Capitulo 25 Sobornos (Sofi & Melissa)

& con este cap se termina la semana luminosa:(!!
espero que la hayan disfrutado & qe me digan sus opiniones, si desean mas semanas luminosas, si le falta algo al blogxD me encantaria que me dijeran qe les gutaria ver:)!
este cap esta dedicado a todas esas personas que pasan diariamente por el blog, que comentan constantemente y que siempre estan pendiente de mis locurasxD
graciaspor el apoyo^^
los adoro:D! pronto publicarexD(me encuentro en semana de examenes) espero publicar a mas tardar el viernesxD!
disfrutenlo gracias por todo^^ BESOS:D

Mapita:)




POV Sofi

Continuamos todos juntos celebrando, hasta que como no, se acercaron a nosotros Susana y su molesto hermano León, con su actitud prepotente…
Se formó un incómodo silencio, hasta que Susana lo rompió:

-Bueno… creo que, como ya no tenemos nada que hacer aquí… nos vamos.
-Susana, sabes que no tienes que irte.-Dijo Juliet tranquilamente.
-Tengo que…-Repitió ella.-Es lo mejor. Pero volveré.-Esto último se lo dijo más que nada a Armando… esto no me daba buena espina…
-Si no hay manera de convencerte… entonces… adiós.-Dijo Juliet resignadamente.-Este no es un adiós… es un hasta pronto.-Dijo sensualmente y comenzó a despedirse de todos, para finalizar dándole un beso muy marcado a Armando cerca de los labios. Él se alejó de ella y abrazo por atrás a mi hermana.

Su hermano se despidió… no tan cordial, pero antes de irse, me miro con un intenso odio en sus ojos, al cual yo correspondí con la misma mirada y sacándole la lengua, viendo cómo se alejaba a la distancia… si, sé que no fue un comportamiento muy maduro… pero ese chico sacaba lo peor de mi… en el poco tiempo que lo conocí pude saber que era un engreído, prepotente… era mejor detenerme antes de pensar en el más de lo que se merecía…

Continuamos divirtiéndonos hasta que un fuerte sueño me golpeo de la nada, consiguiendo que me quedara dormida en un paseo por lancha que era realmente hermoso y relajante…

POV Melissa

Este día hubiera sido perfecto, de no ser por la aparición de… Susana y su hermano. Había algo en Susana, en su forma de ser y de verme que me ponía de nervios, y no me agradaba para nada en la forma que miraba a MI Armando.

Durante un momento en la tarde me sentí realmente incomoda, pues no estaba ni Sofí, León, Armando y Susana… me sentí realmente mal durante ese lapso de tiempo… me sentí… remplazada, como si ya no me necesitaran a su lado, pero rápidamente saque ese pensamiento de mi mente, lo que yo sentía por Armando era el amor más puro y fuerte que jamás hubiera tenido, y por sus palabras y acciones, podía decir que el me correspondía… cierto ¿no? Él no me dejaría ¿Verdad?

Mi mente comenzó a llenarse de pensamientos horribles, que por mi bien decidí dejarlos por la paz y concentrarme en la plática de los chicos. Todos eran sensacionales, siempre robando risas y alegrándote, y cuando menos lo pensé, mire al amor de mi vida y a Sofí volviendo. No puedo describir la emoción que sentí, sentí como si ya nada ni nadie me pudiera dañar, como si todo fuera perfecto y maravilloso, un brillo se asomó a mis ojos y mi sonrisa se ensancho, me hacer que corriendo hacia él, pues no podía esperar más tiempo separada de mi Armando. Me lance a sus cálidos abrazos, en los cuales el me atrapo y tiernamente junto nuestros labios en un pequeño beso que hizo que una corriente recorriera todo mi cuerpo. En cuanto me deposito en el suelo, note lo que había hecho, me sentía ridícula por haber hecho de lo que tantas veces me había burlado, pero realmente no me importaba, siempre y cuando el permaneciera a mi lado.

Nos reunimos con nuestros amigos y continuamos hasta que… como no, vino Susana y su mini mi a arruinar todo. Mientras se despedían, pude notar las miradas cargadas de deseo que Susana le echaba a MI Armando, no podía describir la rabia que todo eso se atrevía, ¿Que acaso no notaba que YO era su pareja y que YO me encontraba a su lado? Ella noto las miradas cargadas de odio que le lanzaba, y para echarle más leña al fuego, la muy sínica se atrevió a darle un beso DEMASIADO cerca de los labios. Estuve a punto de aventarme a ella, pero Armando rápidamente se alejó de él y me abrazo por atrás, besándome la oreja y susurrándome:

-Ella no vale la pena. Yo te amo a ti… y solamente a ti… para siempre.

No podía sentirme más feliz. Susana nos miró como si hubiera escuchado lo que él me había susurrado, y se alejó con una lágrima por su mejilla.

Continuamos muy juntos toda la noche, no nos separamos, compartimos momentos hermosos y maravillosos llenos de palabras dulces y tímidos besos. Aun no podía hacerme a la idea de que el ser más maravilloso de todos se encontraba ahí… conmigo… decidimos que era momento de irnos cuando Sofí se quedó dormida, y decidimos irnos. Todos nos despedimos y nos separamos. En un carro se fueron Paula, Gabriel, Juliet y Noah… y en un carrito que jamás había visto nos fuimos Armando, Sofí y yo.

Era un carro pequeño y blanco, de todo terreno, podíamos ir por el bosque y no se sentía nada gracias a los maravillosos amortiguadores. Y nos dirigimos por un camino que tampoco había visto, y eso que diariamente desde nuestra llegada al campo daba vueltas por los alrededores, supe que era nuevo.

Cuando llegamos a mi casa, Armando me ayudo a subir a Sofí a su habitación y nos dirigimos a la entrada para despedirnos.

-Te voy a extrañar.-Me dijo tiernamente susurrándome a los ojos y acariciando lentamente mi mejilla con su cálida mano.
-Y yo a ti… promete que mañana volverás.-Le dije tomando su mano entre las mías y dándole un pequeño beso en ellas. Aquel roce hice que mi corazón se emocionara aún más.
-Volveré siempre que tú me quieras aquí.
-Entonces jamás te iras.

El sonrió dulcemente y me dijo unas palabras que me tenían desprevenida, las dos palabras que cualquier mujer anhela escuchar del amor de su vida:

-Te amo, Melissa. Te amo como a nadie.-Me quede en shock, pues esas palabras… no eran nada comparado con lo que sentía.
-Yo te amo más que a nada en este mundo.-Confesé con pura sinceridad.

Me acerque lentamente a él y me pare de puntillas para llegar a sus labios, que me recibieron gustosos. Lo amaba como a nadie, y lo necesitaba. Nuestros labios se movían lenta y sincronizada mente, me era increíble la manera en que compenetrábamos. Sus labios tenían un exquisito sabor, que simplemente no podían ser comparados a nada, pues eso sería un insulto. Su textura, su todo. Lo amaba y me hacía inmensamente feliz con el poco tiempo que lo conocía, nuestro beso comenzó a subir de nivel y el me separo de él, lenta y cariñosamente.

-Te tengo un regalo, amor.-Dijo dulcemente.
-¿Una sorpresa… para… mí?-Dije lentamente, seguía en shock, no sabía por qué estaba me había sorprendido más, si la sorpresa, o el hecho de que me había llamado “amor”.-Creí que era el cumpleaños de Sofí.-Le dije después de tranquilizarme un poco en forma coqueta.
-De hecho… umm…-Dijo mientras me abrazaba por la espalda y me decía: Técnicamente ya no, es la una de la madrugada. Además, ¿Ya no le puedo hacer regalos a mi novia?-Dijo como si se hubiera ofendido.

Recordé cada uno de los hermosos y maravillosos regalos con los que me llenaba cada vez que podía.-Lo cual era casi diario-. Hice ademan como si estuviera meditándolo un momento y dije:

-Um… creo… que si…
-Entonces ven.-Dijo mientras me jalaba de la mano. Aun no me acostumbraba a su perfección, era un delito tanta perfección, debería de estar preso, y a mí me encantaría ser su custodia…

Por estar atrapada en mis pensamientos no me di cuenta de que con un dedo enfrente de mi traía un llavero tintineando. Me le quede viendo por un momento por el extraño regalo.

-¿Un… llavero? Gracias, no tenías pro que molestarte.-Dije mientras fingía una sonrisa, lo mire y comenzó a reír, lo mire confundida y su hermosa risa me contagio haciendo que yo coreara las suyas.
-El llavero… es para que pongas tus llaves, amor.-Dijo divertido.
-¿Llaves?-Pregunte algo confusa.
-Sí, llaves… estas llaves.-Dijo sacando las llaves del carro.

Mis ojos se abrieron como platos, no podía creer que lo que me estaba ofreciendo, esto era muchísimo más a lo que ya me había regalado, comencé a tartamudear cosas incoherentes con la firme idea de no aceptar su regalo, era demasiado lo que me ofrecía.

-Shut.-Dijo mientras con un dedo callaba mis labios.-No aceptare ninguna negativa. ¿Me amas?-Pero sí que pregunta era esa, lo amaba más que a mi propia vida.
-Claro que si te amo.-Conteste.
-Entonces… por ese amor, acepta esta auto… ¿Si?-Dijo mientras ponía carita de chivo degollado.
-Oh, mi lord, ¿acaso usted me esta sobornando?-Dije en imitando un tono indignado mientras ponía mi mano en mi pecho.
-Tómelo como quiera, mi lady. Pero acepte mi presente.-Hice un ademan caballeroso que hizo que yo riera nerviosamente, él era tan perfecto en tantos aspectos…-Además eso no es todo.
-¿Acaso hay más?-Pregunte aturdida de tanto presente que me daba, a este paso era mejor que me regalara una tienda, seria más económico que estarme dando regalos cada cinco minutos.
-Claro que sí, mi chica se merece lo mejor de lo mejor.-De mis labios salió un sonrisa enorme, “su chica” me encanta como se escuchaba de sus labios.- No es mucho, pero lo hice con mucho amor. Acércate.

Nos dirigimos al camino y me enseño un camino rojo.

-Este camino rojo, dirige hacia mi casa, y está especialmente diseñado para tu uso y para el mío. Siempre que quieras visitarme, solo dirígete en tu nuevo carrito en esa dirección y llegaras a mí.
-Creo que ese caminito se desgastara muy pronto.
-Eso espero.
-¿Quieres estrenar el caminito?-Le dije mientras jugaba con las llaves en mis manos.
-No hay nada que desee más… bueno… solo esto.-Y así junto nuestros labios en un cálido beso…