Capitulo 43 Alejandra

Me dijeron que me presentarían a su familia, pero que había algunos semivampiros, era fascinante todas las cosas nuevas que se aprendían en un día, siendo ellos mitad humanos, había la posibilidad de que no pudiera controlar mi sed, pero ellos prometieron detenerme, aunque pensaron que no sería tan necesario, después de todo lo que había bebido… aun así, me sentía más tranquila sabiendo que ellos podrían detenerme, no podría perdonarme el dañar nuevamente a alguien, y menos a gente que ha sido tan amable conmigo, aun cuando no tenían la obligación de ello.

Nos acercábamos a la casa a una velocidad prudente. Yo no respiraba por miedo a lo que olería, sentía que el ardor se apoderaría en cualquier momento de mi garganta. Edward me dijo que no era necesario que hiciera aquello, pero yo insistí, además de ese modo me sentía mucho más cómoda. Pronto estuvimos lo suficientemente cercas de la casa… o más bien, gran mansión, y fui capaz de escuchar las respiraciones de los habitantes, y los palpitares de tres corazones. Mis ojos se abrieron, no esperaba encontrarme con mas humanos, es decir, mas tentaciones. Estuve a punto de irme, pero Edward me detuvo y junto a el Jasper. Les dije que no quería ir, no me sentía lo suficientemente fuerte como para poder controlarme, si era necesario, pero Edward me dio ánimos diciendo que si lo lograría, intercambiaron algunos siseos a los cuales no puse atención, pues me sentía demasiado nerviosa.

Después de que prácticamente me arrastraran hasta el umbral entre las escaleras, nos detuvimos unos segundos, tome una última bocanada de aire y pude percibir olores bastante distintos, entre ellos, uno que hizo que me ardiera un poco la nariz, un gruñido salió de mi pecho y Edward me dijo que me acostumbraría. Ambos me jalaron hacia adentro de aquel lugar. En cuanto entramos, sentí todas las miradas sobre mí, me dedique a observar el suelo, como si esto fuera lo más bello que jamás hubiera visto, aunque no estuviera contemplándolo de aquella forma, solo intentaba desviar las miradas…

-Bienvenida…-Dijo dulcemente una muchacha de cabellos cortos y alborotados, me miro dulcemente, pero de pronto su gento cambio.-¿Podrías decirme tu nombre?

Fruncí un poco el seño, jamás pensé que me recibirían tan bien… esperaba que me regañaran por haber dañado a Anthony y la otra bella chica, pero no esto. Intente recordar mi nombre. Bastante. Pero aun así mis esfuerzos fueron nulos, pues no recordé absolutamente nada.

-La verdad es que… no recuerdo nada.-Dije bajito, me sentía mal, ellos tenían toda la amabilidad y cordialidad del mundo y yo no podía siquiera decirles mi nombre.
-No me sorprende, no eres la primera a la que le sucede… a propósito, soy Alice, esta es mi familia.-Continuo con una hermosa sonrisa que de cierto modo me infundio confianza.
Después se acerco a mi grácil mente, debo admitir que me dio un poco de envidia su manera de caminar, tan elegante y delicada. Me fue presentando a cada integrante de su familia que se encontraba ahí en esos momentos; Valery, que era hija de Alice y Jasper y gemela de Anthony, ella era la hermosa chica de la cueva. Bella, que era la esposa de Edward, ambos tenían una hija, Renesme, pero en esos momentos no se encontraba. Anthony, Astrick y finalmente el chico causante de aquella apeste que hacía que me ardiera la nariz, Seth. Este estaba muy cercas de Valery, la miraba de una manera… supuse que eran pareja, y no me equivoque. Cuando me presentaron a Seth, no pude evitar arrugar la nariz, me reprendí bastante por aquello, pues todos habían sido tan cordiales… y yo portándome como una chica malcriada, me disculpe con él, y al parecer a él no le molesto que no lo saludara, lo cual agradecí infinitamente en mi interior.

Me presentaron a todos los ahí presentes y prometieron presentarme después a los demás integrantes de esta familia. Me sentía sumamente feliz, aunque no por ello podía dejar de sentirme como si fuera una intrusa… Alice comenzó a murmurar cosas que realmente no entendí por la velocidad y por lo bajo que las mencionaba, pero en ese momento tomo delicadamente mi mano y me invito a subir a su habitación, al principio me negué, pero al parecer nunca podrías ganarle a Alice, eso lo supe al ver la reacción de todo el mundo en la sala. Pero antes de irme, me ofrecieron quedarme con ellos, y enseguida acepte gustosamente. Aunque seguía sintiéndome como si fuera una carga…

Subimos y entramos en una habitación bastante amplia y decorada delicadamente, no puedo describir la hermosura de aquel lugar, pues simplemente no le haría justicia. Después me jalo y me dijo que me duchara, que no podía merodear por todo el mundo en mis fachas, y con un fuerte suspiro entre al baño, me observe en el espejo y valla que necesitaba una ducha, mi cabello estaba todo enmarañado, mi rostro estaba lleno de tierra y marcado por las ultimas lagrimas que mi cuerpo brindo… tenía un aspecto realmente terrible, por lo tanto no quise observarme mas en el espejo, no quería destruir aun mas mi autoestima.

Me bañe tallándome bastante, pues mi cuerpo estaba realmente sucio, sentía el agua caer por mi cuerpo, brindándome una deliciosa sensación. Me relaje bastante y pude asimilar aun mejor las cosas. Después de un largo tiempo en la ducha, salí y seque todo mi cuerpo, después me puse una bata que estaba en la puerta, supuse que Alice la había puesto ahí. En cuanto salí del baño, Alice se acerco a gran velocidad a mí y me jalo a otra habitación llena de ropa, mirando conjuntos de ropa hermosa y después me observaba a mí, estaba buscando y sus ojos brillaron cuando finalmente hallo algo, lo saco y finalmente pude observarlo, era un hermoso vestido, demasiado bello diría yo. Me insistió en que me lo pusiera, pero yo no podía, realmente sentía muchísima vergüenza y pena, no podía abusar de ellos de aquella manera. Me disculpe y le di una y mil veces perdón. Después me invito a que me sentara junto a ella en su cama con un dulce movimiento de mano, me acerque lentamente a ella y me senté a su lado mientras ella jugaba con mis riso que ahora podían admirarse mejor sin tanta suciedad y mugre.

-Déjame ayudarte, juro que te veras realmente hermosa.
-No puedo, sería un abuso de mi parte aceptar todo aquello… siendo que ustedes han hecho ya bastante por mí sin que sea su obligación hacerlo…
-Deja de decir tonterías y déjate querer.-Me sonrió dulcemente y continuo.-Sabes, no eres la primera a la que le sucede esto…

Después de una charla me rebelo algo que jamás me imagine… a ella le había pasado algo similar a mí, cuando fue transformada, no recordaba nada de su vida humana… pero la diferencia era que ella por lo menos recordaba su nombre. Tuvimos una larga plática y finalmente me convenció, Alice era demasiado buena conmigo, al igual que los demás integrantes de esta familia.

Después de que terminara Alice de arreglarme y de verla pasar como un torbellino de aquí hacia haya y de haya hacia aquí, me observe en el espejo. Lucia realmente hermosa, demasiado, diría yo. No podía concebir que yo fuera la belleza que se encontraba ante el espejo. Mis labios, mi rostro, mi cuerpo, todo lucia perfecto. Pero mis ojos rojos escarlata… provocaban una sensación de escalofríos en mi interior, no recordaba de qué color habrán sido mis ojos, pero ese rojo… era realmente escalofriante.

Después Alice me puso unas zapatillas, eran realmente un martirio, sentía que era imposible mantener el equilibrio. Alice rio un poco de mis caídas, aunque negó varias veces con la cabeza y puso una mueca pensativa, después regreso con unas zapatillas un poco más bajas.

-Tenemos que trabajar un poco con tu equilibrio, es increíble que aun siendo vampira te pase esto…

Reí y pedí una disculpa. Estoy segura que de haber sido humana… me hubiera sonrojado bastante. No podía sacar de mi pecho la sensación de arruinar todo. Nos dirigíamos hacia los otros, que continuaban en la sala y pude observar el cambio en sus rostros, y vaya que hasta yo me había sorprendido de mi cambio de aspecto, pues había que admitir que aunque anteriormente lucia bastante mal, ahora lucia extraordinariamente bien. Respire profundamente y me acerque a ellos, en el ambiente pude percibir el olor del chico licántropo, pero si ellos habían aprendido a acostumbrarse a él, yo también podría, además gracias a su olor, y a que estaba lo suficientemente bien alimentaba, ya no me atraía tanto la sangre de Anthony y Valery, no puedo negar que olía extremadamente bien, pero no se me antojaba y menos ahora que los conocía y sabia las personas tan maravillosas que eran.

Y así pasaron los días, este era un fuerte cambio para todos, pues no estaban acostumbrados a que una neófita estuviera de aquí para allá como si nada, aunque intentaba mantenerme lo más lejos posible de Anthony y Valery, no me atraía mucho su sangre, pero no por eso perdí el miedo a herirlos nuevamente. Valery tenía constantemente pesadillas terribles, y todos nos quedábamos ceras de ella, velando su sufrimiento e intentando disminuirlo lo mayor posible.

Con el pasar de los días llegamos a la conclusión de que yo necesitaba un nombre, y de cierto modo era cierto. Estuve pensando que nombre seria el adecuado, pero con la perdida de mi memoria, no podía imaginar ningún nombre que no fuera el de alguno de los integrantes de la familia. Todos comenzaron a decir nombres, la mayoría propuestos por Alice, pero los nombres que ella proponía, aunque eran bellos, al parecer no encajaban mucho en esta época. Todos nos encontrábamos en la gran biblioteca de la casa, para ver si obteníamos suerte y encontrábamos el nombre adecuado, además aunque hubiéramos querido salir y despejarnos un poco al aire libre, afuera llovía a cantaros, y aunque a nosotros no nos afectara tanto, sabia perfecto que a Alice no le agradaría mucho que arruináramos sus bellos conjuntos de ropa. Valery estaba atenta a todas las propuestas y de vez en cuando proponía uno que otro nombre, que aunque también eran bellos, no terminaban de convencerme. Mientras que Anthony estaba un poco mas apartado, durante estos días había estado observando su comportamiento, y a pesar de ser todo un caballero era bastante serio.

-Alejandra.-Susurro Anthony bastante bajito.
-¿Qué dijiste?-Pregunte bastante interesada, me agradaba como sonaba aquel nombre… “Alejandra”.
-No dije nada, olvídalo. Es una tontería.-Contesto el restándole importancia al asunto. Otra de sus características, era demasiado modesto.
-No, no, no. Yo no lo creo así. Además me gusta cómo suena.-Dije con una sonrisa, intentando infundirle un poco de confianza.
-Muy bien, entonces serás, Alejandra.-Continuo una sonriente Alice.

Realmente me encantaba mi nuevo nombre, los sonidos que se producían al pronunciarlo, aunque no pude explicarlo, me agradaba en sobremanera aquel hermoso nombre. Le agradecí a Anthony por la ayuda con la mejor sonrisa que pude dar y él respondió el gesto con otra sonrisa igual de hermosa. Y así continuaron los días con mi nuevo nombre, me agradaba mucho tener ahora un nombre, pues esto mejoraba considerablemente las cosas, pues ahora podían llamarme por mi nuevo nombre y no estarían inventando prefijos o apodos para llamar mi atención.

Durante los siguientes días hubo algunas ligeras discusiones con los licántropos de la manada de los Quileutes, pero nada que no pudiera solucionarse, se habían dividido turnos y territorios para estar vigilando, quien quiera que me hubiese transformado, estaba suelto y no se sabía si transformaría a alguien más. Alice había cambiado considerablemente su carácter, aunque realmente no conociera el motivo de aquello. Y Vale continuo teniendo esas terribles pesadillas, aunque la intensidad y frecuencia de ellas habían disminuido, pero cuando llegaba a tenerlas, alteraba un poco el humor de todos, la verdad era que todos nos preocupábamos por ella.

Yo intentaba buscar la forma o la manera de poder ayudarlos, pero no conocía ninguna, me sentía completamente inútil, inservible. Pero no había nada que yo pudiera hacer. Como sabia que Vale estaba un poco débil, durante su presencia intentaba no respirar, pues había veces que su sangre me llamaba un poco, y el ardor en mi garganta incrementaba. Por lo tanto, todos los días salía de caza, pues siendo neófita, el ardor en mi garganta era más fuerte. Jasper solía acompañarme todos los días, y esa era una compañía que agradecía bastante, pues así no me sentía tan sola, pero no por eso me dejaba de sentir algo culpable, todos tenían muy buen autocontrol, pero el mío era muy bajo, Jasper intentaba darme ánimos diciendo que con el tiempo lograría a dominarlo, pero me costaba lograrlo, por lo tanto intentaba estar lo más lejos posible de todos los humanos. Pero si algo me animo suficiente, fue la confesión que me hizo en uno de nuestros días de caza, a él también le tomaba un poco de esfuerzo controlarse ante los humanos, claro actualmente le era mucho más sencillo controlarse, pero en su tiempo le fue bastante difícil. Eso me dio ánimos y esperanza de que tal vez algún día yo también pudiera acudir a la escuela, tal y como Valery y Anthony, que estaban por terminar por primera vez la preparatoria, y esto solo aumentaba un poco el actual estrés.

Por lo general, nunca estaba sola; si no cazaba, platicaba con Edward, o me dedicaba a observar los comportamientos de la familia, en ocasiones me acercaba a Bella, Alice o Jasper a conversar un poco, etc. Pero cuando estaba sola, salía y corría un poco, me encantaba sentir el aire contra mi cuerpo, me sentía… libre, fresca. Me hacia bien. O también solía sentarme bajo un árbol e intentar recordar algo, pero jamás tenia éxito, Edward me decía que tuviera paciencia y que no perdiera la fe, tal vez algún día recordaría todo. Pero para ello, no debía dejar vencerme por mis fracasos.

Esa mañana después de que Alice me arreglara –lo cual se había vuelto un poco habitual– pensaba dirigirme a correr un rato y tal vez a leer algún libro. Pero durante el camino me encontré a Anthony, el se encontraba sentado en la cima de las escaleras, se miraba bastante pensativo, y un poco triste. Estos últimos días, había notado que entre ellos había una fuerte conexión, aunque no supiera hasta que punto estuvieran unidos. Si ella sonreía, el estaba relajado y alegre. Si ella esta triste o pensativa, el estaba más serio. Si ella tenía esas terribles pesadillas, el se miraba estresado y frustrado. La verdad el me caía muy bien, aunque fuera tan serio, y no me gustaría verlo triste por ningún motivo, lentamente me acerque a él, al parecer estaba tan distraído que no fue consciente de mi presencia hasta que le hable.

Mil gracias por todos los comentarios, encerio. Y respecto a un comentario, Gabriela, juro que le puse para que se vieran los dos que pusiste, pero no los veo publicados. No los tengo de esa forma por mala, o por que no quiera publicar un mal comentario (gracias a dios no he tenido) pero de ese modo puedo saber si me comentan y leer absolutamente todos sin falta alguna, es mas comodo para mi. Y pues tienes toda la razon, es mi culpa por tardar tanto en publicar, aunque no es intencional, perdon. Y cierto, no es obligacion leer los otros blogs, pero era solo para que conocieran su maravillosa historia, y la de sus personajes, como se desenvuelven, todo. Encerio perdon si esto no les agrado, pero solo espero que pasen a su blog y se den cuenta de la gran escritora que es, y lo grandiosa que es su historia, la forma de describir y relatar que tiene, me encanta y estoy completamente segura que no solo a mi. Pero bueno, no los puedo obligar a nada y nunca fue mi intencion, si me mal interpretaron pido disculpas. Y espero que les haya gustado el capitulo:D Hare todo lo que pueda por publicar el jueves:) (ahora que no tengo mi notebook tengo que compartir la computadora de la casa con mi familia>.<) Comentarios? Gracias^^

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"Nadie puede imaginar su pasado si no lo conoce y por ello desea conocerlo. A diferenca de la mayoría de la gente, yo no lo quise saber. Un error que me costó el dudar de mi jucio y llegar al punto de no creer en nada más que cosas que no tienen sentido"

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