sábado, 24 de abril de 2010
Capitulo 38 Te encontre (Armando, Sofi, Armando)
jeje pero esque habia tenido mi semana de examenes o.O!! & pues por ese motivo razon y circunstancia no habia publicado:P WOW! este es el capitulo qe mas me a costado escribir & EL MAS LARGO DE TODOS!!!! es demasiado largoxD mas qe todos los anteriores:P espero qe les gusteD:!!!! jejeje los adoroxD(L) gracis por continuar a mi lado con esta historia & en el proximo capitulo muchas cosas se rebelaran... los adoroxD(L) gracias por todo & espero qe realmente les guste el capituloxD si tienen dudas con mucho gusto las respondere en el siguiente capitulo (preguntas qe me sean posibles contestarxD) gracias && comenten^^ (eso es lo qe mas me inspira:P)
POV Armando
…Melissa… era en lo único que podía pensar, llevaba tan solo unos segundos de su partida y sentía que ya habían pasado años…
-Armando… yo… lo siento… es que… ella… tu…-Susana intentaba hablarme, pero de su boca no salían más que palabras incoherentes.
Tenia que ser fuerte, tenía que comportarme como un verdadero y afrontar las consecuencias de mis actos, pero me sentía débil, sin fuerzas, perdido… moría porque Melissa volviera y que me obsequiara tan solo una sonrisa… con una sonrisa me sentiría completamente lleno de energía y sé que podría ser capaz de arreglar todo… ¡pero YO LA HABIA HERIDO! ¿Qué tipo de patán era Como para haberla herido y aun así desear que me amara solo a mí? que no tuviera ojos para ningún otro hombre… lloraba, cada vez lloraba más, no podía creer que esto me estuviera pasado a mi… tal vez tanta felicidad había sido excesiva… y ahora debía pagar el precio. Me había perdido en mis pensamientos mientras lloraba, hasta que me di cuenta de que me encontraba en el suelo recostado, ahogándome en mis lágrimas… y Susana se encontraba hincada a mi lado, intentando disculparse y con algunas lágrimas resbalando de sus ojos, se miraba tierna. me incorpore y le ofrecí mi mano para levantarla, ella la miro a mi y después a mí, brinco a mis brazos, y al estar en ellos comenzó a llorar descontroladamente, la abrace a mí, pues de cierto modo me recordaba a lo que yo había perdido… a lo que yo más amaba… a Melissa. Ambos llorábamos fuertemente, hasta que apareció Paula de entre los árboles.
Venía con su dulce aire tan despreocupado, si acaso ella supiera del tormento que mi alma albergara en ese momento… nos miró extrañada a Susana y a mí. su rostro cambio drásticamente y corrió hacia nosotros.
-¿Qué paso?-Su semblante no mostraba ni una pisca de tranquilidad que había tenido antes, sino al contrario, se veía una Paula total y completamente aterrada.
-Me… Mel…-Intentaba decir yo entre sollozos, pero me sentía tan incapaz de nombrar su hermoso nombre, yo era el único culpable de todos su sufrimiento, me sentía un canalla. En cuanto Paula entendió de quien se trataba sus ojos se abrieron como platos y comenzó a moverme de los hombros desesperada, intentando que yo pronunciara algo, algo de lo que no me sentía capaz de decir…
-¿Qué paso con Melissa?-Me pregunto por enésima vez Paula, las lágrimas comenzaban a juntarse en sus ojos. Pero para mi desgracia, eso no me daba fuerzas para hablar, agache mi cabeza y seguí llorando por mi desgracia…
-Se fue.-Dijo Susana entre sollozos.
-¿A dónde se fue y por qué?-Pregunto desesperada Paula.
-No sabemos, es que ella… nos vio… besándonos.-Dijo apenada Susana, maldición. Se escuchaba tan terrible esa palabra, ¿Por qué la bese? Jamás creí poder sentirme menos que nada, pero hoy lo había logrado.
-La traicionaste.-Susurro Paula con su vista en el vacío… sentirse como la nada, era sentirse en gloria a comparación de cómo me sentía.-Y en vez de buscarla, te quedas aquí abrazando a Susana.-Dijo con rabia en sus palabras, cada vez me sentía peor. -No sé tú, pero yo si la quiero REALMENTE, y más te vale no querer acercarte a ella, porque te juro que no respondo.-Paula comenzó a temblar.
-No fue su culpa, fue algo que se dio.-Dijo Susana intentando defenderme, de su pecho salían gruñidos.
-¿Qué se dio o que le diste? No sé por qué volviste, la manada estaba mucho mejor sin ti, y si a ustedes no les importa a mí sí, yo me iré a buscar a MI amiga que me necesita.-Los rugidos que soltaba Paula eran los más altos que jamás hubiera dado, los temblores en su cuerpo eran incontrolables y en eso… entro en fase y se adentró al bosque no sin antes aullar.
Tome mi cabeza entre mis manos y comencé a jalarme el cabello, esta situación me estaba desquiciando, hasta que escuche 3 aullidos perturbadores, sin pensarlo dos veces entre en fase…
-¿Qué sucede?-Pregunte rápidamente, a mi mente venían mil y una desgracia, y todas ellas relacionadas con MI Melissa.
-Ya no es TU Melissa.-Grito furiosa Paula.-Y lo que pasa es que desapareció, no hayo su rastro.
-¿Cómo que desapareció?-Desesperadamente comencé a buscar su exquisito aroma, pero en efecto no lo hallaba.
Desesperadamente comencé a intentar ayer su aroma, pero parecía como si hubiese desaparecido. Ignoraba a todas esas voces en mi cabeza, solo existía un objetivo para mí en mi mente… Melissa. Llevaba uno 20 minutos y no hallaba nada, esto se volvía cada vez más desesperante. Hasta que por fin detecte su aroma, ese aroma tan inconfundible para mí, tantas veces me había perdido en ese delicioso aroma, que podía apostar mi vida que por ahí había estado, pero había algo diferente, un aroma diferente, pero no podía estar seguro de que se trataba, de un vampiro, humano o un licántropo. Solo rogaba por que fuera un licántropo, pues los chicos la podrían cuidar bien, un humano daría lo mismo, pero un vampiro… trague en seco al pensar en todas las terribles posibilidades, hasta que de repente se escuchó un terrible y desgarrador grito.
-¡MELISSA!-Ese grito era de mi Melissa, sin importarme ni un comino los demás comencé a correr, como si mi vida dependiera de ello, y en realidad así era, Melissa era mi vida… corrí a gran velocidad, impotente al no saber qué dirección tomar, hasta que el grito se profundizo más y más, sentía como millones de golpes atravesaban mi alma con el temor de que un solo rasguño la hiriera.
-Espéranos, Armando. Somos una manada, no sabemos a qué nos enfrentamos y es ELEMENTAL que nos mantengamos juntos.-Ordenaba Juliet, ella era quien lideraba durante las horas de ausencia de su hermano.
-Tú no eres la líder, Juliet, te recuerdo que ya NO lo eres.-No sabía porque decía esas palabras, únicamente la hería de sobremanera, yo lo sabía perfectamente, pero simplemente no podía detenerme.
-Susana, alcánzalo. No se separen, y los demás apresuren su paso.-Dijo Juliet ignorando olímpicamente mi comentario anterior, realmente agradecía infinitamente que lo hubiera hecho, hasta que un olor dulzón nos llegó. Eran dos.
Y pronto los tuvimos ante nosotros, dos vampiros, una joven y un muchacho… pero había algo extraño en ellos, mi instinto me decía que los asesinara, que eran vampiros y por lo tanto mis enemigos naturales, pero claramente podía escuchar el palpitar de sus corazones y los ojos de ambos eran de un intenso color verde, ambos traían una respiración agitada, nos miraron por unos segundos con pánico y al siguiente segundo habían desaparecido ante nosotros, no comprendíamos que pasaba, pues era como si el viento se los hubiera llevado.
-¿Pero que…?-Comenzó Jordán…
-No es momento de preguntas, Jordán, tenemos que hallar a Melissa.
-Ahora si te interesa.-Pensó irónicamente Paula.
-No comiencen y busquen.-Ordeno Juliet evitando que yo pudiera responderle a Paula.
El grito de Melissa ceso, y un olor a sangre nos invadió a todos, sentía que mi corazón estaba por salirse, no podía vivir sin ella, ella era mi todo y yo la había defraudado, intentamos seguir el efluvio, pero al parecer algo o alguien no quería que nos acercáramos, pues tan fácil como lo hallábamos así lo perdíamos, esta era una situación estresante, me sentía impotente. Durante horas estuvimos buscando el paradero de mi Melissa pero no encontramos nada, ni la más remota pista… comenzaba el crepúsculo y simplemente no hallábamos nada, el ocaso comenzaba a aparecer y todas esas horas de búsqueda habían sido en vano…
Me sentía totalmente agotado, al igual que los demás, pero no me podía detener, tenía que hallarla costara lo que costara, aun si ella me pedía que me alejara eternamente de ella lo haría con la condición de que ella estuviera sana y salva y que fuera inmensamente feliz aun si no fuera a mi lado. Las lágrimas bañaban mi pelaje y mis patas se movían mecánicamente.
-Armando, es momento de regresar, mañana continuaremos con la búsqueda.
-Váyanse a ustedes que yo no desistiré.-Dije decidido alejándome de ellos.
-Armando regresa en este mismo instante.-Ese era Aron que acababa de entrar en fase.-Es una orden.-Dijo más serio de lo que jamás lo había escuchado.
-No puedo.-Dije con un nudo en la garganta.-La NECESITO encontrar.
-Sé que te duele esta situación, Armando, al igual que a todos nosotros…
-No tienes ni la menor idea del dolor que siento, el terror que siento del solo imaginar de que algo le pase.
-Tal vez no sienta ese dolor, pero te recuerdo que ella es como una hermana para nosotros y que nosotros NO provocamos esto.-Ese había sido un golpe bajo, una nueva ronda de lágrimas amenazaba con salir de mis ojos.
-Gracias por recordármelo.-Dije con cierto acido en mis palabras.
-No creas que me agrada acerté daño de esta manera, Armando. Pero primero está mi manada, y debo procurar su bienestar, todos están absolutamente cansados y no tenemos idea del tipo de peligro que nos podamos encontrar, así que amablemente te pido que recapacites, no estoy dispuesto a dejarte partir solo y no puedo permitir que mi manada se enfrente a peligros que desconocidos estando así de cansados. A mí me preocupa al igual que a ti esta situación, a todos nos preocupa, solo descansaremos unas cuantas horas y continuaremos con la búsqueda. ¿Entendido?-Él había utilizado ESE maldito tono que me era imposible desobedecer. Sentía furia, desesperación, y muchos otros sentimientos dominar mi ser, pero no podía hacer nada, yo lo miraba fijamente a los ojos, pero baje la mirada de manera que supiera que obedecería sus órdenes.
Regresamos todos, pero nadie pensó o dijo nada, era un silencio sepulcral que solo me ponía más nervioso, jamás en toda mi existencia me había sentido de esta manera, sentía como si todo mi mundo se estuviera mintiendo abajo, la agonía jamás había estado más presente en mi vida, ni cuando había perdido a mi hermano y mis padres en aquel accidente… lo que había sentido en aquella ocasión había sido algarabía a comparación de los sentimientos que me albergaban en este momento.
En cuanto llegamos cambie de fase me puse un shorts y me dirigí a gran velocidad a la cabaña de Melissa, necesitaba pensar que estaba bien, necesitaba sentir su esencia cercas, necesitaba mirarla y quedar nuevamente hipnotizado por su hermosura sin medida, necesitaba probar de sus labios y perderme en el limbo, la necesitaba a ELLA. En cuanto entre en su recamara, seguí el lugar que más poseyera su aroma y ese lugar era su cama, me acerque y al verla, note la posición en la que había dormida, pues la había dejado des tendida y la cama se había amoldado un poco a su perfecto cuerpo. Me recosté lentamente intentando no borrar sus huellas y respire su aire hasta llenar completamente mis pulmones de su fragancia, pero no era lo mismo, no era lo mismo porque no era ella, no era MI Melissa, tome su almohada abrazándola a mí y comencé a sacar todo ese dolor que a mi alma albergaba, comencé a llorar desesperadamente sin control, gritando su nombre, esperando que ella entrara por esa puerta y me dijera que me perdonara, que me amaba y que estaba bien, que jamás me dejaría… pero eso era demasiado pedir, demasiados errores había cometido y ella era más de lo que merecía…
Me perdí en mis sueños esperando volverla a ver…
**********
6 meses… 6 meses sin ninguna novedad de Melissa, no había noche en que pudiera conciliar tranquilamente el sueño, no había día en que no la buscara desesperadamente. Nada se comparaba a la tortura que era mi vida actualmente... había perdido al amor de mi vida, no podía ver a los ojos a los padres de Melissa sin soltarme llorando, era un martirio ver como sus padres sufrían por mi culpa, todas las noches hablaba con Sofí, que lloraba desquiciadamente por querer volverla a ver… pero gracias a su beca aunque quisiera no podía regresar. Era una situación desesperante, y simplemente no podía desahogarme con nadie… mis suegros no conocían la verdadera historia, solo sabían que ella había desaparecido, la policía había tomado cartas en el asunto, mas no habían logrado nada. Sofí sabia la verdad, pero ella también sabía que no podíamos decir nada, mis amigos… más bien compañeros… me evitaban, no me permitían ni acercarme, intentaba hacer guardias yo solo… pues de esa manera no escucha las cosas poco agradables que tenían para mí... eso solo fueron los primeros tres meses… ahora me brindaban su apoyo, un apoyo que realmente necesitaba en sobre manera.
En mi mente lo único que había, además de la constante imagen de Melissa era la palabra muerte… ella podría estar muerta… Morir… eso era lo que realmente deseaba… pero no podía hacerlo… no podía faltar a mi última promesa a ella… no sabía por qué había prometido esa estupidez, ¿vivir sin ella? ¿qué clase de vida era esa? Era la clase de vida que yo llevaba en estos momentos… una vida sin vida…
-Tienes que superarlo, Armando. ¡Ya Han pasado SEIS meses!
-¡SEIS MESES, SUSANA! No tienes ni la menor idea de lo que es eso, porque TU NUNCA HAS TENIDO UNA IMPRONTA.-Dije con toda la rabio y coraje que me embargaban.-Yo… yo lo siento, Susana, no fue mi intención hacerte daño, es solo que… yo.-Me arrepentía realmente de haberle dicho eso… ella era la única que jamás me había abandonado… que siempre estaba ahí al pendiente de mí y yo la lastimaba ¿por qué siempre daño a todas las personas que amo?
-Tranquilo… ambos sabemos que si lo quisiste decir. Pero yo ya encontré mi impronta…-Dijo tímidamente, un odio que no comprendí me invadió… ¿Celos?
-Y… ¿Quién es?-Pregunte como si no me importara mucho, mientras que en el fondo sentía un inmenso dolor…
-Tu.-Dijo y me beso en los labios. Era una sensación extraña, me gustaba, hace mucho que no probaba unos labios… me estaba dejando llevar por mi instinto, pero a mi mente vino la última imagen que tuve de Melissa y rápidamente me aleje de ella.
-¿Qué he hecho, que he hecho?-Me preguntaba una y otra vez mientras caminaba en círculos con mi cabello entre mis manos. Hasta que me detuve y susurre.-Yo no puedo ser tu impronta, Susana… yo ya… yo…tengo… tuve… a Melissa.
-Armando… sé que eres tu.-Dijo mientras tomaba mi mano con la suya.-O ¿Como explicas esas emociones que nacen en mi al verte, o que aunque lo niegues me quieres más que como una amiga o una hermana, te agrada tenerme cercas?-Cada palabra cierta… pero uno no podía tener dos improntas… ¿o sí?
-Armando déjame demostrarte que yo.-Dijo mientras me acorralaba con sus brazos y acercaba sus labios cada vez más a los míos.
-No, Susana, no. Me tengo que ir.-Dije y me escabullí rápidamente dejándola sola.
Necesitaba aclarar mi mente…
**********
4 meses… más tiempo sin saber nada de Melissa… ya habían pasado 10 meses de su desaparición… y lo único que me decía que ella realmente había existido y estado en mi vida, era este constante dolor, su constante imagen en mi cabeza me recordaba lo idiota que era, al haberla engañado de esa manera… y lo peor de todo es que no solo me sentía afectado, dolido y herido… sino que además me sentía realmente atraído por Susana, no entendía que era lo que pasaba ¿porque todo esto me pasaba a mí? ¿acaso hice algo extremadamente Como para que todo esto me sucediera a mí? tal vez tanta dicha y felicidad no era permitida… y ahora debía pagar el alto precio por la inmensa felicidad que había tenido.
Me encontraba como era últimamente mi costumbre, en el bosque. Me exiliaba de todo y todos en busca de un poco de paz que desgraciadamente, nunca aparecía. Mi alma solo lograba conseguir un poco de alivio en sueños, sueños bellos y hermosos que tenía con Melissa… era en el único lugar en el que la podía ver, oler, oír y besar, era ilógico, pero así era. Comencé a escuchar como un carro se acercaba… ella había vuelto. Me levante y corrí hacia la mansión. Sofí había regresado.
Todos la recibimos con abrazos y besos a excepción de Susana y León pues ellos estaban en guardia, Sofí ya tenía 10 años y lucia realmente hermosa, traía ropa de Londres muy bella, resaltaba su belleza, se parecía tanto a Melissa… después de un rato sus padres y ella salieron a dar un paseo, al parecer tenían que platicar.
POV Sofí
Por fin volvía a mi hogar, después de tantos meses de incertidumbre, jamás debí de haber aceptado esa tonta beca, de saber todo lo que sucedería no lo había hecho. Le había fallado a mi hermana… no había estado aquí cuando ella más me necesitaba, solo por seguir un tonto sueño. Jamás pensé que la extrañaría de esta manera, extrañaba que se disculpare por cualquier motivo, su risa, sus abrazos, sus besos, su voz. La extrañaba completamente… la necesitaba tal y como ella me había necesitado a mi… y yo le había fallado. En algún momento de mi vida me llegue a considerar una buena hermana… pero no. No era así, yo le había fallado. Ese sentimiento fue mi fiel compañero durante todos estos meses. Estaba nerviosa. No quería llegar a casa aun, no quería hallarme con Susana y el antipático de su hermano. Pero si quería estar con mi familia tendría que hacerlo... no podía comprender como era posible que Armando le hubiera hecho eso a mí hermana, él me había jurado y perjurado que la amaba más que a su vida… pero ella había herido… realmente no lo culpaba por su desaparición, pero si por la haberla dañado de esa manera.
Mi respiración se agitaba con el solo imaginar que pronto estaría ante mis padres, por fin. Al llegar los abrace y solté varias lágrimas, el dolor era extremadamente grande y estando separados los unos de los otros, lo había empeorado todo. Realmente me había dado mucho gusto volver a ver a todos los chicos nuevamente, pero ciertamente el lugar no era el mismo sin Melissa. Después de un rato mis padres y yo decidimos pasear un momento. teníamos cosas de las cuales platicar.
Hablamos de lo unidos que debíamos permanecer, ahora más que nunca, mi mama se miraba devastada, y a mi papa… jamás lo había visto llorar, mi mundo se estaba desmoronando y yo no podía hacer nada para detenerlo. Después de unas cuantas horas, decidí dar un paseo por el bosque a solas, dejando a mis padres en la mansión, antes de ir a la cabaña que compartía con Melissa necesitaba un poco de aire fresco y así lo hice.
Realmente había extrañado demasiado este sitio, dar paseos por las tardes y respirar este aire fresco tan familiar. Cerré mis ojos esperando que los bellos y dulces recuerdos me invadiera, y así lo hicieron, comencé a dar vueltas y a tararear una canción dulce y tranquila, hasta que escuche ruidos de entre los árboles, rápido me detuve e intente observar quien se escondía tras los árboles, pero no veía nada, sentía la mirada de alguien sobre mí.
Me acerque lentamente a los árboles para encontrarme con el… León. Mi corazón se quedó sin aliento, el me miraba detenidamente, me miraba diferente, no me miraba de aquella manera tan déspota con la que me había visto en nuestro primer y último encuentro… me miraba como… como si yo fuera alguien importante para él, como si estuviera viendo una maravilla. Realmente se miraba lindo y un instinto en mi me decía que lo abrazara, que lo abrazara no solo por los tristes sentimientos que me embargaban por la extraña desaparición de mi hermana, si no tan bien porque lo necesitaba, necesitaba un abrazo, un abrazo de él.
Como si hubiera leído mis pensamientos me abrazo fuertemente, me estrecho entre sus cálidos brazos, yo lo envolví con mis brazos también dejándome llevar por los extraños sentimientos que nuevamente me envolvían. Y de un momento a otro sentí que lo necesitaba a mi lado, aunque no fuera como pareja lo quería y lo necesitaba como confidente, como amigo y como hermano, sentía que estando a su lado todo estaría bien, que todo se solucionaría. Su aroma me encantaba, me había hipnotizado, no me importara que fuera 5 años mayor que yo… yo lo quería y necesitaba…
Pronto me estrecho más, y todos los sentimientos que trataba de ocultar salieron, comencé a llorar de desesperación, por no saber nada de mi hermana, por haberle fallado, por ser tan inútil, por no haber hecho nada bien, porque solo hería a los que realmente amaba. Sus brazos cada vez me rodeaban más y comenzó a tararearme una canción, dándome cada cierto tiempo besos en mi cabeza. Su camisa se encontraba empapada por mis lágrimas, pero a ello no le importaba, el me cuidaba, tal y como yo cuidaría de él. Estuvimos así un largo rato, el atardecer comenzaba, y nosotros continuábamos abrazados, solo que ahora recostados en el suelo, ninguno había pronunciado ninguna palabra desde que nos habíamos reencontrado, nuestros silencios hablaban por nosotros. Las estrellas se miraban más hermosas que nunca, o era que yo miraba al mundo de una manera diferente, de una manera más especial. De los arbustos comenzó a salir una mujer… Susana, la mayor causante de todos mis males, de todo mi dolor. El al verla me alejo rápidamente de él, y me dio una mirada indiferente, una mirada de odio y repugnancia. Por algún motivo que no comprendí, eso me dolió demasiado, sentía un dolor indescriptible e imparable, como si el aire comenzara a faltar, como si todo se fuera a derribar. Se paró y se marchó con Susana.
Esa noche soñé con el…
**********
POV Armando
POV Armando
Habían pasado otros 6 meses desde el regreso de Sofí, y ella se había imprimado de León, aunque por algún motivo que no comprendía, el evitaba pensar o hablar de ella, la evitaba a ella. como si no la quisiera siendo que en sus pensamientos claramente podíamos ver los sentimientos que habían florecido en él. En algunas ocasiones lo mirábamos observarla a la distancia y suspirar, pero mientras ella estuviera cercas la trataba indiferente, como si la odiara, a todos nos extrañaba ese comportamiento en él, no cabía dudas de que esta era una manada extremadamente rara.
A Sofí se le miraba más deprimida que cuando volvió, todos sabíamos que por la situación que vivía actualmente con León, pero nosotros habíamos prometido no interferir, aunque amaramos demasiado a Sofí no podíamos hablar por él, esta era una situación que solo las improntas podían arreglar entre sí.
En cuanto a Melissa, teníamos las mismas noticias de ella que cuando ella desapareció, no teníamos la menor idea de donde se pudiera encontrar… o de COMO se podría encontrar… me sentía miserable, infeliz, las únicas veces que sonreía era al estar cercas de Susana, pero eso simplemente me hacía sentir peor, no sabía que era lo que me sucedía todo se me estaba saliendo de las manos y no sabía qué hacer para que todo se detuviera.
Me encontraba dando rondas en busca de alguna pista de Melissa, me había alejado demasiado de nuestra zona habitual, pero eran medidas necesarias para hallarla, de pronto encontré un aroma extremadamente dulzón… vampiros. Era solo uno por lo que pude identificar, me acerque más y más, estaba en mi forma humana, por lo que mis sentidos estaban muy alertas, mas no completamente. De pronto escuche una voz angelical, una que hizo que mi corazón se acelerara al mil por hora, que mi obscuro mundo recobrara un poco más de luz… ¡ERA MELISSA! Reconocería su voz en cualquier lugar, por desgracia no sabía con quien se encontraba, y su voz se escuchaba por murmullos, hermosos murmullos… de pronto olí aromas más dulzones, era un vampiro y otro aroma muy dulce pero se escuchaba un corazón… ¡Melissa estaba en peligro! Comencé a acercarme rápido, tenía que protegerla, ¡ella estaba viva! Y tenía que salvarla. De pronto pude escuchar su voz más claramente. Me acerque
-Anthony… tú sabes que te quiero, y sé que eres una persona valiosa, tú confía en mí. Yo cuidare de ti, mientras pueda hacerlo.-Esa era la voz de mi Melissa… ¿Quién demonios era Anthony?
-Y no sabes cuánto lo agradezco.-Contesto ese tal Anthony.
Por fin llegue y los tuve ante mí, ¡AHI ESTABA MI MELISSA! Por fin la había hallado, después de tantos meses de agonía ella está aquí, viva, sana y salva… con un muchacho… de pronto él se acercó a ella y coloco un hermoso mechón de cabello de MI Melissa y lo acodo después de su oreja, ella se miraba tan feliz… le dio una cálida sonrisa y después el beso su frente… me sentía a desfallecer…
-¿Qué haría yo sin ti?-El tal Anthony pronuncio en voz alta la misma pregunta que yo me hacía…
Y ella solo se encogió de brazos, el la atrajo aún más a su cuerpo, mas juntos de lo que ya estaban y ella coloco su cabeza sobre la de el… esto no me podía estar pasando, Melissa no podía hacerme esto, ¡por favor que todo sea un mal sueño DIOS MIO! Y ella se alejó un poco de él, suspire aliviado, pero mi alivio no duro mucho, pues ella pronuncio las palabras que me mataron…
-Te quiero, Anthony.
-Yo también te quiero.
No pude soportarlo más, este sentimiento era terrible, me sentía vacío, sin alma, ella YA NO ME AMABA! Lo amaba a él, sin poderlo evitar solté un sollozo, y rápidamente atraje la atención del chico, él estaba frente a mi mientras Melissa me daba la espalda, hasta que se giró y me observo, nuevamente sentí esa conexión tan especial, esa que me decía QUE ESTO ERA REAL! Que no era producto de una fantasía, se llevó una mano a la cabeza… su mirada… su mirada no era de ese hermoso café que yo tanto amaba, ahora era de un dorado, el dorado más hermoso que mis ojos alguna vez hayan observado y ella… su corazón… no… ¡no tenía corazón! Su corazón no palpitaba. Sin poderlo evitar más lágrimas descendieron de mis ojos. No podía permitir que ella me viera así, tenía que huir, ella ya había encontrado la felicidad, ella ya era feliz con otro… que no era yo.
Rápidamente me arme de valor para huir y perderme entre la espesura del bosque, rápido cambie de fase y comencé a correr lo más que mis patas me permitían, ella se acercó a mí en una velocidad inhumana, pero mi instinto me traiciono y le gruñí sin poder evitarlo, ella abrió los ojos como plato y un dolor punzante me atravesó, al parecer el dolor que poseía era tan potente que hasta en mi exterior lo sentí. Ella se alejó y comenzó a correr a dirección opuesta, nuevamente a una velocidad impresionante, inalcanzable y su nuevo amor corrió tras ella…
viernes, 16 de abril de 2010
Capítulo 37 Dolor (Armando)
& como sonlos mejores seguidores aqui les traigo el siguiente capitulo^^ ADVERTENCIA: este capitulo es lo acontecido en el capitulo 35 & 36 pero esta narrado desde el punto de vista de ArmandoxD espero qe les guste:D se los dedico a todas esas personas qe me motivan^^ ustedes saben qien sonxD gracias por apoyarme e impulsarme a seguir escrbiiendoxD el capitulo esta largo asi qe espero qe no se les aga tedioso:S al final vinen las recomendaciones de los blogs^^
POV Armando
Salí de la cabaña de Melissa a gran velocidad con el corazón dolido. ¿Cómo podía llegar a ser ella tan egoísta como para querer que yo no la siguiera? si ella… si ella… no podía ni pensar en esa palabra sin que la agonía se apoderara de mí. Realmente me había dañado más de lo que creía esa conversación… la amaba demasiado y jamás había pensado en la posibilidad de que ella no… no… no siguiera a mi lado… el día en que eso sucediera, el mundo ya no sería mundo y mi vida ya no sería vida… de eso estaba completamente seguro. Desde el momento en que la vi, supe que ella sería mi mundo, mi todo…
Me quite las ultimas lágrimas de mi rostro, no me gustaba llorar, me hacía sentir débil. Y lo peor de todo es que yo era total y completamente vulnerable si se trataba de mi Melissa, y precisamente Melissa me hacía esto. Tenía un torbellino de emociones en mí. Sentía tristeza, porque esa había sido nuestra primera pelea de nuestra relación. Enojo, por la injusticia que hace ella, de pedirme vivir sin un motivo o razón de ser… sin ella. Envidia, envidiaba que mis amigos no tuvieran problemas como los míos, de que ellos pudieran permanecer tanto con sus parejas como la misma eternidad. Miedo, miedo a perderla, ha no verla nunca más, ese era uno de los sentimientos que más predominaba mi ser. Alegría, porque ella iluminaba mis días por más obscuros que fueran, porque aunque hayamos discutido, ella es mi todo, mi alegría, mi sonrisa, mi vida. Y confusión… confusión por Susana… un momento. ¿Por qué de pronto tenia estas dudas? Negué con la cabeza y entre en fase… necesitaba ocupar mi mente en algo más.
Cuando entre en fase le conté todo a Susana, pues era la única que estaba en fase… durante toda la guardia se desvivió dándome consejos y ánimos.
-Tienes que ir a verla.-Me dijo cuando comenzaba el amanecer.-Ella te dijo todo eso porque te ama, y por el simple hecho de no poder pensar en una vida o mundo en el que tú ya no estés, del que tú ya no formes parte…-Sus pensamientos estaban llenos de tristeza.- ¿Lo harás?-Pregunto al fin.
-Lo hare.-Afirme contento.
-Así me gusta… quiero que seas feliz… aunque no sea conmigo. Eso no lo tenías que oír, hay yo y mis pensamientos, Armando, perdona me tengo que ir.-Y dicho esto salió de fase.
Yo me quede confuso… ¿ella me seguía queriendo? Un sentimiento de culpa me agobio… Susana era buena, de buenos sentimientos. Solo que… se había enamorado de la persona equivocada… realmente esperaba que pronto encontrara a alguien que la pudiera hacer feliz y que la quisiera realmente… y en ese momento me lleno un sentimiento de… ¿celos? No, no podía ser. ¿O sí? Era imposible, si yo estaba imprimado de Melissa. La imprimación es algo irrompible… ¿No es así?
Durante toda la noche continúe con la guardia y mis tontos pensamientos… hasta que alguien entro en fase:
-Armando ¿Eres tú?-Pregunto Noah.
-Sí. Hola, viejo.
-Hola, ¿Y Susana, no escucho sus pensamientos, no debería ella estar aquí?
-Si… es solo que… se sintió mal.-Mentí rápidamente.
-Te recuerdo que puedo saber cuándo mientes, genio.-Pensó burlonamente.
Suspire frustrado, él tenía razón. Pero un alivio me albergo, porque sabía que en él era en el único que podía confiar para contarle mis cosas completamente sin el temor de que se las contara a alguien. Casualmente Noah tenía el don, o así nos gustaba pensar a nosotros, de no revelar secretos mientras está en fase… por alguna extraña razón si el no deseaba no podíamos escuchar sus pensamientos…
-Y ahora pienso que estas demente.-Dijo entre burlas.
-Si estuvieras en mis zapatos no creo que estuvieras tan alegre.-Dije mientras daba otro suspiro lobuno.
-Ya puedes decirme que sucede, sabes que te escuchare y no diré nada.-Dijo ahora en un tono más serio.
-Gracias.-Dije y comencé a contarle mis problemas.
Le conté desde mi primer pelea con Melissa, hasta mis confusiones respecto a mis sentimientos.
-Tranquilo, esos sentimientos han de ser de hermano, de que la extrañaste… o algo así. Te recuerdo que estas imprimado, y la imprimación… es algo que simplemente no se puede romper por más que uno desee… y respecto a Melissa… creo que le debes una buena disculpa… es fácil entenderla… saber que ella no es eterna… que morirá y que…
-No estas ayudando mucho.-Le interrumpí.
-Lo siento.-Dijo apenado.-Pero a lo que me refiero, es que es fácil de entender que ella se sienta así. Ella sabe que tú puedes vivir eternamente, ella quiere que aproveches la oportunidad.
-Pero yo no quiero esa oportunidad si ella no puede permanecer a mi lado… si ella no está ahí para iluminarme los días con su hermosa sonrisa, con su bella voz, con su maravillosa presencia… la necesito más que al aire…
-En ese caso… no desaproveches el tiempo que puedas pasar con ella… te recuerdo que ella no es eterna. Aprovéchala cada segundo… quiérela, amala, dile lo que sientes, pero no solo se lo digas… demuéstraselo con actos.
-Tienes razón… la iré a buscar.-Dije corriendo rumbo a la cabaña de Melissa.
-No creo que sea buena idea… son las 5 de la mañana. Deberías de ir a descansar y mañana arreglas todo.
Él tenía razón… cambie de fase y me fui a mi cabaña. Realmente necesitaba descansar, pues había hecho guardia más horas de las previstas. Cuando me desperté eran las 2 de la tarde. Sí que era tarde. Me bañe y arregle, me puse mucha colonia, pues quería estar lo mejor posible para mi Melissa, cuando abrí la puerta para salir, aparecieron Susana y León. Y sentí una emoción al ver a Susana… y a León, por algún motivo que yo no comprendí. Los invite a pasar por mera cortesía… y ellos aceptaron. Nos sentamos y comenzamos a platicar sobre asuntos triviales, yo me sentía ansioso por ir a ver a Melissa, y casi no les ponía atención, hasta que León hizo que recordáramos una de nuestras travesuras de nuestra infancia, realmente no era muy cómico, pero nuevamente por alguna razón que no comprendí, reí como hace tiempo no reía… en ese momento sentí la más deliciosa esencia de todas, la más exquisita de todas… la de mi Melissa. Estuve a punto de pararme, pero mis piernas no me respondieron, y de pronto quería permanecer ahí… cada vez la confusión me invadía más y más.
Así pasamos toda la tarde, entre risas y confusiones por mi parte, hasta que llegó la hora de la cena, rápido me dirigí hacia haya, tenía la ilusión de mirar y encontrarme a Melissa. Pero ella no se presentó. La decepción me agobio. Y tuve una idea, aun me quedaba tiempo para mi siguiente guardia, así que tome mi comida y la de Melissa y me dirigí a su cabaña. Cuando llegue ella estaba tan hermosa como siempre… si no es que un poco más. Ella sobresaltaba las leyes dela naturaleza sobre la belleza, cuando creía que no podía ser más bella… lo lograba. Estaba concentrada leyendo un libro…
-Parece que alguien tiene hambre.-Dije recargado en el marco de su puerta después de haber escuchado a su estómago. Ella me miro asombrada, obviamente no esperaba verme ahí, al ver que no se movía continúe.-Perdóname, Melissa. Te amo, enserio que lo hago, eres lo más importante que tengo en mi vida, y el otro día que tu…
-Yo también te amo.-Me interrumpió y después de eso me beso, realmente no me lo esperaba, pero agradecía con todo el corazón que lo hubiera hecho, era una condena estar cerca de ella, ella era mi obsesión y mi adicción. La bese y atraje hacia a mí, la necesitaba más de lo que recordaba. No quería alejarme de ella, la necesitaba así de cercas de mí… pero escuche a su estómago y decidí que era momento de cenar. Nos separamos lentamente, a regañadientes por mi parte. Y cenamos.
Durante la cena hubo un largo silencio, pero afortunadamente ese era un silencio agradable, en realidad ambos apreciábamos en sobre manera esos momentos juntos, pues aunque fuera en silencio, el estar a su lado hacia que todo fuera perfecto. Pero en eso me incomode de la nada, recordé nuestra pelea y tenía otros problemas, como la manada, mi confusión respecto a Susana, todo se venía encima.
-¿Me amas?-Pregunto en un casi inaudible susurro, rompiendo el silencio.
-¿Qué si te amo? Melissa, tu eres mi vida…-Continúe, pero ella me interrumpió.
-¿Me amas tanto como para hacerme una promesa?-Presentía a donde se dirigían sus pensamientos, pero ella era mi princesa, y a mi princesa no le podía negar nada.
-De pende.-Seguí dudoso.
-Quiero que hagas por mi.-Pidió demasiado cerca de mis labios, ella sabía que eso me volvía loco, ella era lo que yo más deseaba, y lo que me hacía no era justo, me perdí observando sus hermosos labios.
-Lo que quieras.-Dije hechizado por tanta belleza.
-El día en el que yo falte…
-Melissa, vamos. No comencemos nuevamente con el tema.-La interrumpí, realmente quería disfrutar de su presencia y no quería pensar en malas cosas.
-Lo prometiste.-Dijo en tono firme, voltee el rostro, todo había sido una trampa.- El día en el que yo falte… tu… promete que vivirás algunos años mas.-Pidió, mi respiración cada vez se aceleraba mas.-No te pido que continúes con tu eternidad, pero sí que luches algunos años y te des la oportunidad de seguir viviendo… sin… mi.-Termino… podía escuchar como sus lágrimas caían de su preciado rostro, me sentía un infeliz por causarle lágrimas, pero es que me lastimaba demasiado su petición. Es que ¿Tan difícil era entender que la vida no era vida sin ella? Hubo un silencio, ninguno de los dos hablaba, ella esperaba que yo dijera algo… pero lo que ella quería oír era mi condena… pero si era lo que ella quería, lo haría, haría lo que fuera por ella.
-Lo prometo.-Dije, la voz se me entrecorto, no podía seguir más ahí. Salí velozmente por la ventana, no quería que ella me viera tan débil… tan… vulnerable.
Corrí entre los árboles, necesitaba sentirme libre, entre en fase sin importarme la ropa y continúe corriendo, corrí como hace tiempo que no lo hacía, las lágrimas mojaban mi pelaje, pero no era nada comparado con el dolor que mi corazón sentía, había pronunciado las palabras que serían mi verdugo, había firmado mi muerte… una vida sin ella, una vida sin luz ni alegrías... eso sería mi vida sin su presencia. Salí de fase, pues no quería que ninguno de mis amigos me viera en ese estado. Y dormí desnudo… en medio del bosque…
Y con ese día comenzó mi tortura… no podía ver a Melissa sin recordar ese juramento que me hacía enojar, pero era… ilógico. Sentía la necesidad de estar a su lado, pero al estar a su lado, la rabia me hacía presa y terminábamos discutiendo. No entendía lo que me pasaba, todas las noches lloraba durante mis guardias… me dolía la lejanía que había crecido entre Melissa y yo. Mi único consuelo era Susana, pues últimamente Noah estaba demasiado ocupado estudiando medicina y Paula… ella se desvivía con mi Melissa… Paula me evitaba y eso me dolía, pues por sus pensamientos eran el único medio en el que yo podía ver a Melissa sin que discutiéramos, pero por otra parte, agradecía que Paula me evitara, pues Melissa se miraba mal, y eso me hacía sentir terrible, sabía que por mi culpa estaba así, pero simplemente no podía hacer nada… pues al acercarme terminábamos discutiendo y eso la hería mas.
Estaba sentado en el bosque, viendo la cabaña de Melissa… como últimamente se había vuelto mi costumbre, y en eso apareció Susana… Susana últimamente se había vuelto mi confort, ella era la que más cercas se encontraba de alegrar mis días y entre más tiempo pasara con ella… más confundido me sentía acerca de mis sentimientos hacia ella, pero es que simplemente era inevitable… realmente no sabía de mi si ella no estuviera a mi lado en estos momentos en los que tanto necesitaba de alguien…
-¡Buu!-Hizo una mala imitación de un fantasma, reí.-Creo que no te asuste.-Dijo haciendo un puchero haciéndome reír mas.
-Es que eres mala asustando.
-Ah, sí.-Dijo en forma de reto.-¿No te asusto?-dijo acercando cada vez más su rostro al mío y mirando de mis ojos a mis labios… solo nos separaban unos centímetros, pero yo voltee el rostro.-Lo siento yo…-Dijo rápidamente tratando de disculparse.
-No tengo nada que perdonarte, tranquila.-Dije viéndola a los ojos.
-¿A que no me atrapas?-Dijo retándome.
-Ah… ¿Me estas retando?-Dije siguiendo su juego.
-Tómalo como quieras… Lento.-Grito y comenzó a correr rápidamente.
La seguí, ella sabía cómo hacerme sentir bien, y correr era así como liberarme, sentirme bien. La seguí durante unos 10 minutos, hasta que como no, ellas dejo atrapar. La cargue en el aire y apreté fuertemente, claro, asegurándome de no lastimarla, hasta que sentí el efluvio más delicioso que haya existido jamás… el de mi Melissa. Rápido voltee mi rostro hacia su dirección y la vi, me perdí nuevamente entre su hermosa mirada, era como regresar al olimpo, era como sentirme vivo nuevamente, mis ojos fueron de su espléndida mirada hacia su cuerpo… tan perfecta, se miraba… sexy, provocadora, tentativa, perfecta, se miraba tan… ella. Una sonrisa se formó en mi rostro y mi mirada se ilumino, ella era mi paraíso personal, pero también era mi perdición total. Pero en ese momento una sonrisa se formó en su rostro y comenzó a dirigirse rápidamente hacia su auto, no comprendía lo que pasaba, con mi velocidad inhumana el alcance rápidamente interfiriendo en su camino.
-¿Vas a algún lado?-Pregunte confundido e intentando no perderme en su hermosa mirada.
-No se nota.-Dijo fríamente, haciendo que un dolor atravesara mi corazón.
-¿A dónde iras?-Pregunte intentando en vano ocultar mi curiosidad
-A una fiesta. Ya que tú te puedes divertir-Dijo mientras miraba a Susana- ¿Por qué yo no?-Pregunto desafiante. Yo solté un bufido. Nuevamente con sus celos enfermizos.
-Con que todo esto lo haces por eso… no entiendo, Melissa. No puedo entender esos celos enfermizos. Ya te he dicho que te amo, te amo más que a nada en este mundo, te lo he demostrado de una y mil maneras…
-Pues últimamente no tanto.-Dijo secamente interrumpiéndome.
-Sabes muy bien que Aron me dio la orden de ayudarlos.-Ella sabía por qué pasaba más tiempo con Susana y León.
-Y tú corriendo aceptaste al saber que era sobre Susana ¿no?-Cada palabra que decía, era como una daga en mi corazón.
-Sabes perfectamente que cuando se trata sobre una orden del alfa no nos podemos oponer.-Me frustraba que no me entendiera, quería hacerla comprender.
-Hay, y pobrecito de ti ¿no? ¿Sabes Armando? No tengo más intención de seguir discutiendo. Me voy.
-¿A dónde vas?
-A cualquier lugar lejos de ti.-Dijo cruelmente hiriéndome aún más… si eso era posible. La mire incrédulo hasta que se perdió de mi vista…
Me senté frustrado en el suelo y llame a Paula. Ella me dijo a donde se dirigía Melissa, era una fiesta que organizaban los chicos del instituto… Susana intento de una y mil maneras alegrarme pero simplemente no podía, cada segundo que pasaba era como una tortura incontrolable, cada segundo un rasguño a mi corazón. Era media noche y Melissa no regresaba, me sentía fatal, estresado, desesperado por saber de ella. Hasta que sonó mi teléfono, cheque quien era y conteste rápidamente. Era una de las chicas de la fiesta. Me dijo que Melissa había tomado demasiado y que le preocupaba, colgué rápidamente y corrí a mi auto. Lo prendí y me dirigí a máxima velocidad a la fiesta, deja a Susana ahí parada, no tenía ganas de nada ni de nadie que no fuera MI Melissa.
Al llegar ella estaba acorralada entre la pared y un muchacho, el intentaba besarla y ella se removía.
-Suéltame.-Susurro, no podía hablar bien, sí que había tomado.
-Dame un besito, déjame demostrarte que puedo ser mejor que tu noviesucho.-Dijo el muchacho lujuriosamente con las manos en la pared y acerco sus labios a su cuello, la furia exploto en mí y me importo un comino todo.
-Suéltala.-Dije fríamente. El voltio se rio.
-Pero si miren quien recordó que tenía novia.-Dijo el idiota.-No molestes y déjanos disfrutar un rato.-Dijo volviéndose a Melissa.
-Te dije que la soltaras.-Dije levantándolo con una mano y dándole un fuerte golpe en la cara noqueándolo, tome a Melissa entre mis brazos y salí de allí.
-Te amo, Armando. No me falles.-Susurro Melissa entre la inconciencia y termino por desmayarse.
Conduje mucho más veloz hasta llegar a casa, en cuanto llegue agradecí infinitamente que los padres de Melissa estuvieran de viaje, pues no creo que les hubiera gustado mucho que digamos encontrar a su hija en tales circunstancias, me dirigí a la cabaña de Aron, pues ahí el tenía todo lo necesario para checarla, utilizo no sé cuántos aparatos médicos para verificar que todo estuviera bien, sentía que mi alma pendía en un hilo, no podía ni siquiera soportar la idea de que a mi Melissa le hubiera sucedido algo. Hasta que Aron me dijo que no corría ninguna clase de peligro me atreví a llevarme a Melissa.
La deje en su cuarto, y la observe por última vez… algo me decía que algo pasaría, un presentimiento. Me acerque lentamente a sus labios y los bese. La abrace fuertemente y me llene hasta la saciedad de su exquisito aroma. Le di un beso en la frente y salí de allí…
Me fui directamente a mi cabaña a dormir… y nuevamente vino a mi esa pesadilla, ese maldito sueño que me hacía sentir tan culpable, en el que besaba a Susana.
Estábamos fuera de mi cabaña, cerca del bosque y Susana me miraba fijamente a los ojos y yo a ella. Su hermoso color azul como el mar sentía como si todo lo hubiera vivido antes… y como no, si todas las noches se repetía este sueño, pero yo haría que terminara, no podía seguir soñando esto.
-Te amo, Armando.-Dijo Susana.
Tome su rostro y lo acerque salvajemente al mío y lo bese, como jamás había besado a Melissa, un beso frio, lleno de ansiedad por que todo terminara, ya no quería serle infiel a Melissa nunca más, y menos en sueños, por eso hacia todo… pero… el sueño no acababa, todo se sentía tan real… un momento esto era real.
Me aleje rápidamente de ella con los ojos como plato, era real, y en eso escuche un grito desgarrador, ¡Melissa, ERA MELISSA! Ella lo había visto todo, tenía que explicarle que era lo que realmente había sucedido.
-¡NOOO!-Grito desgarradoramente, sentía como mi corazón se desgarraba, la había herido, yo la había herido, era un miserable. Ella intentaba alejarse de mi a tropezones, yo corrí hacia ella tenía que detenerla y explicarle todo
-¡Melissa!-Grite tratando de acercarme a ella.- ¡Espera!-Grite interponiéndome en su camino.-Yo… yo… yo te lo puedo ex-explicar-Dije alterado, maldición tartamudeaba, pero es que tenía tantas cosas que decirle que no podía ni pronunciar ni una.
-Déjame en paz, Armando.-Me miro y en su mirada vi la verdad. La había herido demasiado, la había herido. Era un infeliz un miserable, jamás, JAMAS en mi vida había visto tanto daño en una mirada, y la de ella era tan… desgarradora. Intente hablar… pero no pude.
Me moví de su camino y levante la mano para que se fuera, ella corrió sollozando. No entendía por qué me había movido, si yo la quería detener y explicarle todo, pero mi cuerpo no reaccionaba. La vi perderse entre la espesura del bosque y caí al piso y comencé a sollozar. Me odiaba, me odiaba más que a nada, yo era el ser más vil y despreciable de todo el planeta, era el ser más repugnante, había herido a lo que más quería, a lo que más amaba. Hundí mis manos entre la tierra y llene mis pulmones de aire…
-¡MELISSA!-Grite con todo lo que mis pulmones me permitieron. Y comencé a sollozar, me hice ovillo y me mecía de un lado a otro llorando y gritando el nombre de mi amada, a la mujer de mis sueños, a la razón de mí existir… Melissa…
DEL CREPUSCULO AL OCASO:
es la continuacion de Deyabu inmortal:O!!!!! la vida de los cullen & los nuevos personajes continuaxD!! recomendado 100 %!!! encerio:D se los recomiendoxD(L) amoo muchisimo la histoiraxD leeanla enserio:D asi me podran entenderxD(K) (pronto les traere los summarys de estas dos historiasxD)
http://del-crepusculo-al-ocaso.blogspot.com/
Semmihumana.... la historia vuelve a comenzar
Es la historia de Esmeralda, para proteger a toda su familia en Forks toma la decisión de dejar a sus seres queridos e irse con los Vulturi, quienes estan pidiendo a todos los semihumanos para "analizarlos mejor" aunque saben muy bien que los semihumanos se saben controlar muy bien pero después de lo que paso con los Cullen hace 15 años cuando estubieron a punto de tener su primera batalla justa después de muchos siglos decidieron hacerse más poderosos, la ver el poder de los semihumanos decidieron adquirirlos, ahora Esmeralda quedo liberada de toda responsabilidad depués de pasar 10 años con los Vulturi, pero antes de irse se entera de la negra verdad : Aro aún quiere a los Cullen y tomara de pretexto el primer hijo que tenga Renesmee para atacar, ahora todo vuelve a comenzar y un hecho puede cambiar miles de cosas.
http://la-historia-vuelve-a-comenzar.blogspot.com
Recuerden que si quieren que recomiende sus blogs mandenme los links por correo & con una sintesis de loque trata su historiaxD (si no no lo publicare:)) & no manden cadenitas por favorxD
mi correo es: mp.mp_mp@hotmail.com
jueves, 15 de abril de 2010
De todo un poco^^ & Capitulo 36 Dolor (Melissa)
se lo dedico a todas esas personas lindas qe siempre pasan por aqui^^ a Geral qe cumplio el 10^^ & ps amii^^ qe oi es mi cumpleanios^^ jaja:D si asi como lo ayenxD oi me ago viejita T_T cumplo 17 anios^^
& ps otra cositaxD!! aqui esta un dibujo super ultra mega Hermoso 0.0(L) al final veran lo demas^^
lq(K) disfruntenlo & no me odien mucho (K)
Tome un libro y comencé a leerlo. Mi estómago sonaba. Y me di un buen susto al escuchar su voz…
-Parece que alguien tiene hambre.-Dijo Armando mientras entraba por mi puerta con una charola con comida.-Perdóname, Melissa. Te amo, enserio que lo hago, eres lo más importante que tengo en mi vida, y el otro día que tu…
-Yo también te amo.-Lo interrumpí y bese sus labios, mi paraíso personal. Extrañaba su sabor, su esencia, su amor.
Continuamos en esa posición un largo rato, pero para mí, solo habían transcurrido dos segundos. Cenamos en silencio, ninguno de los dos se preocupaba por pronunciar palabra alguna. Y en realidad era un alivio, era un silencio agradable. Yo sabía que él, al igual que yo pensaba lo acontecido durante los últimos días. Lo conocía mejor que a nadie, sabía que no la estaba pasando bien, y nuestra primer pelea no había aligerado la carga. Al terminar algo en mi me impulso a hablar.
-¿Me amas?-Pregunte en un susurro.
-¿Qué si te amo? Melissa, tu eres mi vida…
-¿Me amas tanto como para hacerme una promesa?-Continúe dudosa, no sabía cuál sería su reacción a lo que le pediría.
-De pende.-Me miro dudoso.
-Quiero que hagas por mi.-Pedí demasiado cerca de sus labios, tendría que distraerlo con lo que fuera si quería que mi plan funcionara, esperaba que no notara mis nervios, ya que no era mui buena actriz que digamos.
-Lo que quieras.-Pronuncio las palabras que tanto esperaba, sonreí para mis adentros.
-El día en el que yo falte…
-Melissa, vamos. No comencemos nuevamente con el tema.-Me interrumpió frustrado.
-Lo prometiste.-Me dio una mirada resignada y volteo su rostro evitando verme.-El día en el que yo falte… tu… promete que vivirás algunos años mas.-Pedí.-No te pido que continúes con tu eternidad, pero sí que luches algunos años y te des la oportunidad de seguir viviendo… sin… mi.-Concluí con lágrimas en los ojos. Hubo un largo silencio… hasta que por fin hablo.
-Lo prometo.-Pude escuchar como su voz se entrecortaba, voltee mi rostro para verlo, pero cuando lo hice el ya no estaba… se había ido, sentía mi corazón partirse, pero todo lo había hecho por amor a él. Lo amaba más que a mi vida y tenía que hacer todo lo posible para que el mundo gozara un poco más de su presencia.
Paso un mes y mi relación con Armando cada vez empeoraba más, nuestra primer pelea se había convertido en peleas y estas se repetían cada vez más. No podíamos estar un rato juntos sin discutir, era algo demasiado extraño, pues de la nada surgía en mí, un odio enorme hacia él, no tenía sentido. Yo lo amaba más que a mi vida y de la nada no podía ni verlo en pintura… aunque estando el, estoy segura de que sería una pintura hermosa y maravillosa… la mejor.
Me había vuelto bipolar, en momentos lo amaba más que a mi vida, soñaba con perderme en sus delicioso labios… pero en otros sentía que ya no sufría más, y que el ya no me amaba… pero luego el me mostraba su amor, todos aquellos sentimientos tan maravillosos que tanto abundaban entre él y yo.
No entendía nada, lo único que quería era despreocuparme de todo un poco… llame a Sol por teléfono, una de mis amigas del instituto.
-Hola.-Contesto ella a su celular entre la música que se oía al otro lado de la línea.
-Hola, Sol. He decidido que siempre si iré a la fiesta.-Dije decidida con la ilusión de olvidar un poco del dolor.
-¿Estas segura, Melissa? Sabes… este no es el tipo de fiestas que acostumbras...
-Lo se.-Dije interrumpiéndola.
-De acuerdo. Apunta la dirección.
Apunte todo. Después me termine de arreglar, puse un poco más de maquillaje del que usualmente usaba, pero se miraba muy bien, debía admitir. Me puse un vestido pegado a mi cuerpo, que tanto le había encantado una vez a Armando. Armado… no le diría nada. Además él estaba muy ocupado entrenando a León y ayudando a Susana, una lágrima broto de mis ojos. La limpie rápidamente, últimamente nuestras peleas eran por Susana. Pero si el ya no quería pasar tanto tiempo conmigo… haya el, hoy yo me divertiría a lo grande.
Mire mi reflejo por última vez en el espejo, me miraba más que espectacular, me miraba… sexy. Me sonroje un poco, yo no era tan así, pero si quería olvidarme de todo tenía que cambiar un poco. Les mande un mensaje a mis papas que estaban de viaje para avisarles que saldría y me dirigí a mi auto. Mientras salía lo vi a… el. Mi corazón se hizo pequeño del dolor y celos que me dieron. El perseguía a Susana y cuando la atrapo le daba vueltas en el aire. Acelere mi paso, no quería que me mirara, pero al parecer el destino estaba enojado conmigo, pues pude ver el momento justo en el que me vio… su mirada se encontró a la mía y nuevamente hubo ese choque entre los dos, esa especie de magnetismo, lo mire a los ojos y me sentí tonta al desconfiar de él, me miraba lleno de… amor. Me perdía nuevamente en sus ojos, esperaba que después de este año lo hubiera superado… pero seguía hipnotizando tal y como lo hacía en un principio. De repente el bajo su mirada y me miro completamente de pies a cabeza, sus ojos se agrandaron y una sonrisa se formó en su rostro, pero si él creía que me vestía así para el… estaba equivocado. ¿A quien quería engañar? Yo lo amaba, más que a mi vida. Y todo lo que hacía era para él, para que me viera y me dedicara un poco de tiempo. Me comencé a dirigir a mi auto a paso veloz y firme, debía ser fuerte. Y cuando menos lo esperaba él estaba frente a mí, impidiendo mi paso como solía hacer, me observaba con una preciosa mirada de incomprensión, tenía ganas de acunar su divino rostro en mis brazos y besarlo, pero no lo haría…
-¿Vas a algún lado?-Pregunto tiernamente, confundido.
-No se nota.-Intente ser lo más indiferente posible.
-¿A dónde iras?-Pregunto a hora más interesado.
-A una fiesta. Ya que tú te puedes divertir-Dije mientras miraba a Susana- ¿Por qué yo no?-Pregunte desafiante, el soltó un bufido.
-Con que todo esto lo haces por eso… no entiendo, Melissa. No puedo entender esos celos enfermizos. Ya te he dicho que te amo, te amo más que a nada en este mundo, te lo he demostrado de una y mil maneras…
-Pues últimamente no tanto.-Lo interrumpí.
-Sabes muy bien que Aron me dio la orden de ayudarlos.
-Y tú corriendo aceptaste al saber que era sobre Susana ¿no?
-Sabes perfectamente que cuando se trata sobre una orden del alfa no nos podemos oponer.-Su voz cada vez se escuchaba más frustrada.
-Hay, y pobrecito de ti ¿no? ¿Sabes Armando? No tengo más intención de seguir discutiendo. Me voy.
-¿A dónde vas?
-A cualquier lugar lejos de ti.-No podía creer la frase que había dicho, eso yo no lo sentía de verdad, mi cuerpo no reaccionaba a mis órdenes, el me miraba incrédulo y yo subí al auto y conducía a gran velocidad, alejándome cada vez mas de el…
No comprendía, ¿Por qué le había dicho eso? Yo no sentía eso… pero no tuve mucho tiempo para pensar, pues comenzó a sonar mi celular.
-Hola.-Conteste a Sandra, otra amiga del colegio.
-Hey, Melissa. ¿Que vendrás a la fiesta?-Pregunto interesada.
-Así es.-Dije alegre.
-Genial, veras como te divertirás. Nos vemos
-Adiós.-Dije y colgué.
Me dio un poco de risa lo cortante de su llamada. Acelere para llegar más pronto a la fiesta, cuando llegue mire que Valentina, Bianca, Mercy y Daniela me esperaban en la entrada con una sonrisita, no podían creer que yo estuviera yendo sola, sin Armando. Realmente hasta a mí me sorprendía.
-Wow, Meli. Cuando me dijeron que venias y sin Armando no me la pude creer.-Dijo emocionada Daniela.-Ustedes son la pareja más linda de todas.-Con ese comentario sentí un dolor en mi corazón y sonreí forzadamente.
-Sin contar que la que más ha durado por acá.-Continuo Valentina entre risas.
-Pero… ¿Por qué no trajiste al bombón de Armando?-Pregunto Bianca. Yo reí un poco, ellas sabían levantarme el ánimo.
-Está ocupado.
-Ahh, con Susana ¿no?-Pregunto Mercy. Me sorprendí por su pregunta.
-¿Cómo sabes que Susana volvió?-Pregunte realmente interesada.
-Como si en la reserva se pudiera guardar un secreto.-Dijo entre risas Daniela.
-Además los vimos el otro día en la heladería.
En ese momento los celos volvieron a invadirme ¿con que practicando? No lo podía creer. Sentí una furia enorme en mi ser, quería beber, quería olvidar todo. Sonreí y cambie de tema, continúe platicando con ellas un rato y después entre en la fiesta. Adentro había un ponche con tequila… me debatí entre tomar no, pero si todos podían tener un poco de diversión, ¿Por qué yo no? Tome, tome hasta la ebriedad, hasta perderme en el dolor, celos, confusión y agonía que me embargaban.
Desperté en a la mañana siguiente, con un dolor de cabeza terrible, cheque mi reloj y eran las 3 de la tarde, un momento ¡3 DE LA TARDE! ¿Pero si cuanto había tomado? Mire a mi alrededor y traia el mismo vestido de anoche y estaba tapada con unas sábanas, busque mi celular y en cuanto lo encontré marque el número de Sol, si había pasado algo… ella me lo diría.
-Allow.-Contesto con su cantarina voz.
-Sol, por favor. Dime que sucedió anoche.-Tenia demasiada ansiedad por saber qué es lo que había sucedido.
-Oh, Melissa. Creí que después de tanto tomar anoche no despertarías en una semana.-Dijo entre risas.
-¿Tome tanto?-Pregunte con la ilusión de no haber hecho el ridículo.
-¿Qué si tomaste mucho? Ha. En mi vida había visto una chica con tal garganta.
-Sol, por favor dime que sucedió anoche, no ice el ridículo… ¿verdad?-Hubo un silencio en la línea.-Sol…-Continúe, y ahí es cuando la culpabilidad llego a mí, esperaba no haber cometido una locura.
-¿No recuerdas nada?-Me pregunto.
-No.-Afirme.
-Pues… además de haber tomado hasta perder la cordura, bailaste de una manera… muy particular. Peleaste con media fiesta y…-Oh no, esperaba no haber sido infiel a Armando, o haber cometido otra cosa peor. ¡Oh no! ¡Armando! Rogaba porque no me hubiera hallado en tal estado.
-¿Cómo llegue a mi casa?-Interrumpí con mi pregunta.
-Le hable a Armando.-No lo podía creer. ¡¿Por qué siempre todo tenía que salirme mal?!
-Tengo que colgar, Sol. Adiós nos vemos, te quiero.
Y colgué. Tenía que verlo, ¿Qué estaría pensando de mí? estaba a punto de salir, pero en el camino me vi en un espejo y ¡oh DIOS! Me miraba absolutamente terrible, no parecía la misma chica que había salido ayer en la tarde de la cabaña. Me di una larga ducha caliente, y me arregle con unos pantalones y una blusa hermosa color beich con un gran cinto en la cintura. Me peine y pinte muy poco. Cuando mire al reloj ya eran las 4:30. ¡Era muy tarde! Tome mi celular para salir, y mi estómago sonó. ¿Así o más inoportuno? Fui a la mini cocina de la cabaña y comí lo primero que halle, no lo saboree pues en mi mente solo no había espacio para nadie nada que no fuera Armando. En cuanto termine tome las llaves y corrí a su cabaña. En el camino me encontré con Aron que iba llegando de su guardia en el hospital.
-Hola, Melissa. Me contaron lo de ayer.-Dijo entre risas.
-Así… y am… ¿que te contaron?-Pregunte con temor a su respuesta, el cambio su pose para una más seria y apenada.
-Pues que am… no estabas en tus mejores condiciones.-Se aclaró la garganta. Rápido intente cambiar de tema.
-¿No has visto a Armando?-Pregunte ansiosa.
-Sí, se acaba de ir a hacer guardia con Paula. Regresara a media noche, será una guardia cansada así que creo que sería mejor si te vas a dormir, además, mañana es domingo. Le daré el día libre para que lo pasen juntos.-Dijo tranquilamente, no sabía que sería de esta manada sin él, siempre intentando estar en todas partes.
-Gracias, Aron.-Dije dándole un beso en la mejilla.-Nos vemos.
Sentí un gran alivio al saber que Armando estaba con Paula. Me dirigí a mi cabaña a terminar mis deberes, cuando los termine, hable a Sofí y platique nuestras dos horas diarias, le conté lo de el día anterior y me ayudó a crear un plan, algo en mi me decía que mañana temprano debía de ir con Armando, y eso haría. Me despedí de Sofí y marque a Geraldine y Luciana para que me ayudaran con una parte del plan. Aceptaron y quedamos de vernos en el centro comercial de Port Angels. Al llegar me sentí… diferente, pero no puse atención.
Pasamos una noche genial entre tantas compras, hace tiempo que no me relajaba tanto en un día de compras, y lo mejor de todo es que había encontrado el vestido perfecto, no había palabras para describir la sencillez y hermosura que poseía. Sin dudarlo dos veces lo compre junto con muchos accesorios más. Cenamos algo y nos regresamos a la reserva. Terminamos como a la 1 am, pues Port Angels estaba algo lejos de la reserva Makah.
En cuanto llegue deje todo listo mara el día siguiente, después dormí. En la noche, nuevamente esa terrible pesadilla me acecho. Desperté pero cuando lo hice… sentí algo diferente… como un deyabu.
-Son puras cosas tuyas, Melissa. Deja de alucinar cosas.-Me dije a mi misma.
Mire la hora en mi reloj y eran las 8. Era perfecto. Me levante bañe y aliste. El vestido se me miraba realmente precioso. Era tierno. Me pinte y peine. Deje a mi cabello suelto en una hermosa cascada de risos. De repente sentí un presentimiento… me estaba volviendo paranoica. Me despabile un poco y fui por mi carrito que mi Armando me había regalado hace más de un año.
Me dirigí por el caminito que en el que él se había empeñado tanto en hacer por mí. Me baje del carrito y arregle mi vestido que había comprado especialmente para la ocasión, para él. Quería que todo estuviera perfecto, quería verme bien para él. Y nuevamente sentí el extraño deyabu. Me detuve un momento, sentía que ya había vivido esto antes, negué con la cabeza y sonreí por mis tonterías, continúe caminando y… NOOO, NOOO ¡por favor! TODO MENOS ESTO, no podía respirar bien, sentía como partícula a partícula moría en mi lentamente, sentía una nueva clase de dolor jamás experimentaba, sentía que ya nada valía nada. Y de un momento a otro las lágrimas comenzaron a resbalar de mi rostro y un sollozo espantoso broto de mi pecho. Armando besaba a Susana de una manera tan…
-¡NOOO!-Grite desesperada, comencé a alejarme a tropezones, mi peor pesadilla se había vuelto realidad.
-¡Melissa!-Grito Armando dañándome más de lo que ya estaba.- ¡Espera!-Grito interponiéndose en mi camino.-Yo… yo… yo te lo puedo ex-explicar-Dijo totalmente nervioso, tartamudeaba.
-Déjame en paz, Armando.-Lo mire sin siquiera preocuparme en ocultar el dolor que a mi alma albergaba. El me miro y asintió, se movió y estiro la mano para que yo pudiera marcharme.
Ni siquiera subí al cochecito, pues estaba impregnado del olor de Armando, solo me dañaría más. Corrí al bosque, corrí como si mi vida dependiera de ello… y me di cuenta de algo…
-Si los sueños se hacen realidad… las pesadillas también se hacen.-Dije mientras me limpiaba las lágrimas, pero por más que pasara mi mano por mi rostro, las lágrimas no se cesaban, mis sollozos eran desgarradores incluso para mí.
En ese momento escuche unos ruidos… comencé a correr lo más que mis piernas me permitieron, no me sentía capaz de ver a nadie, mi aspecto debía de ser terrible. Corrí, y descubrí que era un ser sobrenatural el que me seguía, pues en un momento se escuchaban las pisadas por la derecha, y al siguiente por la izquierda. Me sentía como en una película de terror, no solo por el gran dolor me desgarraba, si no también ese miedo incontenible, mi instinto me decía que debía huir, y así lo hice. Hasta que caí y me corte una rodilla, me dolía, pero más me dolía el corazón, ese sí que era un dolor incomparable. Las ramas rasgaban mi hermoso vestido y las lágrimas dejaban su rastro por el suelo, hasta que no pude más y caí completamente al suelo, comencé a sollozar, llore. Me había rendido, me rendía ante el dolor incontrolable que me dominaba, sollozaba y cerré mis ojos. En ese momento jalaron mis pies con una fuerza impresionante.
Yo grite pues las piedras se incrustaban en mi piel y rompían mi vestido, puse mis uñas en la tierra intentando detenerme, pero estas se rompían y el dolor se agudizaba cada vez más, yo gritaba y lloraba, pedía auxilio, pero nadie acudía. Hasta que golpearon mi cabeza con una roca y me perdí en la inconciencia…
Quien abra sido:O!? & qe sucedera D:!? x qe pasan estas cosas >.<>
Este hermoso y maravilloso dibujo me lo hizo Mesha O'SheaKaullitz, son Armando & Melissa^^ divinos noxD?(L) me encanto, es una super artista esta chica^^
& pues intentare estar recomendando blogs^^
los primeros qe recomendare seran:
-Deyabu Inmortal: Esta historia trata sobre la vida de los Cullen despues de amanecerxD 100% recomendado encerio!!! si quieren saber las razones por las que Alice no podia ver ni alos licantropos ni a Nessy, aqui lo veranxD
Nuevos personajes, nuevas aventuras. Lean completo & lo amaran;) la historia ya termino T_T pero actualmente escriben la continuacion:D se los recomiendo^^ Esta mujer (Citlally) tiene una manera super hermosa para relatar todo(L)
http://deja-vu-inmortal.blogspot.com/
-Voiceless Blood:Este es el Blog de Mesha O'SheaKaullitz, la genial artista que hizo el bello dibujo^^ & trata: Sobre Miah Lessing, una chica mitad vampiro que se enamora de Bill Kaullitz, un hechicero de Howargs, pero tiene novioxD!! Darek que es un vampiro :O & muchas cosas sucederan en la escuelaD:!!!! me encanta la historiaxD es una exellente convinacion entre Twilight, Harry Potter & Tokio HotelxD encerio que vale la pena leerlo:P esta hermoso!! como escribe(L) & como dibuja D:!!! pasense^^
http://voicelessblood.blogspot.com/
PD: si quieren que recomiende su blog^^ mandenme un E-mail con el link de su blog & su summaryxD(de qe trata la historia:D si no mandan summary no lo recomendare:$) & no manden cadenitas please^^ los quiero besos(K)
viernes, 9 de abril de 2010
Capitulo 35 Mi mundo eres tu (Melissa)
jaja mil gracias encerio qe no tengo palabrasxD! Espero qe este capitulo les guste mucho & no los aburra. Intente ponerle de todoxD & ps intentare postear lo mas seguido posiblexD! jeje (si mi inspiracion no me falla >.<) se que ultimamente no e pasado por sus blogs & les ruego mil disculpas pues no e podido leer nisiquiera UUUN capitulo enterO T_T jeje pero ps are un esfuerzoxD! los quiero besos(K) gracias a todos por perseverar & seguirme con esta loca historia qe muero por que les guste jaja
este cap se lo dedico a todas aquellas personas que me impulsan a escribir, que me inspiran & me apoyan en mis depresxD! (Ustedes saben de quien habloxD las amo chicas gracias por estar en mi vidaxD) & sin mas que decir los dejo con el cap que espero qe no los aburra(K)
Mapita^^
POV Melissa
Me levante temprano, mi pesadilla nuevamente me asechaba. Un miedo indescriptible me había invadido en el momento en el que supe que Su-Susana había vuelto. Esto era patético, ni siquiera podía pensar en su nombre sin tartamudearlo. Después de bañarme revise mi aspecto en el espejo, y tenía unas ojeras terribles. Anoche realmente no había podido dormir muy bien, la angustia y las pesadillas no eran una buena combinación. Suspire frustrada y me vestí. Me maquille tranquilamente, pues aún eran las 7 am. Termine de peinarme y me disponía a salir, eran las 7:45, cuando abrí la puerta Armando estaba ahí… esperándome, tan bello y perfecto. No me había visto, pues al parecer estaba muy concentrado en sus pensamientos .El observaba sus zapatos y estaba recargando sus dos manos en el marco de mi puerta, rápido lo abrace fuerte y bese sus labios. Sus dulces y cálidos labios, eran mi paraíso personal y a la vez mi perdición total. Nuestros labios comenzaron una danza a su propio ritmo, el me abrazo más fuerte de lo normal, de cierto modo asfixiante pero amaba la cercanía. Lo despeine un poco con mis manos, eso lo volvía loco, el beso se intensificaba a cada movimiento y nuestras respiraciones cada vez eran más entrecortadas, hasta que el paro en seco y se alejó de mi con los ojos abiertos como platos. Se tapó el rostro y comenzó a caminar en dirección opuesta, yo estaba aturdida, no comprendía que pasaba. Acompase mi respiración y me acerque a él. Abrí mi boca para preguntarle que sucedía, pero no logre ni siquiera pronunciar una palabra coherente, pues él me interrumpió.
-Es momento de ir con tus padres.-Me dijo fríamente, mi corazón en ese momento sintió algo que hace mucho no sentía… dolor. El jamás me había hablado así. Al percatarse me abrazo y beso en la coronilla.-Quiero pedirles tu mano.
Asentí lentamente y tome su mano, el la tomo y quiso darme un intento fallido de sonrisa. Lo conocía sabía que algo pasaba, pero no lo presionaría. Si él quería contarme lo haría… si no… pues… yo confió en el. Cuando llegamos al patio todos estaban ahí, desayunando como era costumbre todos los domingos por la mañana. Nos sentamos al lado de mis padres. Después llegaron León y Su-Susana. Miro a Armando de una manera que no me gusto, era ilógico sentir celos sabiendo lo poderosa que podía llegar a ser la imprimación, pero él le devolvió la mirada. Era una mirada de… ¿Complicidad? No yo debía de estar alucinado. Esas pesadillas me hacían daño, el sería incapaz de dañarme, yo sé que él me ama tanto como yo a él, que lo nuestro no es algo pasajero, que lo nuestro es amor, amor de verdad, puro y sincero…
Después de desayunar llego el momento que tanto ansiaba, por fin daríamos la noticia. Nos paramos y Armando tomo mi mano dulcemente, nos miramos por unos segundos significativos brindándonos apoyo mutuamente y después el comenzó:
-Hay una noticia que me hace plenamente feliz y la cual me encantaría compartirles. Le he pedido a Melissa que me haga el hombre más feliz del planeta aceptando casarse conmigo, que me permita ser el hombre que cuide de ella y la haga completamente dichosa. Y ella me ha aceptado como el hombre de su vida. Y a ambos nos encantaría contar con su apoyo- Continuo dirigiéndose a mis padres- para que nuestra felicidad sea completa.
Mi pecho se inflaba de la emoción, él era perfecto en cada uno de los aspectos, desde la cortesía hasta el físico, simplemente no podía existir otro en mi vida que no fuera EL. Mis papas asintieron y la más hermosa sonrisa broto de los labios de Armando, me levanto entre sus musculosos y cálidos brazos y me beso, fue un beso tan único y especial, como cada uno que nos dábamos, era como probar nuevamente por primera vez el paraíso. Todos comenzaron a gritar y a aplaudir era una escena única. Nos separamos y Paula comenzó a acercarse a nosotros, danzando y brincando como solía hacerlo.
-Tenemos que comenzar con los preparativos de la boda y claro sin olvidar la despedida de soltera, seré la mejor dama de honor que tengas, ¿Por qué lo seré, cierto?-Pregunto con una hermosa carita y unos ojitos difíciles de resistir.
-Claro que lo serás. Tú, Juliet y Sofí lo serán.-Dije emocionada.
-¿Y Susana?-Pregunto Paula. Amaba a Paula pero en algunas ocasiones podía llegar a ser algo molesta.
-Es muy pronto para hablar de eso, déjala descansar un poco enana.-Dijo salvándome Susana, fue algo incomoda esta situación.
Todos nos dividimos, mis padres se fueron a pasear un rato, últimamente andaban mucho más unidos, realmente me alegraba verlos así. Todos los chicos se fueron a una junta de la manada pues tenían varios asuntos de los cuales hablar, suspire frustrada, realmente me sentía sola. Tome el teléfono y marque a Sofí con la ilusión de que no fuera muy tarde haya. Pasamos dos horas platicando entre risas y llanto, ella deseaba estar a mi lado y yo moría por que así fuera. Pero cada día faltaba menos y ella aprendía mucho más, eso me daba el valor para continuar. Y mí Armando. Él era mi todo, me era imposible imaginar que por fin después de tanto tiempo el me pertenecería plenamente. Realmente lo amaba con locura, no había conocido el verdadero significado del amor hasta conocerlo.
Regrese a mi cabaña para intentar terminar un trabajo importante, pero no me podía concentrar lo único que podía escribir era:
“Melissa y Armando♥”
“Melissa y Armando♥”
Llene unas dos hojas con garabatos y letras. Hasta que decidí buscar algo en la televisión, moría de aburrimiento. Hasta que encontré una hermosa película que me hizo llorar. Se llamaba “El diario de una pasión” termine llorando loca. Pues me había dejado mucho en que pensar… algún día yo envejecería… y Armando continuaría intacto, hermoso y maravilloso como siempre… mientras yo me convertía en una anciana. Una arrugada anciana. Comencé a llorar sin control en el sillón abrazándome a mis pies. Hasta que sentí unos cálidos brazos envolverme. No puedo describir la sensación de alivio que me invadió en ese momento… fue como si nunca me hubiera sentido triste ni deprimida, como si no existiera ningún sentimiento que no fuera la felicidad y amor. Rápidamente me abrace a él y me deje consolar por dulces y bellas palabras. Le conté mis temores y el solo me dio una sonrisa que no le llego a los ojos.
-Sabes que algún día llegara ese momento cierto.-Dije entre lágrimas, no quería aplazar mas esta conversación.
-Si.-Confirmo.-Algún día llegara el momento en el que pueda proclamarte mía en todos los sentidos.-Dijo firmemente mientras besaba dulcemente mis labios, me separe de él y otra avalancha de lágrimas continuo.
-Sabes a qué me refiero, Armando. Yo no soy eterna y lo sabes. Llegará el momento en el que yo… ya no pueda continuar a tu lado.-No podía hablar muy bien, mi voz se rompía y mis sollozos no ayudaban mucho. El me miro con lágrimas en los ojos, no soportaba verlo así, baje la mirada, el tomo mi rostro entre su cálida mano y lo levanto.
-Mírame a los ojos, Melissa.-Yo no podía, no podía mirarlo sin romperme a llorar más de lo que ya lo hacía.-Mírame a los ojos por favor.-Suplico, su voz era desgarradora, voltee a verlo y me arrepentí,, el dolor me hacía presa, era demasiado dolor el que sus ojos irradiaban.-Yo JAMAS, escúchame bien JAMAS podre amar a otra persona que no seas tú… yo viviré el tiempo que vivas tú, porque el mundo ya no sería mundo para mí, si tu no estás en él. Porque tú eres mi mundo, tú eres mi todo. Te amo más que a mi propia vida. Y si tú no vives más… yo tampoco viviré más.
-¡Nooo!-Grite y los sollozos eran cada vez más continuos, no podía respirar sentía un dolor indescriptible, era como si ya nada valiera la pena, el solo hecho de pensar que el no viviría me miraba, era la peor tortura o condena que existiera para mí. Lo abrace más a mí, mientras continuaba repitiendo la palabra “no”. El intentaba tranquilizarme por todos los medios, pero nada servía, jamás pensé sentir un dolor tan grande. Intente tranquilizarme varios minutos hasta que lo logre, tal vez no completamente, pero por lo menos ya podía hablar.-Tú tienes que continuar vivo… por mi.-Dije entre llanto.
-No me pidas eso.-El también lloraba mucho sollozaba y me apretaba fuertemente a su cálido pecho.-No me pidas vivir un mundo en el que tú ya no estas, no me pidas vivir si tu viva ya no estas.
Esta era una conversación en la que ya no sabía quién suplicaba más. Cada palabra que él decía me desgarraba el alma, lo amaba. Lo amaba más que a mi vida y lo que me decía me perturbaba, me dañaba. Continuamos así, hasta que se tornó una discusión. Nunca habíamos peleado, era ilógico hacerlo por una cosa tan insignificante. Mi vida. Una ira que no conocía me invadía. No comprendía que me pasaba, yo no era así, y menos con Armando, él era mi todo, mi vida, mi luz. Ambos nos levantamos y discutíamos fuertemente, caminábamos de un lado a otro, cada uno defendiendo su punto de vista.
Cuando vi que la discusión aumentaba de tono cada vez más, no pude continuar y me eche al suelo a llorar como una pequeña niña, me abrace a mis rodillas y escondí mi rostro entre mis piernas y susurre:
-No quiero que mueras, Armando.-Y continúe sollozando, sabía que aunque había sido un susurro él había sido capaz de escucharme. Pronto sentí unos brazos acorralarme y nuevamente me sentí segura.
-Yo no quiero vivir sin ti a mi lado, Melissa. Yo te seguiré a donde quiera que vayas… inclusive la muerte.-Dijo el entre llanto. Iba a comenzar a alegar pero él no me dejo ni siquiera iniciar.- ¿Que harías si yo muriera?-Quede con la boca abierta y en ese momento levante mi cabeza, mis ojos estaban abiertos de más. Esa pregunta me había tomado realmente desprevenida. Intentaba hablar pero simplemente no podía, no podía pronunciar absolutamente nada coherente. El solo me veía con una mirada torturada, espero el tiempo que necesite para poder continuar, hasta que pude hablar.
-Te seguiría.-Admití escondiendo mi rostro.
-No me pidas nada que tu no harías.-Beso mi frente y se levantó lentamente.-Tengo guardia.-Dijo mientras miraba por la ventana, hasta ese momento me percaté de que había obscurecido.-Nos vemos mañana.-Se despidió cerrando la puerta tras de sí.
Yo continúe llorando toda la noche. Y cuando por fin pude conciliar el sueño, nuevamente mi pesadilla hacía de las suyas dejándome totalmente herida. A la mañana siguiente me levante con muy pocas ganas de ir a la escuela, pero no me quedaba de otra. Era lunes, el peor día de la semana. Lo único que me animaba era que estaría todas mis clases junto a Armando, esperaba que todo estuviera solucionado. Cuando fui a la gran casa a desayunar, no vi a Armando, a Susana ni a León. Busque rápidamente con la mirada a Paula hasta que la encontré, ella me dio una mirada que comprendí. “Cosas de la manada”.
-Armando no podrá ir hoy a la escuela, cielo.-Dijo dulcemente mi mama.
-Se siente mal.-Concluyo mi padre mientras tomaba la mano de mi madre.
Asentí y suspire. Me parecía extraño, pues Armando nunca tomaba turnos tan largos, el siempre prefería dormir temprano para acompañarme a la escuela. Termine mi desayuno y me fui al colegio.
Aunque Armando no estuvo, gracias al cielo no tuve ninguna insinuación, estos dos años habían servido para que todos supieran de nuestra relación. Todo el día permanecí con mis amigas y amigos. Los chicos me jugaron algunas bromas de Armando. Eran realmente muy cómicos. Cuando termino la escuela, varios chicos se ofrecieron llevarme a casa, pero gracias al cielo yo llevaba una bicicleta. No es como si realmente la necesitara, pues en la reserva todo estaba lejos, pero era muy útil y me encantaban las bicicletas.
Cuando llegue, me dirigí rápidamente a la cabaña de Armando, había sido un día largo y necesitaba de sus brazos y sus labios. Cuando llegue él estaba con Susana y León en su cabaña, al parecer gracias las risas, o más bien, carcajadas que tenían no se percataron de mi presencia. En un pequeño sillón estaban Susana y Armando y en un sillón individual enfrente de ellos estaba León. Yo los observaba por la ventana, los celos me hicieron presa y salí corriendo de ahí. Me dirigí a mi cabaña, me sentía enojada, triste, decepcionada. Esperaba que el estuviera ansioso por verme nuevamente, pero al parecer me había equivocado. De pronto choque con algo duro y caliente, cayendo al suelo con mi mochila y libros.
-¿Estas bien?-Me pregunto Paula mientras intentaba extendía su mano para levantarme.
-Si.-Dije después de levantarme.-Lo siento.-Dije algo apenada.
-No te preocupes, estoy acostumbrada a que vivas en las nubes.-Dijo alegremente. Intente darle una sonrisa de las que ella solía robarme, pero en cambio, solo salió una mueca.-Anda, dime. ¿Qué tienes?-Pregunto seriamente, Paula solía ser muy perspicaz y directa.
-Nada.-Intente mentir.
-Nada.-Dijo ella haciendo una mala imitación de mi voz.- ¿No confías en mí?-Pregunto ella con esa mirada a la cual no le podía negar nada, sonrió satisfactoriamente al saber que había logrado su cometido.
-Es sobre Armando.-Suspire derrotada.
-¿Quieres que lo hablemos?-Pregunto ella conociendo la respuesta.
-¿Tienes tiempo?-Continúe yo con otra pregunta.
-Para ti, siempre.-Dijo ella tomando mi mano, ella era mi mejor amiga, después de Sofí.-Vayamos a dar una vuelta, no creo que aquí tengamos mucha privacidad.
Dijo mientras subíamos a su auto y vagábamos por la reserva. Le conté todo, me desahogue. Le conté desde mis pesadillas, nuestra pelea de la otra noche, mis inmensos celos hacia Susana y mi decepción del día de hoy.
-Vamos, Mel. No seas ridícula. Para empezar tu pesadilla son solo malas jugadas de tu muy desarrollada imaginación. ¿La pelea? Vamos todas las parejas tienen sus altos y sus bajos. Me sorprende que esa haya sido su primera discusión. Y tus celos hacia Susana, vamos. Son IRRACIONALES.-Pronuncio lentamente esa última palabra.-Por si no te habías dado cuenta, a ti y a Armando los envuelve un poderoso candado irrompible llamado, Imprimación. Armando solo te ama ti. ¡Dios! Tendrías que ver en su cabeza, no hay tema que no esté relacionado con “Mi Melissa”-Dijo con una ridícula voz y dibujando unas comillas invisibles en el aire, reí por eso, ella sabía cómo hacerme sonreír.-Además, si Armando hubiera querido algo con Susana, ¿No crees que ya habría pasado? Ellos se conocen desde pequeños. Armando no tiene ojos para nadie que no seas tú. Y si eso no te basta, confía en la magia de la imprimación. Armando y Susana se comportan así porque de que chicos eran los mejores amigos, y vamos, fueron dos años sin verse, es obvio que tengan muchísimas cosas que contarse.
Así continuamos mucho tiempo, hasta que me sentí segura y contenta.
-Gracias, Pau. Gracias por hacerme ver todo con claridad, no sé qué sería de mí sin ti.
-No tienes nada de que agradecer, Mel. Solo intenta no continuar con esas locas ideas rondando por tu cabecita.-Dijo mientras me daba ligeros golpecitos en mi cabeza.-Te quiero.-Dijo mientras me abrazaba.
-Y yo igual.-Continúe. Ella era como otra hermana para mi.-No por nada serás mi dama de honor.-Concluí. Sus ojitos se iluminaron, y un gritillo salió de su garganta, reí al ver sus reacciones.
-Tenemos que comenzar a ver lo del vestido, conozco un lugar en la que los hacen hermosos.-Continuo yo solo reía. Arranco el auto mientras nos dirigíamos a casa y ella continuaba con su enorme lista de deberes para mi boda. Al llegar vimos a Armando y Susana caminando juntos. La tristeza y celos me invadieron nuevamente, sobre todo la tristeza.-Por cierto.-Dijo Paula.-No te preocupes.-Continuo brindándome una sonrisa.-Están juntos por que sus guardias serán juntas, órdenes del líder.-Dijo entre risas.
Solo sonreí y baje del auto. Eso realmente no me tranquilizaba… si no que me incomodaba. Fui a mi cabaña y termine los deberes. Comenzaba a obscurecer. Y tenía algo de hambre pues no había ido a comer y realmente no me apetecía ir a merendar. Tome un libro y comencé a leerlo. Mi estómago sonaba. Y me di un buen susto al escuchar su voz…
lunes, 5 de abril de 2010
AVISO!!!
perdonen mi intencion era subir capitulo en domingo!
pero para las personas qe no sepan!!! hubo un temblor en mexico de 7.2 D:! e ironicamente a mi me toco estar en elxD!
fue terrible D:! (no ubo internetxD!) ni luz ni agua ni tiendas ni gasolina (NI INTERNET!!!!)
jeje
& ps como sabran ps no podre postiar intentare acerlo pronto & tratare de pasar por todos sus blogs
pero ps mi familia desea pasar mas tiempo de caridadxD
jaja con esto de qe elmundo se acaba:P
Pero no se preocupen por mixD!(si es qe acaso se preocupaban T_T) estoi bien gracias a dios:)
con mi familia^^ solo fue un GRAN susto D:! pues mi casa se le icieron grietasxD!
& ps ya saben:) lq & si me desaparesco & no me reporto en una semana es qe mori D:!(soi dramaticaxD) jaja nos vemos los qiero besos(K)
(intentare subir el lunes o el martesxD sera un cap largo(eso espero u.u) nos vemos^^)
Mapita sana & salva;)
jueves, 1 de abril de 2010
Capitulo 34 Confusion (Armando)
resulta que la semana pasada me castigaron por TODA la semana T_T si! asi es... x eso no estuve pasando por sus maravillosos blogs. & el viernes sali a la playa & regrese el domingo^^ & desde el domingo e sido ninera jejeje de mi hermosa sobrina, ahorita se la llevaron pero alrato me la volveran a traerxD & ps tengo que prestarle atencion & eso me lo dificulta, jeje aproveche aorita que no esta para publicarxD are intentos por estar publicando lo mas seguido posiblexD perdonen si me retraso en sus blogsxD
gracias por la paciencia(K) los adoro(L)
*Aclaracion: "Comer la torta antes del recreo" es una expresion que significa que se embarazo antes de la bodaxD jaja disfruten el cap...
Mil gracias por los premiosxD encerio^^ amo que disfruten de mi trabajO:D encerio son los mejores... x cierto 105 seguidores D:!! OMG! jaja encerio qe no crei tener tantosxD! son los mejores seguidores de todosxD! esta historia no seguiria sin ustedes!!!
mil gracias tambien por todos sus comentarios! no saben la emocion que siento al leerlos, es lo que alimenta mi inspiracionxD los adoro! gracias por sus maravillosos comentarios^^ & por mis 105 SEGUIDORES^^(K)(K) jaja los dejo de molestar para qe lean el cap;)
POV Armando
Me sentía lleno de dicha, sentía que podía lograrlo todo, absolutamente todo. Ella había aceptado mi propuesta, por fin seriamos marido y mujer. Se que muchos pensaran que somos jóvenes, que es muy precipitado y que no sabemos de la vida. Pero los que no saben son ellos, ellos que no entienden que ella es la única para mí y yo soy el único para ella. Nada ni nadie nos podrá separar, no había motivo por el cual perder más tiempo separados el uno del otro, sabiendo que ya nos pertenecíamos de una manera tan simple y compleja como hermosa y maravillosa.
La bese, la bese dulcemente, ella lo era todo para mí. De pronto algo en ambos surgió e hizo que el beso se convirtiera en una necesidad, como si nuestra vida dependiera de aquello. Nos separamos lentamente, pegue mí frente a la suya y me llene de su dulce aroma, ese aroma tan perfecto como embriagante. En eso escuche dos fuertes aullidos, mis ojos se abrieron como plato, mire a Melissa y ella asintió. Me aleje un poco de ella y ahí mismo entre en fase sin importarme el carísimo traje que traía.
-Pero miren quien entro en fase.-Escuche una hermosa voz que me hipnotizo.
-Mira, Armando. Susana ha vuelto.-Dijo Paula entre risitas cuando escucho mis pensamientos.
-Yo también te extrañe mucho, Armando.-Dijo Susana entre algunas risitas.-Por que no mueves tu peludo trasero hacia acá, adivina quién más te quiere ver.
-¿Cómo estas, Armando?-Pregunto una voz demasiado familiar…
-León ahora es también un licántropo.-Dijo Susana.-Por eso hemos vuelto, no creí ser capaz de entrenarlo yo sola.
-Acaban de volver.-Prosiguió Juliet.
-¿Y que paso con Melissa?-Pregunto Paula.
¡Melissa, me había olvidado completamente de ella! La mire y su cara mostraba cierta preocupación, acerque mi cabeza y me pegue a ella, ella me abrazo y supe que entendió que nada sucedía, cerré mis ojos ante el roce, pensé en el momento en el que me había convertido en el hombre más dichoso del mundo cuando ella había aceptado, todas las emociones me embriagaron rápidamente, lamí su mano inconscientemente, en eso se escuchó un aullido de dolor y Susana salió de fase… no entendía, ¿Porque lo había hecho?
-Bien hecho.-Me dijo sarcásticamente León para después salir de fase también.
La confusión me hizo presa y necesitaba pensar, la verdad tener 7 mentes más en la mía no ayudaba mucho. Me fui entre los árboles y cambie de fase, me puse unos pantalones y regrese con Melissa.
-¿Qué sucedió, Amor?-Pregunto preocupada mientras me recibía entre sus pequeños brazos.
-Nada… Susana y León han vuelto.-Dije tranquilo, no le mencione lo mucho que me había gustado escuchar nuevamente la voz de mi vieja amiga.
-Ahh.-Dijo. Pude notar como su rostro se descomponía, pude distinguir un atisbo de angustia en sus ojos… me sentí fatal. La apreté a mi mientras besaba su cabeza.
-Te amo, Melissa.-Fue lo único que mis labios pudieron pronunciar.
-No sé qué sería de mí si te perdiera, Armando.-Me dijo apretando su rostro a mi pecho y una lágrima caía por mi abdomen, levante su rostro y con la yema de mi dedo la limpia. Me había extrañado sus palabras, no comprendía por que las decía, si yo era total y completamente suyo desde el día en que entro en mi vida…
-Eso jamás pasara. Melissa eres mi todo, no sabes la amargura y obscuridad que me embargaban antes de que llegaras a mi vida… desde que te halle en aquel bosque, al mirarte, pude saber cuál era la verdadera definición de amor, lo que se sentía la preocupación de perder a un ser querido… nunca te había dicho el temor que me embargo el día en que te conocí… tenía miedo de que algo te pasara y justo ese día parecía que el destino se empeñaba en dañarte. Primero esa maldita sanguijuela y después… Susana.-Al pronunciar su nombre sentí algo en mis labios… me gustaba pronunciar ese nombre. Cuando mencione a Susana, Melissa se removió en mis brazos.
-Me quiero ir a casa…-Dijo en un susurro y con la mirada en el suelo.
Fui detrás de un árbol y volví a guardar los pantalones. Entre en fase y fui por Melissa, ella se subió a mi lomo y se abraso a mi más fuerte de lo normal, como si temiera a perderme. Me parecía ilógico, pero me agradaba demasiado esa cercanía ente nosotros. Durante el camino de regreso a casa pude notar que no había nadie en fase… por algún motivo me decepcione, hasta ese momento note que había extrañado bastante a Susana, de algún modo me gustaban nuestras constantes peleas. Fui lentamente para no despeinar mucho a Melissa, se miraba tan perfecta que no quería arruinar nada.
En cuanto llegamos bajo de mí, me fui detrás de unos árboles y me puse un pantalón después de cambiar de fase… me acerque a ella y tome su preciado rostro entre mis manos, pegue mi nariz a sus mejillas, necesitaba llenar mis pulmones de su exquisito olor, respire sus mejillas, nariz frente, y al llegar a sus labios y olfatearlos ella tomo mi rostro entre sus manos y me beso frenéticamente, era un beso apasionado, como el que pocas beses me permitía darle, la amaba y respetaba demasiado como para pasarme, pero por esta vez me deje llevar, necesitaba demasiado sus labios, nuestras bocas intensificaron el beso rápidamente, yo tenía mis manos en sus caderas presionándola más hacia mí y ella jugaba con mi cabello uniendo más nuestros labios. Bajo su mano de mi cuello a mi pecho, exitandome, rápidamente me separe de ella, pues a este paso terminaría comiéndome la torta antes del recreo*.
-Creo que será mejor que me vaya. Mañana les pediré tu mano a tus padres, Meli. Que descanses bien. Te amo.-Me despedí dándole un tierno beso en la frente.
-Te amo.-Dijo cuándo me tomo y me dio un beso en los labios, nos quedamos ahí un buen rato, hasta que reaccione, sus labios eran mi perdición. Me separe lentamente y volví a besar su frente fuertemente, la amaba más que a mi vida.
-Dulces sueños.-Le susurre mientras acariciaba su mejilla, ella hizo una mueca de dolor que no comprendí. Y se metió a su cabaña. Cuando entro escuche como suspiraba y decía:
-Eso espero.
No entendí que pasaba… pero luego lo averiguaría. Puse nuevamente los pantalones en su lugar y me adentre al bosque en mi forma lupina… necesitaba meditar el gran paso que daría pronto… no tenía dudas sobre mi amor a Melissa, de eso estaba total y completamente seguro… pero el matrimonio era un paso muy grande “Bien hecho Armando” me reprocho mi mente “Primero pides matrimonio y luego comienzas a pensar. Así es como mejora el mundo” me dijo otra de mis vocecita irónicamente.
-Y ahora estas completamente demente.-Mi corazón se detuvo al escuchar su mente.-Buenas noches, Armando.-Dijo dulcemente.
-Su-Susana. Yo… emm… per-perdona lo de…-Estaba tartamudeando, ¿porque de repente me sentía tan nervioso?
-No tengo nada que perdonar.-Me interrumpió tristemente.-Ella es tu imprimación… y espero que sean felices.
En ese momento pude escuchar el golpe de una lagrima entre la arena… ella estaba en la playa de Neah Bay, inconscientemente mis patas me llevaron hacia aquel lugar, por fortuna no estaba muy lejos.
-No sucede nada Armi. Enserio, creo que será mejor que vayas a descansar… mañana tienes que pedir la mano de Melissa.-En esa última oración su voz se rompió unas 2 veces… me sentía mal, quería protegerla, acelere mi paso quería estar cerca de ella.
Por sus pensamientos pude notar cierta nostalgia y que comenzaba a dirigirse hacia la dirección opuesta a mí. Necesitaba verla, no la había visto en dos años y extrañaba mucho a mi amiga, escuche su sollozo y acelere mucho más mi paso, supe que no estaba corriendo a su máximo potencial, lo cual agradecía infinitamente, pues si lo hubiera hecho no la hubiera alcanzado, ella siempre había sido la más veloz de todos…
Cuando la alcance brinque frente a ella, interfiriendo en su paso y alcance a vislumbrar algunas lágrimas en su lupino rostro. Me acerque a ella y con mi cuello se las limpie, nos quedamos en blanco durante un rato, ahí, juntos. Ninguno de los dos pensaba nada ni se movía, solo estábamos ahí…
En ese momento recordó cómo me vio despidiéndome de Melissa, me extraño que me hubiera visto así, mi sonrisa se ilumino al ver en sus recuerdos lo maravillosamente bien que se miraba mi princesa el día de hoy, y en ella apareció cierto deje de tristeza, se alejó de mi corriendo yo me quede ahí pensando en Melissa y lo perfecta que era…
-¿No me darás la bienvenida adecuadamente?-Dijo saliendo de entre los árboles en su forma humana y se acercaba a mi lentamente… hermosa y con sus brazos abiertos.
Rápidamente me fui detrás de un árbol y cambia de fase, me coloque unos shorts y salí rápidamente. Abrí mis brazos y ella corrió a ellos, la abrace y respire su aroma, olía a madera y algo me pico la nariz… iba a preguntar algo cuando ella beso mi mejilla, la mire anonadado.
-Te extrañe mucho, amigo.-Por alguna razón no me gusto que me dijera amigo.
-Yo también, pequeña bribona.-Dije mientras la despeinaba un poco.
-¡Oye!-Grito mientras me empujaba y hacia que callera fuertemente al piso y ella comenzó a reír, no pude evitar corear sus risas. Me levante y la cargue en mi lomo.- No, no, no. Suéltame.-Gritaba entre risas.
-Me parece que necesitas una ducha.-Dije mientras corría hacia la playa.
-¡Noo!-Gritaba entre risas mientras me golpeaba fuertemente en la espalda y pecho. Con ella podía usar más fuerza y no saldría lastimada, me gustaba eso, pues aunque con Melissa siempre me tuviera que contener ella me hacía plenamente feliz. Susana sí que no tenía piedad de mí, pues al parecer utilizaba toda su fuerza en golpearme, si no fuera porque era licántropo tal vez no me podría mover en un mes por la magnitud de su fuerza.
Me metí al agua con ella, los dos reíamos. Recordé los momentos de nuestra infancia, siempre jugábamos así en el agua. Susana había cambiado, lo sabía. La Susana amargada y presuntuosa se había ido para que regresara la dulce y divertida niña que tanto queríamos todos. Se miraba realmente hermosa mojada y bajo la luna, ella siempre había sido la más bella de la manada… pero no más bella que mi Melissa. Mi Melissa, me gustaba pensar que ella era mía y que pronto me pertenecería completamente. Me quede quieto un buen momento con la vista hacia la nada, recordando cada pequeño detalle de mi Melissa, ella era la perfección con hermosas piernas. Cada detalle en ella me hacía amarla más, era algo inevitable.
En eso regrese al presenta y no mire por ningún lado a Susana, comencé a buscarla con la vista pero nada, tal vez se había ahogado y yo había estado embobado con las maravillas de Melissa comencé a caminar y a adentrarme más rápido hacia el mar, en eso sentí como algo me jalaba de la pierna y me hundía, me asuste bastante. Una vez dentro del agua pude distinguir como Susana me hundía cada vez más y se adentraba al mar. Continuamos jugando y nadando en el agua hasta que los primero rayos de luz comenzaron a asomarse por el horizonte.
Ambos compartimos una mirada de tristeza, era hora de partir. La acompañe hasta su antigua cabaña, gracias al servicio de la mansión estaba limpia y habitable, ahí vivirían ella y León.
-Buenas noches.-Le dije antes de irme.-Si necesitas cualquier cosa no dudes en decírselo a los del servicio, ya les daré yo la orden.
-Gracias por todo, por permitirnos volver a León y a mí. No sabes lo importante que significa esto para mí, yo…-Hablaba muy rápido y no la deje terminar.
-No tienes nada que agradecer, nosotros somos su familia y siempre que nos necesiten estaremos para ustedes. Bienvenidos a casa.
-Gracias.-Dijo mientras se acercaba a mí y tomaba mi cuello con sus manos, sentí que mi respiración se entre corto, beso dulcemente mi mejilla y me soltó alejándose hacia la puerta de su casa.-Dulces sueños.-Termino mientras cerraba la puerta y me daba cierta mirada de complicidad.
Me quede unos segundos en shock. Me había agradado ese contacto. Negué con la cabeza “Estas hormonas, Armando” sonreí para mis adentros y regrese a mi casa. Me di una ducha fría y me acosté.
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Estaba en medio del bosque, Susana se veía espectacular con un vestido nuevo, me decía que me quería y por instinto tome su rostro entre mis manos, bese lentamente su mejilla.
-No juegues conmigo.-Me pidió entrecortadamente.
-No lo hare.-Dije eso y bese sus labios…
Desperté sudando y con la respiración agitada. ¿Qué me estaba pasando? Yo no era así, eso jamás podría suceder, yo amaba con todo mi ser a Melissa, ella era mi imprimación… mi todo, no había manera ni modo de renegar a la imprimación… ¿o sí? Me di una larga ducha fría y me cambie… necesitaba ver a Melissa…