Capitulo 29 Nada ni nadie (Melissa)

BuenoxD aqui les traigo un nuevo capitulo que espero que disfruten mucho^^ se que habia dicho que publicaria hasta finales de marzo, pero por algunas razones jeje no lo cumplirexD(esto es para bien) pero aun no publicare las semanas luminosas, intentare publicar lo mas pronto posible, espero que disfruten mucho el capitulo, se que es muy tarde pero antes no pude publicar. En el siguiente capitulo se daran cuenta de qe *** significa que ha pasado tiempo. Espero que les guste mucho y pues perdonenme si no se mucho sobre arquitectosxD LQ♥ gracias portodo.

Mapita^^




PV Melissa

Había pasado ya un mes desde que Armando me conto sobre su licantropía y sobre nuestra imprimación… a la semana siguiente de eso Aron se tuvo que marchar por su nueva oferta de trabajo en un hospital. Amy cada día estaba mucho mejor, era un milagro que sanaran más pronto de lo normal. Y cada día me maravillaba más en compañía de mi Armando… pero había algo que evitaba pensar… pero no podía lograr sacarlo de mi mente.

-Melissa…-Me hablo tímidamente Armando.
-¿Eh?-Pregunte. Últimamente me perdía demasiado en mis pensamientos.
-Ok. Basta. Amor.-Dijo mientras levantaba mi rostro para mirarme a los ojos.- ¿Me podrías decir que es lo que sucede en tu hermosa cabecita?

Suspire. Que caso seguía tener evitando este tema, si tarde o temprano tendríamos que hablar de él.

-Armando… se acaban las vacaciones… y yo tendré que regresar a mi hogar.-Sentí como se tensó.
-Tu hogar es conmigo.-Me dijo seriamente.
-Sabes a lo que me refiero.-Dije levantándome.-Tengo que regresar a mi casa, con mis amigos, a mi escuela.-Mi voz iba en aumento. Él se levantó y se puso delante de mí, odiaba cuando hacia eso. Presumía su velocidad. Tomo mi mano y la puso en su pecho… su mirada era una que me partía el alma. Pero este era un tema que no podíamos aplazar mas.-Armando, tu sabes que yo te amo como a nadie, y que más quisiera yo que pasar toda mi vida a tu lado… pero… soy menor de edad… y sigo dependiendo de mis padres…
-Yo te puedo mantener.-Dijo interrumpiendo, ambos teníamos lágrimas en los ojos.
-Pero no solo es eso…
-Dime que es lo que necesitas para vivir a mi lado.-Su mirada cada vez me dolía mas, era un dolor mutuo que me destrozaba el alma.
-Te necesito a ti.-Y lo bese. Deje que mis lágrimas corrieran libremente al igual que las suyas. Sabía que él también había estado pensando bastante en este tema.

Nos separamos lentamente. Y le dije que me llevara a mi casa. Acepto, pero supe que no le agradaba la idea. Lo espere mientras él iba detrás de un árbol y se quitaba la ropa para entrar en fase mientras yo guardaba nuestra manta y su ropa en mi mochila. Me subí a su lomo y nos fuimos a mi casa.

El viento en mi rostro, era una sensación maravillosa. Siempre hacíamos esto, y siempre me maravillaba con lo bien que se sentía la libertad. Nos detuvimos y le di su ropa para que se cambiara. Volvió solo para besarme suavemente los labios e irse. Lo mire ahí parada hasta que se perdió en la distancia, después entre a mi casa…

**********

Desperté de golpe, sudando y con la respiración entrecortada. Nuevamente mi sueño se Susana y Armando besando me atormentaba la mayoría de las noches. Baje por un poco de agua, necesitaba despabilarme un poco. Cuando regrese a mi habitación tome mi celular. Me debatía internamente si hablarle a Armando o no. Él no se merecía la manera de como lo había tratado esta tarde. Por fin me decidí en llamarle, pero en ese momento el celular comenzó a vibrar. ¡Era el! Al primero sonido conteste.

-Amor por favor, por favor perdóname, no me debí de haber comportado así, soy una idiota. Perdóname por favor, te amo, te amo, te amo.-Dije rápidamente.
-No te preocupes, amor. Fui yo el que te debe una disculpa. Te amo. No te desperté… ¿cierto?
-No, justo estaba por hablarte. Necesitaba escuchar tu voz.-Confesé tímidamente.
-Yo te necesito a ti. ¿Puedo ir ahorita a tu casa?
-Claro que puedes, amor. ¿Pero tan importante es que no puede esperar hasta mañana?
-Todo lo relacionado contigo es de primordial importancia para mí. Ahora voy para allá.-Dijo y colgó.

Me apresure a lavarme los dientes, no me preocupe en cambiarme pues su velocidad no me daría ni tiempo para eso. Baje y cuando salí de la casa él ya estaba ahí esperándome. Me acerque a él y me refugie entre sus brazos, el beso dulcemente mi cabello. Me aleje lentamente de él y le pregunte:

-¿Qué es eso tan importante por lo que viniste?
-Melissa, vine para pedirte disculpas y para darte una muy buena noticia.-Se notaba cierta emoción en su rostro.-Tu papa es un arquitecto ¿cierto?
-Así es… ¿Qué tiene que ver mi papa con la buena noticia?
-Pues…-Dijo mientras entrelazaba nuestras manos.- Que en mi tribu necesitamos algunas remodelaciones… y hay una ciudad cercas… en la que acabo de comprar un despacho de arquitectos… y pues… estaba pensando si… ¿crees que a tu padre le gustaría ser el socio y gerente principal?

Abrí mi boca, esa era una muy buena oferta. Lo abrace y le dije mil veces gracias, él lo había hecho por mí, por nosotros. Él me amaba y nada ni nadie nos separaría. Me sentía tan llena de vida y dicha estando a su lado. Le di un beso en los labios, un beso dulce y lleno de ese amor que solo él me hacía sentir. Me perdí en su mirada por un rato, y después concordamos en que era algo tarde y que mañana hablaríamos con mis padres al respecto.

**********

Había pasado ya una semana. Una semana desde que convencimos a mis padres, mi padre acepto gustoso, mi mama no tanto pero entre Armando, Sofí, mi papa y yo, la convencimos. Ellos decidieron irse desde antes para ir preparando todo lo de la mudanza, en este tiempo les habían ganado mucha confianza a Armando y a los chicos de la manada. Armando les firmo una carta poder para que nos pudiéramos mudar todos –la manada y mi familia- juntos. Mis padres solo accedieron con la condición de que en cuanto pudiéramos nos mudaríamos a otra casa pues no les agradaba mucho la idea de yo viviendo en la misma casa de mi novio – si ellos supieran que no habrá otro hombre jamás en mi vida-. Sofí y yo nos quedamos en nuestra casa de campo y Juliet se quedaría con nosotras. O hasta ahí sabían mis padres, pues en cuanto se fueron, Juliet se regresó a la otra casa y Armando se fue a nuestra casa de campo.

Aunque Sofí quedo como chaperona, fue la mejor semana de mi vida. Respiraba de Armando prácticamente las 24 horas del día. Claro, a excepción durante sus horas de guardia -las cuales gracias a Juliet eran menos- y durante las noches, pues Sofí se pegaba a mí como chinche y Armando dormía en la sala.

Cada día que vivía con Armando era inmejorable, cada hora mejor que la anterior, y cada beso incomparable. Lo único que en ocasiones molestaba a mi paraíso personal, eran esas constantes pesadillas que no me dejaban tranquila.

**********

Era la última semana de verano, mis padres nos llamaron por teléfono avisando que toda la mudanza estaba lista, pasado mañana partiríamos hacia nuestro nuevo hogar. Solo me quedaban estos dos días para disfrutar al máximo mis vacaciones con Armando. Decidimos que solo entraríamos a la escuela de la reserva Sofí, Armando y yo, pues los demás seguirían con las guardias y sus vidas, y la escuela solo complicaría todo esto.

Los chicos eran demasiado comprensibles, pues dejaban que Armando solo hiciera una guardia de 2 a 4 horas para que el demás tiempo me lo dedicara a mí. Ellos decían que lo comprendían, eso de pasar más tiempo con tu imprima se volvía necesitad, y a ellos se les facilitaba mucho que sus imprimaciones fueran licántropas también. En parte envidiaba eso de Juliet, Paula y Amy. Ellas podían compartir sus guardias y sus pensamientos con sus parejas… y no me gustaba mucho depender de la gente. Aunque en este caso me encantaba saber que Armando siempre me cuidaría.

Estábamos todos reunidos en la sala de la casa-Mansión- de Armando, descansando un poco después de haber empacado todo antes de irnos, cuando el teléfono sonó. Contesto Juliet y mantuvo una plática a la cual nadie le puso atención. Después colgó ruidosamente haciendo que todos volteáramos al instante. Sus ojos estaban desorbitados y sus manos temblaban mucho, Paula tomo a Sofí y la saco y Armando me saco a mí velozmente. No comprendía que era lo que pasaba, todo había sido muy rápido… en ese momento un grito desgarrador se escuchó del interior de la casa…