sábado, 30 de enero de 2010

Capítulo 17 Observador (Juliet y Gabriel)

Hola a todos ^^ como dije, esta semana me dejaron bastante tareita hehe, pero aqui les traigo el capxD espero que lo disfruten muchisisisisisismo:D los adoro gracias a los que votaron por mi en la encuenta & a los que no... los animos a votar por mixD!!! & si siguen asi las votaciones... pronto abra semana luminosa^^ cuidense todos los quiero^^ besos:D
aqui esta la pag^^
http://laesquinadetucalle.blogspot.com/
Mapita



POV Juliet

En cuanto Paula nos avisó que Aron había llegado, me despedí y emprendí una rápida carrera en busca del reencuentro con mi hermano. En cuanto llegue busque rápidamente entre los arboles la ropa más decente y bonita. Encontré una falda hermosa y una blusa azul bebe que se amoldaba a mi cuerpo con unas hermosas flores. Me puse unos zapatos azules y cepille rápidamente mi cabello con los dedos, intentando que se viera lo más decente posible.

Salí de detrás del árbol y entre corriendo a la casa intentando hacer el menos ruido posible. Seguí el efluvio de olor de Aron. Estaba en el cuarto de Jordán. Estaba por petar la puerta, cuando una ola de preguntas me inundo. ¿Mi hermano realmente me querría ver después de tanto tiempo? O ¿Solo vino aquí por Amy?

Me recargue en la pared pensando en todo lo que me atormentaba. En eso la puerta se abrió y recobre rápidamente mi compostura. Era Aron, cerró la puerta detrás de él y en cuanto me vio, una pequeña sonrisa se dibujó en su hermoso rostro y me abrió sus brazos, yo di un salto y aterrice en ellos mientras recargaba mi cabeza sobre su hombro y mis lágrimas descendían.

Este era el abrazo del reencuentro que tantas noches de sueño me había costado. No podía creer que después de tanto tiempo tuviera nuevamente a mi hermano, frente a mí. Nos quedamos así uno 5 minutos. Después nos separamos lentamente, vi cómo se secaba algunas pequeñas lágrimas. Después su expresión se volvió seria para decirme:

-¿Y bien? ¿Cual es tu explicación para no haberte comunicado con tu hermano después de tanto tiempo?- Me quede muda.
No le podía decir: O si, lo que pasa es que me convertí en una mujer lobo y tengo que matar vampiros, que por cierto, si existen. A se me olvidaba ¿te dije que tengo una manada y que soy la líder? Y que también me he unido a Noah de una forma imposible de romper, y no me refiero al matrimonio.

Claro que no le podría decir eso, me internaría en un manicomio de por vida, y eso era si me iba bien. Gracias a dios que era licantropa, y podía pensar mucho más rápido que los humanos, estuve pensando varias alternativas de posibles respuestas hasta que conteste:
-¿Y por qué no te comunicaste tú?- Si, sé que no es una muy buena respuesta, pero era eso, o causarle un paro cardiaco.-Además, intente varias veces comunicarme contigo, y jamás me contestabas.-Claro, eso lo había hecho sabiendo en que horas él no podría contestarme y hablando de un numero privado, al cual él no podría llamar. Sé que fue cruel, pero fue para proteger a lo poco de familia que me quedaba. Ciertamente él y Noah eran lo más importante para mí, y si mantenerlo a salvo significaba no volverlo a ver, estaba dispuesta a pagar por el precio.

La razón por la que le había llamado, era por que Amy estaba en gran peligro de muerte, y él era el único que podría salvarla, pues no solo era uno de los mejores doctores de Nueva York, sino que también era muy profesional respecto a los secretos que podría descubrir en su estancia aquí, es familia, y sé que no nos traicionaría. Y otra razón por la que le había llamado, aunque tratara de negarlo, es que… realmente le extrañaba demasiado, como he dicho, él es mi hermano, prácticamente mi única familia aparte de la manada y la familia de Amy, con la cual habíamos crecido.

-¡Pues si nunca dejaste número telefónico al cual localizarte!-me dijo un poco alterado (nótese el sarcasmo).- ¿Cómo se supondría que te localizaría así?
-Olvidemos eso, por favor.-La verdad no me apetecía nada alegar con él, sabía que él no era así y lo amaba demasiado para seguir así.-Lo que importa es que ahora estas aquí, conmigo.-Le dije mientras le regalaba una tímida sonrisa.
-Tienes razón, Juls- Ese era una de las formas de las que le encantaba llamarme.- Lo que importa es que estamos aquí los dos juntos.-Me dio un abrazo, y se alejó poquito de mi para decirme.-Juls, estas muy caliente.- Ups. Toco mi frente con sus dos lados de la mano.- Al parecer tienes algo de calentura, será mejor que descanses un poco.

La verdad si necesitaba descansar, pero no precisamente por lo que él creía. Yo estaba muy caliente, cierto. Pero era porque soy licantropa. Las 24 horas del día 7 días a la semana. A lo mejor el no sintió mi temperatura antes porque estaba demasiado distraído, pero es que a él, rara vez se le escapaba algo de las manos.

-No te preocupes por mí, no pasa nada.-Le dije dándole mi mejor sonrisa.- ¿No quieres que mejor te de un tour por la casa? Ya sabes, para que la conozcas mejor.
Al parecer di en el blanco, porque una sonrisa se le escapo y pude ver la emoción en sus ojos. La verdad es que la casa de campo de Armando era enorme y asombrosa. Sus padres sí que le habían dejado una buena herencia y el sí que sabía invertir.
Le mostré las 12 habitaciones de la casa de campo, la verdad no sabía por qué tantas habitaciones en una casa, pero ese no era mi asunto.

La casa, o más bien, mansión de campo constaba de: 3 pisos, un sótano y un ático. En el primer piso se encontraba el recibidor, la cocina y el comedor. En el segundo piso se encontraba una sala espaciosa con sillones elegantes y cómodos, con una tv bastante grande, llena aun lado de películas en un mueble espacioso, y aun lado un mueble de igual tamaño repleto de video juegos, también tenía algunas habitaciones; las de Jordán, Armando, Gabriel, Noah y otras 2. En el tercer piso, sorpresa, más habitaciones; la de Amy, Paula, Susana, la mía y otras 2 y un área tranquila que estaba llena de libros, sillones elegantes y cómodos y un estante lleno de juegos de mesa de todos los tipos, aun lado de una mesa con sillas. El sótano, era una especie de bar. Contaba con una mesa de billar, sillones espaciosos y cómodos, una barra con su mini bar y todo decorado exquisitamente. Y el ático, era un área llena de iluminación natural, con grandes ventanas en las paredes y el techo, ese era un lugar realmente romántico…

Aron tenía su boca abierta. Jajá. Lo comprendía, todos nos habíamos asombrado cuando llegamos aquí. Los padres de Armando si habían pensado en todo, y sí que tenían buen gusto. Durante todo el trayecto Aron no había mencionado palabra alguna, su rostro hablaba por él. Cuando lo lleve a su habitación que estaba en el segundo piso, recordé que no le había enseñado las habitaciones.

Abrí lentamente la puerta, intentando agregarle un poco de drama, mi sonrisa no podía ser más grande y su cara no podía ser más graciosa de tanta espera y emoción que se le podía ver.

-¡Ta tan! - Dije levantando mis brazos y en un tono como el que utilizan en la tv para anunciar los premios.
-Esto es… -Tartamudeo en un intento por hablar.- Maravilloso

Su sonrisa era hermosa, y no era para menos. Pues su habitación, al igual que todas las demás era realmente espaciosa, con una enorme cama en el centro. Tenía muebles y decoración exquisita. Tenía vista al patio, que realmente era parte del bosque. Tenía televisión, estéreo, algunos DVD, discos de música, etc. Pero cada cuarto tenía una esencia de lo que nos gustaba, y su cuarto estaba lleno de material médico. Revistas, libros, equipo, computadora, tenia de todo.

Entro y se hecho en la cama, hizo un gesto para que imitara su gesto, el cual hice realmente gustosa. Después se levantó y comenzó a inspeccionar todo el nuevo material. Parecía un niño en noche buena. Maravillado con todo a su alrededor. Y debes en cuando me gritaba mostrándome y diciéndome los extraños nombres de los aparatos. Yo no podía hacer más que sonreírle, me encantaba la idea de verlo feliz, él se lo merecía, y su trabajo le quitaba tanto tiempo que no tenía una novia en años. Me encantaría que pronto encontrara una…

Después de media hora, pensé en enterarme sobre la situación de Amy, podía saber que no estaba tan grave, pues si no Aron no se hubiera separado de ella.

-Pues, creí que estaría más grave. Tiene bastantes huesos rotos, y perdió bastante sangre, pero Noah se estuvo encargando de ella muy bien, en unas semanas más podrá sentarse y caminar y en un par de meses podrá hasta correr. Ahora lo que tiene que hacer es tomar mucho reposo, sin emociones fuertes y mucho cuidado.-Me dijo en un tono que jamás le había escuchado, su tono de médico.

Yo estaba que no cabía de la emoción, ¡Amy se salvaría! No pude evitar unos brinquitos y gritos y mi hermano no pudo evitar darme una mirada extraña.

-¿Te parece ir a comer algo?-Dije después de sentir el rugido de mi estómago.
-Me parece una excelente idea, señorita.-Dijo de forma muy caballerosa, de chiquitos siempre habíamos bromeado así.
-Sería un placer mi Lord.- Dije tomando su caballerosa mano. Y nos dirigimos a la cocina.

Ahí nos dimos un buen festín. Si había algo en lo que jamás pelearíamos, era algo respecto a la comida, era el campo en el que mejor nos llevábamos. Creamos varios alimentos, todos raros e inexperimentados, pero realmente deliciosos. Ambos comíamos bastante y no me incomodaba en absoluto comer lo suficiente como para que mi estómago dejara de pedir comida, aunque recibí vías miradas de asombro de parte de mi hermano. Después de quedar bastante llenos, me disculpe y fui a recostarme por un rato, y mi hermano decidió salir un momento a tomar aire fresco. Mientras salía alcance a escuchar que Armando y Gabriel regresaban, pero en ese momento caí profundamente en los brazos de Morfeo.

POV Gabriel

Realmente me alegraba ver a Armando tan contento, él se merecía toda esta felicidad tan nueva y mágica a la vez. La verdad no me había molestado escuchar sus sentimientos hacia Melissa, pues sé que él me ha escuchado varias veces a mí hablar sobre lo maravillosa que puede llegar a ser Paula. Y no solo a mí, de eso puedo estar total y completamente seguro. Ahora él nos comprendía más respecto a nuestro sentir y nuestro pensar sobre las improntas.

Estuvimos haciendo guardia toda la mañana, yo descanse algunas horas y luego el descanso algunas otras. Después, cuando estuve seguro de que ninguna sanguijuela se acercaría a la casa de Melissa, convencí a Armando de irnos un rato a la casa, a ducharnos, descansar y atender a nuestra visita. Le dejamos una nota a Melissa sobre el número de la casa y nos fuimos.

Con el paso del tiempo aprendí una técnica que jamás le conté a ninguno de la manada. Podía pensar en cualquier cosa y ellos no se darían cuenta de que pensaba, en realidad no sé cómo le hacía para lograrlo, pero lo hacía. En esos momentos me preocupaba mucho varias cosas: La salud de Amy, si Aron también seria licántropo, o si tendríamos que ocultarle ese secreto, y no hay que olvidar algo que a Armando, de tanta emoción ni tan siquiera se le había pasado algo importante por la cabeza: Decirle a Melissa que era un hombre lobo.

Eso en especial me tenía intrigado, esto era algo realmente nuevo. Pues a ninguno de los de la manada nos había pasado. Nuestras improntas eran parte de la manada, y nos habíamos convertidos casi al mismo tiempo. Pero… Melissa era humana, y… me encantaría saber cuál sería su reacción cuando se enterara de que Armando y nosotros, somos licántropos. Jajá, eso realmente sería interesante. Note como una sonrisa se dibujaba en las comisuras de mi hocico. Rápido la quite antes de que Armando se diera cuenta. Cuando íbamos llegando a la casa, alcance a divisar a un sujeto. Supuse que era Aron. Voltee con Armando y al parecer pensábamos lo mismo. Nos pusimos detrás de un árbol y cambiamos de fase. Nos pusimos algo de ropa y nos acercamos.

-Hola, amigo.-Grito Armando a Aron mientras corríamos a su encuentro.
El volteo y su cara demostró lo confundido que estaba, yo reí un poco y en eso, Paula salió corriendo de la casa, me encantaba verla, era la igualdad a una diosa, aunque compararla, era realmente un insulto para Paula, ella era mucho más que mi diosa, era mi todo. Brinco y la recibí en mis brazos, dándole un beso en los labios, la amaba tanto. Armando se acercó a Aron para saludarlo con un amigable apretón de manos, pero como la cara de Aron continuaba con esa cara de duda, mi pequeña Paula, como siempre, tuvo la iniciativa de presentarnos, o en este caso representarnos.

-Aron, ellos son Armando y él es Gabriel, mi novio.- Dijo mientras nos señalaba respectivamente y nosotros asentíamos cortésmente, para después darle un buen apretón de manos.

Con ese apretón de manos, descubrí que su temperatura era igual a la de un humano normal, eso realmente me desanimo, pues yo quería que hubiera un nuevo integrante en la manada, un nuevo hermano con el cual compartir todas estas emocionantes aventuras, las cuales teníamos día a día. Eso y que no me gustaba mucho la idea de guardar secretos a un médico tan
observador…

miércoles, 20 de enero de 2010

Capítulo 16 Maravilloso (Armando)

allow gentexD! lo siento!! mis planes eran publicar el dia de ayer... pero tuve un dia de perros x_X
jejeje pero bueno...
lo que pasa es que ayer fue el cumpleanos de Soljade^^!!! una super chica que se ha llegado a ganar mi corazon sin conocerlaxD!(L) te deseo lo mejor Soljade:) aqui esta el cap!! va especialmente dedicado para ti GRACIAS POR EL APOYO & LA AMISTAD TE ADORO♥ &.... FELIZ CUMPLEANOS^^(^)
espero que les guste a todos el cap^^ besos(K)




Una ola paz inundo al salón en cuando supimos que Aron venia. La verdad, es que no me ha tocado convivir mucho con él, pero con lo que lo he tratado y con lo que he de parte de Amy y Juliet, sé que es muy tranquilo, inteligente y agradable. El silencio reino por unos minutos y todos estábamos meditando lo ocurrido en el día. Jordán nos miró, y con un gesto, todos comprendimos que deseaba un poco de privacidad con Amy así que salimos de la habitación. Al llegar a la sala Paula rompió el silencio:
-Tenemos que hacer algo.-Dijo tranquila y fríamente.
-Sí, esto no se puede quedar así.-La secundo Juliet con el mimo tono de voz, solo que un poco más alterado.

Y como un rayo un pensamiento inundo mi mente. “Melissa”. ¿Cómo podía haber sido tan descuidado? Era obvio que esas sanguijuelas habían llegado a Amy por su rastro y por ser licantropa. Pero… Melissa es humana, una frágil y apetitosa humana. Mi semblante se tensó rápidamente y a grandes zancadas salí de la sala en dirección al bosque para entrar en fase. Pero Juliet me detuvo por el brazo dándome la vuelta.

-¿A dónde crees que vas?-Me dijo utilizando su tono alfa y con una mirada severa.
-Tengo que ir a cuidar a Melissa.-Dije mientras me soltaba de su mano y continúe en un tono más exasperado por temor de que le pasara algo a mi Melissa.-No pienso dejarla desprotegida con 3 vampiros merodeando cercas de estos alrededores.
-Tienes razón.-Me dijo un poco más relajada y un poco pensativa.- No podemos dejarla desprotegida.- ¡Hasta que decía algo razonable!- Espérame un momento iré a avisarles.

¿Espérame? A que se refería con “espérame” Acaso… ¿Pensaba en mandarme a por un recado?

-Y… ¿A dónde iremos?-Dije un poco desesperado, tenía que irme YA con Melissa y la verdad no tenía el humor de andar de recadero.
-Pues a cuidar a Melissa, tonto. ¿A dónde más?-Me dijo en un tono un tanto enojado y que denotaba la obviedad de sus palabras.
-¿Iras conmigo?-Dije un tanto perdido.
-Por supuesto. ¿O qué? ¿Pensabas que te dejaría ir solo con 3 vampiros sueltos por ahí?-Juliet era una gran líder, enserio pensaba en todo, no sé qué seria esta manada sin ella.
-Gracias.-Le dije mientras le dedicaba una sonrisa.
-No hay porque. Además servirá para hacer guardia y saber que lugares frecuentan esas malditas sanguijuelas en su visita.-Y arruino el momento con eso.- Ahora vuelvo.

Dijo esto y salió corriendo al interior de la casa. Yo me puse detrás de un árbol me quite la ropa y cambie de fase, esperaba que aun estuviera guardada la ropa que había dejado cerca de la casa de Melissa. Asome mi cabeza lobuna con ansias y mire como salía Juliet de la casa seguida por Paula, Noah y Gabriel. ¿Ahora iríamos todos a cuidar a Melissa? Todos entraron en fase y mire rápidamente las indicaciones que había dado Juliet. Ella, Gabriel y yo nos iríamos a cuidar a mi Melissa, mientras que Paula y Noah se quedarían a fuera de la casa vigilando que no se acercaran más sanguijuelas, Jordán se quedaría en la habitación de Amy y cualquier emergencia Noah estaría aquí para medio tranquilizar la situación… y en cuanto llegara Aron, Paula nos avisaría para regresar a recibirlo. Asentí en señal de que ya conocía todo y Gabriel, Juliet y yo emprendimos rápidamente nuestra marcha, claro yo mucho más rápido que ellos, pues las ansias me carcomían.

Estabas cercas de la casa de Melissa, cuando percibí un olor extremadamente dulce, que comenzaba a quemarme la nariz.
-Maldición ¡Chupa-sangre!-Dije y aumente mucho más mi paso, sintiendo detrás de mí como Juliet y Gabriel también se aceleraban.

Llegue a la casa de Melissa y al parecer, la sanguijuela nos había olido igual, pues la distinguí entre las sombras mientras se alejaba, era mujer. Juliet y Gabriel se adentraron al bosque detrás de ella y yo les dije que entraría a ver qué había sucedido haya adentro. Me acerque a uno de los muchos árboles en los que teníamos ropa y solo me puse unos shorts, la verdad es que no tenía ni la paciencia ni el tiempo para vestirme decentemente sabiendo que posiblemente la razón de mi existencia estaba muerta en esa casa.

Entre a la casa rápidamente, cerrando cuidadosamente la puerta detrás de mí. Escuche como se acercaba alguien bajando por las escaleras, me escondí rápidamente, el aire apestaba a vampiro así que no sabía quién se acercaba, sabía que era humano, pero no tenía idea de quien era. Hasta que ese hermoso olor entro por mi nariz, inhale todo lo que pude intentando llenar mi cuerpo con ese aroma tan exquisito, era Melissa. Cuando termino de bajar las escaleras miro hacia todos lados, yo me puse detrás de ella, pues ahí se encontraba el interruptor y encendí la luz, dio un gran suspiro y al voltear me miro. No supe leer muy bien su reacción, abrió su boca como sorprendida, su hermoso rostro se sonrojo y me miraba… me miraba haciendo que por poco se me olvidara el motivo por el cual estaba ahí. El olor a vampiro volvió haciendo que mi nariz ardiera nuevamente, mi rostro se tensó un poco y mire a Melissa buscando alguna señal de herida o algo en su cuerpo.

En ese momento sus hermosos ojos derramaron una lágrima, y sentí que el mundo se me venía abajo, sentía un terror horrible por pensar que esa sanguijuela realmente la hubiera tocado. Pero en eso una vocecilla dentro de mí me hablo “bien hecho Anstain, la has herido” la tome rápidamente entre mis cálidos brazos y su cuerpo reacciono rápidamente aprisionándome entre sus pequeños y delicados brazos. Pego su rostro a mi pecho y una paz realmente asombrosa me inundo, sentí que no habría peligro u obstáculo que no pudiera pasar si ella permanecía a mi lado. Estuvimos así por un largo rato. Hasta que separo lentamente su angelical rostro de mi pecho y me miro a los ojos. Parecía que tenía algo que decir. Abrió la boca y mi lado animal tomo su rostro entre mis manos y pegue mis labios a los suyos.

Había besado a algunas chicas antes. Pero esto, realmente no tenía comparación, sus labios tenían un delicioso sabor inigualable, jamás en mi vida había probado algo tan exquisito y tan diferente, nuestros labios se comenzaron a mover acompasada y lentamente, no podía creer la sensación tan maravillosa que me producía ese beso, era algo… único. La había tomado por sorpresa, lo supe por que al principio sus labios se tensaron, pero después se comenzaron a mover de forma sincronizada a los míos. Estuvimos así unos dos minutos, hasta que comenzamos a separarnos, por mi parte a regañadientes. Sus ojos me miraban de una manera tan especial y única. Ella me hacía sentir el hombre más afortunado del planeta, no podía creer como es que había podido vivir tanto tiempo sin ella a mi lado.
-Eso fue… maravilloso.-Dijo ella en un susurro inaudible para un humano, pero yo no era un simple humano, mi sonrisa se ensancho y ella comprendió que la había escuchado, haciendo que sus mejillas se pusieran en un hermoso color rojo y volteo su precioso rostro hacia abajo.
Tome su barbilla con mi mano y le dije.
-Te quiero.-En un susurro, ella me miro a los ojos y me robo otro beso, eso sí que me sorprendió, pero no puse resistencia. Baje mi mano izquierda a su espalda para acercarla un poco a mí. Ella enredo una mano en mi cabello y con la otra se aferró a mi cuello, haciendo más única a un la experiencia. Pero en ese momento recordé que no había venido a eso y que no éramos novios… mis padres me habían educado bien, y sabía que esto era una falta de respeto hacia ella. Me aleje lentamente de ella dedicándole una media sonrisa, que hizo que ella abriera su boca viéndome como hipnotizada, eso ensancho mi sonrisa y le dije.-Melissa… tu…-Comenzaba a tartamudear, no sabía que sería tan difícil decirle esto.-Que… ¿Querrías ser mi novia?

Sus ojos se agrandaron y su boca se abrió, me soltó alejándose de mi… eso me hirió. Tal vez no estábamos improntados… y me había acelerado, no soportaba esta tortura, así que me voltee para marcharme de una vez antes de avergonzarme más. Abrí la puerta y ella tomo mi brazo derecho entre sus delicadas manos y me dijo.

-Espera.-Me voltee rápidamente, con la mirada iluminada.-No venias… a reclamarme porque me hubiera dormido en la cita.
No me esperaba esa respuesta, mis ojos se abrieron sorprendidos. La verdad con un simple “si quiero ser tu novia” me hubiera alegrado el día… pero ¿Por qué me preguntaba aquello?

-Melissa, te quiero como a nadie. Y no me puedo enojar contigo por algo tan trivial.-Dije serio y lento. Su mirada era tímida y hermosa a la vez y sus mejillas cada vez estaban más rosadas, descubrí que eso me volvía loco.-Sé que no fue tu culpa y te aseguro que tenerte dormida entre mis brazos, fue algo… maravilloso.- ¡¿Yo había dicho eso?! Gracias subconscientes (nótese el sarcasmo).
- entonces… ¿realmente si me quieres?- me pregunto con su bella carita iluminada.
-Como a nadie… entonces ¿Quieres ser mi novia?- pregunte con el temor de que se negara. Contuve el aliento.
-Si.-Su sonrisa se ensancho.- Si, si, si, si ¡SIII!-comenzó a gritar y dar brinquitos.

Yo estaba que no cabía de alegría, pero escuche como alguien se despertaba y bajaba.
-Melissa me tengo que ir alguien viene.-Dije señalando las escaleras.-Te quiero, duerme bien. Si quieres verme solo tienes que salir a dar un paseo y gritar mi nombre. Adiós.-Me despedí de ella dándole un beso en la frente y Salí corriendo hacia el bosque.

Entre en fase sin siquiera preocuparme en quitarme el pantalón, me sentía pleno, y lleno de dicha. Podría jurar que era el ser más feliz y afortunado del planeta. Me encontré no muy lejos a Gabriel y a Juliet.

-Vaya, vaya. Mira quien llego Juliet. Ni más ni menos que Romeo.-Dijo Gabriel soltando su risa lobuna, coreada por la de Juliet.
-Me siento mejor que nunca.-Acepte. Sentí como vieron todo atreves de mi mente. ¡Maldita telepatía lobuna!
-Buena noche ¿eh?-Me dijo Gabriel con un tono que no era normal escuchar en él.
-Basta, parecen dos niños. Recuerden que estamos aquí para averiguar y para cuidar a Melissa así que concéntrense.-Dijo Juliet. Volteo y me guiño un ojo. Lo había hecho por mí. Juliet gano un punto a su favor.

Estuvimos olfateando a los alrededores y Gabriel y Juliet me contaron que esa vampira fue escurridiza y se les escapo. Malditos vampiros. Comenzaba a amanecer y me encontraba realmente cansado. Me dormí un rato en lo que Gabriel y Juliet seguían con la guardia. Hasta que Paula nos avisó mentalmente de que Aron había llegado. Juliet estaba que no cabía de emoción y salió corriendo en dirección a la casa. Para poderse reencontrar con su querido hermano. Gabriel y yo nos quedamos para seguir cuidando a Melissa por si esa sanguijuela regresaba. Realmente se lo agradecía mucho. Momentos después ya no pudimos escuchar ni a Paula, Noah ni a Juliet. Por lo que supe que estarían atendiendo a nuestro tan esperado visitante. Gabriel durmió en lo que yo seguí con la guardia y comencé a recordar esos maravillosos momentos en los que estuve con Melissa.

-¿Podrías dejar de pensar en ella?-Me pidió por enésima vez Gabriel.-Amo demasiado a Paula como para pensar en Melissa de esa manera.
-Es que… no lo puedo evitar, Gabriel. Ahora los comprendo.

Seguimos con nuestra plática, era un alivio poder desahogarme así con Gabriel. Él era un gran amigo. Le conté lo que paso cuando estuve en casa de Melissa (aunque él ya lo había visto). Y así seguimos platicando hasta medio día, que fue cuando decidimos ir un rato a la casa para darnos una buena ducha, descansar un rato, y atender a nuestra visita. Nos fuimos después de encargarme de dejarle una nota a Melissa con el número de teléfono de la casa, por cualquier cosa.

La verdad no me apetecía mucho irme, pero Gabriel me había insistido mucho, además la chupasangre esa no debería de estar cerca, por lo que supe huyo como las grandes.
Cuando regresamos nos encontramos a un chico en la entrada. Supuse que era Aron…

lunes, 11 de enero de 2010

Capítulo 15 Recuerdo (Melissa)

Holaa^^ aqi traigo un nuevo cap & para decirles: Felices fiestas!!!^^(mui atrasadas) jeje perdonen x acerlos esperar tanto pero es qe e leido muchas historiasxD(las qe ustedes me piden) & mi inspiracion me habia abandonado... espero qe me perdonen & qe les guste este capitulo^^ los dejo para que lean & espero que lo disfruten^^(L)


POV Melissa

Estaba en mi habitación llorando y en eso escuche como la puerta de mi cuarto se iba abriendo... levante rápidamente mi mirada y me lleve una sorpresa al mirar quien estaba en la puerta… era mi pequeña hermana con su piyama, en una mano traía a su osito y en la otra la mantita que ella misma se había hecho. Me sorprendió verla, abrí mi boca intentando emitir sonido alguno… pero al parecer, mi voz no quería cooperar pues solo salieron palabras incoherentes. Así estuve hasta que Sofí se atrevió a hablar.

-¿Qué haces despierta?- Me pregunto mientras se frotaba sus pequeños ojos y yo destapaba un pedazo de mi cama en señal de que se acostara conmigo, y al parecer mi petición le agrado pues rápido subió a mi cama y se recostó a mi lado.
-¿Qué sí que hago despierta?-Dije mientras me limpiaba las lágrimas.- Pues, estoy aquí, pensando en lo tonta que soy…
-¡Tú no eres una tonta, Meli! No quiero que vuelvas a decir eso…-Me había interrumpido, pero yo también la interrumpí.
-Claro que soy tonta, Sofí. O ¿Cómo se le dice cuando te quedas dormida en tu primera cita con el chico ideal?- Mis lágrimas volvían a brotar y mi respiración se entrecortaba impidiéndome continuar hablando.
-Pues… yo diría que tenías mucho sueño, Meli… Tal vez no debí de haberte despertado tan temprano… apenas dormiste unas cuantas horas…
- No fue tu culpa.-La abrace y ella limpio mis lágrimas con la manta que más amaba y cuidaba. Eso solo me demostraba lo valiosa que era para ella y lo afortunada que era yo por tener una hermanita así. Le brinde una cálida sonrisa y enseguida note que un brillo aparecía en sus ojos, se apartó de mi lado y se puso enfrente de mí.

-Tengo una idea.- Dijo y se reacomodo haciendo que yo también tuviera que reacomodarme. Me acostó tapándome con su mantita y poniendo su osito entre mis brazos.- Te contare un cuento.- Dijo y una pequeña risa broto de su pecho, haciendo que una sonrisa se dibujara en mis labios.

Siempre que Sofí se deprimía yo le contaba alguna historia y su ánimo volvía siempre a ser el mismo que a todos nos encantaba. Alegre, comprensiva, tranquila… era un hermoso detalle de su parte, me puse cómoda y espere que iniciara con su relato.



En una pequeña choza en las vísperas de navidad,
Se hospedaba una familia llena de felicidad.

La familia consistía
En una hermosa pareja
Una niña consentida
Y otra hija muy atenta.

El nombre de la niña consentida era Sofí
La cual amaba los muffins

Y el nombre de la hija atenta era Melissa
Que podía cautivar con tan solo una sonrisa




-Sofí.-Dije en tono serio mientras en mi interior moría de risa y ella se quedaba completamente quieta, algo raro en ella y rápidamente sin poder contenerse comenzó con su bombardeo de preguntas.
-¿Pero sí que sucede? ¿Es que acaso… no te gusto?-se notaba la preocupación que sentía por el temor de que no me agradara su historia.
-No es eso… es solo que… en ¿rima?- Solté la risa al terminar mi pregunta. Su posición se notaba un poco relajada.
-Ahh. Es eso- Me dijo sonriendo.- Era un cuento medio navideño… pensé que te gustaría un poquito más en rima, pero como veo que no te agrada mucho y a mí se me dificulta muchito, mejor te lo contare normal, pero ahora la comenzare de una manera diferente.-Dijo ensanchando su sonrisa aún más y reacomodándose para continuar con su relato.

La protagonista de esta historia se llama Melissa, ella vivía con sus padres y su simpática hermanita Sofí. Ellas tenían una relación de hermanas inigualable, aunque la diferencia de edades era marcada, ellas tenían algo especial, una especie de conexión tan fuerte, que era difícil de igualar. Así había sido su relación, hasta que un día todo cambio. Melissa había encontrado pareja: Manuel. Que no era muy bueno que digamos, jamás le agrado ni a Sofí ni a su madre. (Mi respiración se comenzó a entrecortar un poco al descubrir cuál era la dirección de la historia. Mi historia.)

Llevaban 6 meses de noviazgo. 6 meses en los cuales, Melissa se había alejado radicalmente de su único consuelo y confidente confiable, Sofí. La relación de hermanas que habían tenido hasta ese momento se había ido al caño (Sofí se había alterado un poco, se notaba el dolor y rabia que le causaba recordar esos momentos en los que yo la había dejado de lado a todo y a todos por una tonta relación. Apreté su mano, ella me miro y respiro profundo, se disculpó y continuo con su relato y con esas miradas precavidas que me había estado dando durante toda la historia. A la espera de que me alterara y dejara de contar la historia, para consolarme como el gran apoyo que siempre ha sido.) Bueno… como decía… su relación con el mundo fue empeorando conforme pasaron los meses. Pero Melissa era feliz estando con su novio.

Y llego el baile de primavera, ese en el que las chicas invitan a los hombres a los bailes. Y como era de esperarse Manuel y Melissa fueron juntos al baile.
(En ese momento Sofí detuvo su relato y comenzó a observarme más precavidamente de lo que ya lo había estado haciendo)

Y el día del baile, todo cambió radicalmente para ella, todo en lo que creía, sus sueños, sus ilusiones y su corazón se rompieron esa noche. Ella se divertía bailando, hasta que noto la ausencia de su novio, se acercó en el momento inapropiado a la terraza del salón para ver como su “novio” y su “mejor amiga” compartían un beso apasionado, un beso como el que nunca tuvo con ella.

(Mi vista se perdió en el vacío, y comencé a escuchar como la voz de Sofí se alejaba de mí y mis recuerdos me llevaron a aquel momento, como si lo volviera a vivir:)

-¿Qué estás haciendo, Casandra?- Le dije entre sollozos mientras lo empujaba y le pegaba en el pecho.
-Yo los dejo- Dijo Casandra en tono aburrido como si nada hubiera pasado.
-Tú no te vas a ninguna parte.-Dije mientras la tomaba de su cabello y la tiraba al suelo, haciendo que rompiera su vestido. No se podía ir tan fácil después de haber besado a MI novio.
-Ahhh. ¡Suéltame!-Me gritaba ella mientras intentaba solarse de mí.
-¡No! ¿Por qué lo besaste?-le grite.
Ya no podía hablar, mis lágrimas habían arruinado mi maquillaje y mí vestido… digamos que ya no era el mismo. Ella intentaba aruñar mi cara pero yo no la deje. Así estuvimos hasta que Manuel me tomo en brazos alejándome de ella y me dijo palabras que entraron en mi corazón como dagas…
-¿Qué haces, estúpida?- ¡me había dicho estúpida! Mis ojos se llenaron de otra cortina de lágrimas y deje de resistirme a su abrazo, me soltó y corrió a levantar a Casandra mientras que mi corazón se rompía más y más, mi respiración era entrecortada y caí al piso, viendo como Manuel se hincaba en el piso y tomaba el rostro de Casandra entre sus manos.
-Todo está bien, nena.-Le dijo en tono preocupado limpiando sus lágrimas y la besaba dulcemente, como jamás me había besado a mí.
La ayudo a levantarse y se fueron juntos, los mire cómo se iban y me abandonaban ahí, sola… usada. El la abrazaba, la consolaba y le decía las palabras más bellas que nunca antes lo había escuchado pronunciar y ella simplemente lloraba y se refugiaba entre los brazos que alguna vez fueron mi mayor consuelo. Los observe hasta que se perdieron en la distancia, viendo cómo se llevaban mi corazón y mis ilusiones junto con ellos.

Recordé los días y semanas en los que estuve en ese estado automático. No comía, no dormía, no interactuaba con nada ni con nadie, solo miraba al vacío y pensaba la manera más fácil de acabar con mi vida. Total que sentido tenia. Tuve un intento fallido, tome todo el botiquín de mi casa, y mi plan hubiera funcionado, de no haber sido por Sofí, mi pequeño angelito. Siempre protegiéndome. Estuve en un hospital por una semana y otras cuantas semanas en terapias.

Esa era la razón por la cual mis padres habían decidido comprar una casa en el campo y pasar ahí todo el verano. Para alejarme a mí de todo lo que me dañaba por algún tiempo. Cuando me dieron la noticia de que pasaríamos el verano lejos. Yo me negué rotundamente e intente volver a como era mi vida. Comencé a salir nuevamente con mis amigas, hacia mis deberes, mejore mis calificaciones… pero no había noche en la que no llorara por el abandono y la traición, de aquella noche de marzo. Por eso cuando llegamos a esta casa salía a dar paseos sola, para llorar un momento a solas y lamentar mi vida. Mis padres me habían apoyado e intentaban comprenderme y me daban más espacio. Todos los días lloraba… hasta… hasta que lo conocí a él. Armando había sido el que sano todas mis heridas, con solo una mirada, había podido proteger a mi corazón con una capa de acero irrompible. Ahora comprendía por que Sofí me había contado esta historia, porque había hecho que reviviera esos momentos de agonía: para descubrir que ya no me lastimaba y que ahora existía una nueva luz que iluminaba mi existencia con su simple compañía.

Voltee mi rostro para encontrar a mi pequeño angelito dormido. Decidí que esta noche descansaría conmigo. La acomode mejor entre las cobijas y cuando por fin estaba cayendo nuevamente dormida… escuche ruidos en la parte inferior de la casa. Mis ojos se abrieron como plato y mi respiración se comenzó a entrecortar “Tranquila Melissa, son tus padres” me dije a mi misma en un intento muy malo por tranquilizarme. Tome una escoba que estaba en esos momentos estaba afuera de mi cuarto, y comencé a bajar silenciosamente… me acerque a la puerta principal… estaba a punto de abrirla…
Y en ese momento prendieron las luces detrás de mí.

Di un gran suspiro, jajá yo pensando que era algún ratero, voltee mi rostro… para encontrarme con el ser más perfecto de todos. Era armando y no traía camisa puesta. Mi boca se abrió al par que mire su escultural cuerpo frente al mío, esa imagen simplemente me había robado el aliento. Él estaba serio. Fue cuando reaccione y recordé como había arruinado nuestra cita y mi subconsciente me traiciono soltando una lagrima, él había vuelto para reclamarme... en ese momento su cara voló de la preocupación al terror y rápidamente me tomo entre sus brazos. Mi cuerpo reacciono por instinto abrazándolo fuertemente, y escondiendo mi rostro en su pecho. Sorprendentemente ese abrazo me reconforto y me dio cierta paz que hace tiempo no tenía. Nos quedamos así durante un rato hasta que aleje mi rostro para hablar con él. Tenía que disculparme por lo ocurrido anteriormente… él se merecía algo mejor y yo lucharía por merecerlo…




Como se podran dar cuenta el cuento de Sofi comienza como unc uento de navidad por que inicialmente eso seriaxD pero mi tiempo me traiciono & como dice sofi la historia cambio jeje espero qe lo hayan disfrutado^^ besos(k)