le limpiaba las lágrimas y me hincaba a su lado.

Después de tranquilizarse un poco me conto que ella y dos compañeras más fueron seleccionadas de entre toda la escuela para ir a un intercambio por todo un año a Inglaterra, por sus buenas calificaciones.

-Pero no ira.-Afirmo fríamente mi padre.
-¿Pero si por qué no?-Chillo Sofí.-Desde que escuche de este intercambio trabaje más duro para que me eligieran. ¡Y ya te dije que será un internado de puras chicas!
-¿Por qué te quieres separar de mi lado?-Pregunto mi mama con sus ojos brillosos. Sofí se separó de mi lado, y se acercó a ella, le puso un mechón de cabello detrás de la oreja y le dijo:
-Siempre seré tu bebe, mama. Pero esto es para mi bien, para mi futuro. Solo será un año, no es como si nunca más me volvieran a ver.

Así pasamos toda la tarde entre una discusión familiar. Armando siempre estuvo a mi lado tomando mi mano, por petición mía, pues sabía perfectamente que a él le incomodaba aquella situación. Pero para todos él ya era parte de la familia, hasta mi padre le había otorgado voz y voto. Aunque el prefería permanecer en silencio.

Al final quedamos en un acuerdo.

-Si tanto deseas ir para allá, te daremos permiso con ciertas condiciones.-Dijo mi padre.
-¿Cuáles?-Pregunto Sofí con sus ojitos iluminados.
-Primera: Nada de novios. Segunda: iras a estudiar y a sacar las mejores calificaciones posibles. Y tercera: Vendrás a visitarnos.-A Sofí se le cayó la sonrisa con la última condición.
-Verán… hay algo que no les dije. Si me voy, será por todo un año. Absolutamente todo será gratis con la condición que bajo ningún momento abandone el plantel.
-¿Qué?-Gritamos todos al unísono.
-¿Y realmente quieres eso?-Pregunte temerosa.
-Así es, mi sueño es ir. Pero no se preocupen, ustedes me pueden visitar. En las instalaciones hay cines, parques, de todo.
-¿Y cuando te vas?-Pregunto Armando.
-En una semana.

Mis padres aceptaron muy a regañadientes. Sofí estaba que no cabía de tanta emoción. Nos enseñó la página web de la institución y vaya que era lujosa, era para los futuros más prometedores del mundo, y Sofí simplemente más feliz no podía estar. Toda la semana nos dedicamos a comprar cosas para Sofí y a tomar fotos en cada momento. Le hicimos una fiesta de despedida y ella partió.

El tiempo sin Sofí pasaba volando, un mes para ser exacta. Era muy feliz al lado de los chicos de la manada, mis padres y mi Armando. Pero extrañaba a Sofí, mi pequeño angelito.

Hacía casi dos años desde la última vez que había tenido aquella pesadilla de Susana y Armando besándose. Pero justo esa noche la tuve. Desperté sudando y cheque la hora en el reloj. Eran las 3:00 am. “Feliz cumpleaños Melissa” me dije mentalmente, este sería mi primer cumpleaños sin Sofí a mi lado. Hacía tres meses de su partida y sentía como si hubieran sido años, aunque aún manteníamos la comunicación, todas las noches hablábamos unas dos horas. Ella estaba realmente feliz allá, había aprendido bastantes cosas y todas y cada una de ellas interesantes.

Volví a dormir plácidamente hasta que nuevamente tuve la pesadilla, me reprendía a mí misma por andar pensando en esas barbaridades. En primera: Armando me amaba a mí y solo a mí. Ellos pudieron haber estado juntos antes de mi llegada mas no fue así. Y segunda: ella ni está aquí. Cuando mire al reloj ya eran las 8 de la mañana, decidí que era momento de levantarme. Me bañe, arregle y salí de la cabaña, desde la partida de Sofí yo vivía ahí sola. Cuando salí mis ojos se iluminaron. Había una manta que decía:

“Felices 18 Melissa. Te amo, eres mi vida.”

Alrededor estaba lleno de globos y Armando estaba debajo de la manta con un hermoso ramo de rosas rojas. Corrí hacia él y nos fundimos en un beso, lo amaba. Él era mi todo, estando a su lado siempre podría soportar todo, sea lo que sea. Después de besarnos me susurro:

-Lista para un día lleno de sorpresas.
-Siempre y cuando permanezcas a mi lado.
-Creo que eso es un sí.

Fuimos a desayunar a casa juntos con mis papas. Era un sábado así que teníamos todo el día libre para hacer lo que más quisiéramos. Después de desayunar mis padres me dieron mi regalo. Era un jeep blanco, el carro de mis sueños. Emocionada me subí en el y Armando y yo salimos a pasear por la playa. Mi auto se sentía simplemente asombrosa cada curva que daba, era emocionante.

Miramos juntos el anochecer recostados en la arena, él era tan perfecto. Toda la tarde se desvivió en cumplidos y halagos y yo simplemente estaba que no cabía de tanta felicidad.

-Sabes… eres el ser más hermoso que conozco.-Dije recostada en su perfecto pecho.
-¿Sabes mi secreto?-Me pregunto al oído. Negué con la cabeza y reí nerviosamente.-Estar a tu lado. Cualquiera se ve atractivo estando a tu lado.

Comencé a reír a carcajadas, cortesía de mi nerviosismo. Él era tan maravilloso en tantos aspectos, le daba color a mi mundo, no tenía idea de que sería de mí sin él.

-Creo que tanto sol te ha hecho daño.-Dije entre risas.
-Síguete mintiéndote a ti misma.-Dijo mientras se levantaba y sacudía la arena. Me ofreció su mano la cual acepte gustosamente, me levanto y me acerco a él.- Pero ser más perfecto que tú, no creo que exista.-Dicho esto unió nuestros labios, mi corazón palpitaba al mil por hora y podía sentir su corazón al mismo ritmo que el mío, era algo mágico.

Nos separamos, me sentía mareada, di un paso y tropecé, demostrando así lo erróneo de su teoría de mi perfección. El al instante estuvo a mi lado como siempre, sosteniéndome.

-¿Estas bien, amor?-Pregunto rápidamente, se notaba nervioso.
-Si lo estoy, es solo que… no sé. Mejor vámonos a casa.
-Pero no creas que tú manejaras, soy bastante apuesto para morir.-Dijo entre risas, de un modo u otro él siempre lograba levantarme el ánimo.
-¡Te he descubierto! Ya sé cuál era tu plan.-Se puso nervioso.
-Ah… ¿Si? ¿Y cuál es mi plan?-Pregunto tartamudeando.
-Manejar mi nuevo Jeep, por eso tan raro.-Comenzó a reír histéricamente causándome un poco de miedo, pero su risa era tan armoniosa y contagiosa, que no tarde en corearlo.
-Creo que me has descubierto.

Nos dimos un beso en los labios y después partimos. En cuanto llegamos entre a mi pequeña cabaña buscando mi cámara y lo que encontré me maravillo, era un hermoso vestido blanco con una nota que decía:

“Arréglate, pasare por ti a las 8.
Siempre tuyo.
Armando”

Me emocione demasiado. Me bañe y arregle velozmente. Deje mi cabello suelto en una cascada de risos, me puse el vestido que se amoldaba perfecto a mi cuerpo, me puse un poco de maquillaje, leve. Me mire en el espejo y me miraba realmente hermosa.

Cuando mire mi reloj decían que eran las 7:59. “Justo a tiempo” pensé para mí. En eso escuche como petaban la puerta, sentía como me faltaba el aliento, algo me decía que después de esta noche… las cosas ya no serían igual. Cuando abrí la puerta me maraville con lo que halle.

Armando estaba en mi puerta y detrás de él estaba una hermosa carroza con un caballo blanco. Era como un cuento de hadas.

-¿Me acompaña?-Pregunto cortésmente mientras agachaba su cabeza y me ofrecía su mano.
-Hasta el fin del mundo.-Dije mientras apretaba nuestras manos.

Me ayudo a subir a la carroza, fue un mal momento para utilizar zapatillas, pensé. Durante el camino le pregunte varias veces hacia donde nos dirigíamos, y el simplemente me decía que me tranquilizara y no fuera ansiosa, todo a su debido tiempo. Odiaba ser paciente, pero mientras él estuviera a mi lado hasta el más tortuoso infierno seria el mismo paraíso para mí.

Cuando llegamos a nuestro destino-O eso esperaba yo- Me ayudo a bajar y dejo al caballo amarrado a un árbol. Me dijo que después irían por él. Continuamos caminando por la obscuridad del bosque, ciertamente se miraba tenebroso, mi respiración comenzó a entrecortarse, Armando, mi Armando me abrazo y de pronto todo ese miedo desapareció… para ser sustituido por otro. El de abandono. Me aferre a el mientras caminábamos. En eso comencé a mirar luces a lo lejos, lo mire y con una mirada todo estuvo claro… haya estaba mi sorpresa.

Como una pequeña niña comenzó la carrera. Ambos corrimos tomados de la mano. Cuando llegamos me quede maravillada. El sitio estaba lleno de velas blancas en el suelo, y de sabanas alrededor, en el centro había un camino de flores rojas que llevaba a una mesa con vino y una cena para dos. En ese momento los chicos salieron y gritaron:

-¡Feliz cumpleaños, Melissa!-Yo estaba que no cabía de la emoción, mis ojos estaban llenos de lágrimas y comencé a abrazar y besar a todo el mundo, eran lo mejor que me había pasado, agradecí absolutamente todo, agradecí mil veces y aun así me quede con ganas de agradecer.

Los chicos me dieron sus regalos, cada uno maravilloso y único. Los abrí todos, estaba maravillada de lo perfecto que era cada regalo, realmente me conocían. Después de que Armando les lanzara un mirada asesina se disculparon y se fueron, dejándonos ahí solos.

El me invito a sentarme como todo un caballero y yo no dude ni un minuto en obedecer a su petición. Después él se sentó enfrente a mí y abrió una botella de vino realmente exquisita, era un alivio ser mayor de edad, así no me sentiría culpable al probarlo. Cenamos mi comida favorita, Sushi. Por lo que supe él lo había hecho especialmente para mí, era un rollo que jamás había probado, él me dijo que se llamaba “Melissa” él había hecho todo eso por mí. Comenzamos a hablar sobre cosas triviales, hasta que él se puso serio y se incoó ante mí, tomo mi mano entre las suyas y mi corazón estaba a punto de salirse de mí.

-Melissa… lo eres todo para mí. Desde que tú llegaste a mi vida, todo se ilumino, todo tomo sentido y valor, conocí lo que realmente era la felicidad. Me cambiaste y me convertiste en un mejor hombre. Quiero que sepas que NUNCA, escúchame bien, JAMAS, habrá alguien que pueda ocupar tu lugar en mi corazón, jamás existirá “otra”. Siempre serás tú, siempre fuiste solo tú. Con el paso del tiempo, he descubierto que la vida no vale la pena si tu no estas a mi lado. Que no puedo vivir feliz en tu ausencia. Quiero ser tú todo, como tú ya lo eres para mí. Quiero ser tu sopor, tu apoyo incondicional. Quiero formar parte de ti como tú ya formas parte de mí, y aun así se me hace poco. Quiero que seas mía en todos los sentidos, ante el hombre, ante la ley y ante dios. Quiero que te cases conmigo… ¿Me aceptarías como tu marido?

Quería gritar que sí, pero nada de mi cuerpo reaccionaba. Mi boca estaba abierta y mis ojos llenos de lágrimas, era lo más dulce que me había dicho, él había descrito exactamente lo que sentía yo. Era más que obvio que quería ser su todo. Hasta ese momento me di cuenta que no respiraba, tome una bocanada de aire y lo abrace fuertemente a mí.

-Claro que quiero ser tu esposa. Quiero estar a tu lado en cada momento de nuestras vidas, quiero estar a tu lado durante el crepúsculo y durante el ocaso. A cada momento. Quiero ver tu rostro durante los primeros rayos de luz durante el amanecer, y a cada anochecer. Quiero que me pertenezcas como yo ya te pertenezco. Quiero que seas mi marido.

De su rostro comenzaron a salir lágrimas al igual que de los míos. En todo este tiempo era la primera vez que lo miraba llorar. Y me pareció tan indefenso que lo abrace a mí, lo necesitaba cercas de mí. Seque sus lágrimas con la yema de mis dedos y después bese lentamente cada uno de sus ojos, sus mejillas y después sus labios…