viernes, 9 de abril de 2010
Capitulo 35 Mi mundo eres tu (Melissa)
Lento pero seguroxD! Ola!!! mil gracias por la pacienciaxD! jeje pero es que la verdad no habia tenido NADA de inspiracion >.<>
jaja mil gracias encerio qe no tengo palabrasxD! Espero qe este capitulo les guste mucho & no los aburra. Intente ponerle de todoxD & ps intentare postear lo mas seguido posiblexD! jeje (si mi inspiracion no me falla >.<) se que ultimamente no e pasado por sus blogs & les ruego mil disculpas pues no e podido leer nisiquiera UUUN capitulo enterO T_T jeje pero ps are un esfuerzoxD! los quiero besos(K) gracias a todos por perseverar & seguirme con esta loca historia qe muero por que les guste jaja
este cap se lo dedico a todas aquellas personas que me impulsan a escribir, que me inspiran & me apoyan en mis depresxD! (Ustedes saben de quien habloxD las amo chicas gracias por estar en mi vidaxD) & sin mas que decir los dejo con el cap que espero qe no los aburra(K)
Mapita^^
POV Melissa
Me levante temprano, mi pesadilla nuevamente me asechaba. Un miedo indescriptible me había invadido en el momento en el que supe que Su-Susana había vuelto. Esto era patético, ni siquiera podía pensar en su nombre sin tartamudearlo. Después de bañarme revise mi aspecto en el espejo, y tenía unas ojeras terribles. Anoche realmente no había podido dormir muy bien, la angustia y las pesadillas no eran una buena combinación. Suspire frustrada y me vestí. Me maquille tranquilamente, pues aún eran las 7 am. Termine de peinarme y me disponía a salir, eran las 7:45, cuando abrí la puerta Armando estaba ahí… esperándome, tan bello y perfecto. No me había visto, pues al parecer estaba muy concentrado en sus pensamientos .El observaba sus zapatos y estaba recargando sus dos manos en el marco de mi puerta, rápido lo abrace fuerte y bese sus labios. Sus dulces y cálidos labios, eran mi paraíso personal y a la vez mi perdición total. Nuestros labios comenzaron una danza a su propio ritmo, el me abrazo más fuerte de lo normal, de cierto modo asfixiante pero amaba la cercanía. Lo despeine un poco con mis manos, eso lo volvía loco, el beso se intensificaba a cada movimiento y nuestras respiraciones cada vez eran más entrecortadas, hasta que el paro en seco y se alejó de mi con los ojos abiertos como platos. Se tapó el rostro y comenzó a caminar en dirección opuesta, yo estaba aturdida, no comprendía que pasaba. Acompase mi respiración y me acerque a él. Abrí mi boca para preguntarle que sucedía, pero no logre ni siquiera pronunciar una palabra coherente, pues él me interrumpió.
-Es momento de ir con tus padres.-Me dijo fríamente, mi corazón en ese momento sintió algo que hace mucho no sentía… dolor. El jamás me había hablado así. Al percatarse me abrazo y beso en la coronilla.-Quiero pedirles tu mano.
Asentí lentamente y tome su mano, el la tomo y quiso darme un intento fallido de sonrisa. Lo conocía sabía que algo pasaba, pero no lo presionaría. Si él quería contarme lo haría… si no… pues… yo confió en el. Cuando llegamos al patio todos estaban ahí, desayunando como era costumbre todos los domingos por la mañana. Nos sentamos al lado de mis padres. Después llegaron León y Su-Susana. Miro a Armando de una manera que no me gusto, era ilógico sentir celos sabiendo lo poderosa que podía llegar a ser la imprimación, pero él le devolvió la mirada. Era una mirada de… ¿Complicidad? No yo debía de estar alucinado. Esas pesadillas me hacían daño, el sería incapaz de dañarme, yo sé que él me ama tanto como yo a él, que lo nuestro no es algo pasajero, que lo nuestro es amor, amor de verdad, puro y sincero…
Después de desayunar llego el momento que tanto ansiaba, por fin daríamos la noticia. Nos paramos y Armando tomo mi mano dulcemente, nos miramos por unos segundos significativos brindándonos apoyo mutuamente y después el comenzó:
-Hay una noticia que me hace plenamente feliz y la cual me encantaría compartirles. Le he pedido a Melissa que me haga el hombre más feliz del planeta aceptando casarse conmigo, que me permita ser el hombre que cuide de ella y la haga completamente dichosa. Y ella me ha aceptado como el hombre de su vida. Y a ambos nos encantaría contar con su apoyo- Continuo dirigiéndose a mis padres- para que nuestra felicidad sea completa.
Mi pecho se inflaba de la emoción, él era perfecto en cada uno de los aspectos, desde la cortesía hasta el físico, simplemente no podía existir otro en mi vida que no fuera EL. Mis papas asintieron y la más hermosa sonrisa broto de los labios de Armando, me levanto entre sus musculosos y cálidos brazos y me beso, fue un beso tan único y especial, como cada uno que nos dábamos, era como probar nuevamente por primera vez el paraíso. Todos comenzaron a gritar y a aplaudir era una escena única. Nos separamos y Paula comenzó a acercarse a nosotros, danzando y brincando como solía hacerlo.
-Tenemos que comenzar con los preparativos de la boda y claro sin olvidar la despedida de soltera, seré la mejor dama de honor que tengas, ¿Por qué lo seré, cierto?-Pregunto con una hermosa carita y unos ojitos difíciles de resistir.
-Claro que lo serás. Tú, Juliet y Sofí lo serán.-Dije emocionada.
-¿Y Susana?-Pregunto Paula. Amaba a Paula pero en algunas ocasiones podía llegar a ser algo molesta.
-Es muy pronto para hablar de eso, déjala descansar un poco enana.-Dijo salvándome Susana, fue algo incomoda esta situación.
Todos nos dividimos, mis padres se fueron a pasear un rato, últimamente andaban mucho más unidos, realmente me alegraba verlos así. Todos los chicos se fueron a una junta de la manada pues tenían varios asuntos de los cuales hablar, suspire frustrada, realmente me sentía sola. Tome el teléfono y marque a Sofí con la ilusión de que no fuera muy tarde haya. Pasamos dos horas platicando entre risas y llanto, ella deseaba estar a mi lado y yo moría por que así fuera. Pero cada día faltaba menos y ella aprendía mucho más, eso me daba el valor para continuar. Y mí Armando. Él era mi todo, me era imposible imaginar que por fin después de tanto tiempo el me pertenecería plenamente. Realmente lo amaba con locura, no había conocido el verdadero significado del amor hasta conocerlo.
Regrese a mi cabaña para intentar terminar un trabajo importante, pero no me podía concentrar lo único que podía escribir era:
“Melissa y Armando♥”
“Melissa y Armando♥”
Llene unas dos hojas con garabatos y letras. Hasta que decidí buscar algo en la televisión, moría de aburrimiento. Hasta que encontré una hermosa película que me hizo llorar. Se llamaba “El diario de una pasión” termine llorando loca. Pues me había dejado mucho en que pensar… algún día yo envejecería… y Armando continuaría intacto, hermoso y maravilloso como siempre… mientras yo me convertía en una anciana. Una arrugada anciana. Comencé a llorar sin control en el sillón abrazándome a mis pies. Hasta que sentí unos cálidos brazos envolverme. No puedo describir la sensación de alivio que me invadió en ese momento… fue como si nunca me hubiera sentido triste ni deprimida, como si no existiera ningún sentimiento que no fuera la felicidad y amor. Rápidamente me abrace a él y me deje consolar por dulces y bellas palabras. Le conté mis temores y el solo me dio una sonrisa que no le llego a los ojos.
-Sabes que algún día llegara ese momento cierto.-Dije entre lágrimas, no quería aplazar mas esta conversación.
-Si.-Confirmo.-Algún día llegara el momento en el que pueda proclamarte mía en todos los sentidos.-Dijo firmemente mientras besaba dulcemente mis labios, me separe de él y otra avalancha de lágrimas continuo.
-Sabes a qué me refiero, Armando. Yo no soy eterna y lo sabes. Llegará el momento en el que yo… ya no pueda continuar a tu lado.-No podía hablar muy bien, mi voz se rompía y mis sollozos no ayudaban mucho. El me miro con lágrimas en los ojos, no soportaba verlo así, baje la mirada, el tomo mi rostro entre su cálida mano y lo levanto.
-Mírame a los ojos, Melissa.-Yo no podía, no podía mirarlo sin romperme a llorar más de lo que ya lo hacía.-Mírame a los ojos por favor.-Suplico, su voz era desgarradora, voltee a verlo y me arrepentí,, el dolor me hacía presa, era demasiado dolor el que sus ojos irradiaban.-Yo JAMAS, escúchame bien JAMAS podre amar a otra persona que no seas tú… yo viviré el tiempo que vivas tú, porque el mundo ya no sería mundo para mí, si tu no estás en él. Porque tú eres mi mundo, tú eres mi todo. Te amo más que a mi propia vida. Y si tú no vives más… yo tampoco viviré más.
-¡Nooo!-Grite y los sollozos eran cada vez más continuos, no podía respirar sentía un dolor indescriptible, era como si ya nada valiera la pena, el solo hecho de pensar que el no viviría me miraba, era la peor tortura o condena que existiera para mí. Lo abrace más a mí, mientras continuaba repitiendo la palabra “no”. El intentaba tranquilizarme por todos los medios, pero nada servía, jamás pensé sentir un dolor tan grande. Intente tranquilizarme varios minutos hasta que lo logre, tal vez no completamente, pero por lo menos ya podía hablar.-Tú tienes que continuar vivo… por mi.-Dije entre llanto.
-No me pidas eso.-El también lloraba mucho sollozaba y me apretaba fuertemente a su cálido pecho.-No me pidas vivir un mundo en el que tú ya no estas, no me pidas vivir si tu viva ya no estas.
Esta era una conversación en la que ya no sabía quién suplicaba más. Cada palabra que él decía me desgarraba el alma, lo amaba. Lo amaba más que a mi vida y lo que me decía me perturbaba, me dañaba. Continuamos así, hasta que se tornó una discusión. Nunca habíamos peleado, era ilógico hacerlo por una cosa tan insignificante. Mi vida. Una ira que no conocía me invadía. No comprendía que me pasaba, yo no era así, y menos con Armando, él era mi todo, mi vida, mi luz. Ambos nos levantamos y discutíamos fuertemente, caminábamos de un lado a otro, cada uno defendiendo su punto de vista.
Cuando vi que la discusión aumentaba de tono cada vez más, no pude continuar y me eche al suelo a llorar como una pequeña niña, me abrace a mis rodillas y escondí mi rostro entre mis piernas y susurre:
-No quiero que mueras, Armando.-Y continúe sollozando, sabía que aunque había sido un susurro él había sido capaz de escucharme. Pronto sentí unos brazos acorralarme y nuevamente me sentí segura.
-Yo no quiero vivir sin ti a mi lado, Melissa. Yo te seguiré a donde quiera que vayas… inclusive la muerte.-Dijo el entre llanto. Iba a comenzar a alegar pero él no me dejo ni siquiera iniciar.- ¿Que harías si yo muriera?-Quede con la boca abierta y en ese momento levante mi cabeza, mis ojos estaban abiertos de más. Esa pregunta me había tomado realmente desprevenida. Intentaba hablar pero simplemente no podía, no podía pronunciar absolutamente nada coherente. El solo me veía con una mirada torturada, espero el tiempo que necesite para poder continuar, hasta que pude hablar.
-Te seguiría.-Admití escondiendo mi rostro.
-No me pidas nada que tu no harías.-Beso mi frente y se levantó lentamente.-Tengo guardia.-Dijo mientras miraba por la ventana, hasta ese momento me percaté de que había obscurecido.-Nos vemos mañana.-Se despidió cerrando la puerta tras de sí.
Yo continúe llorando toda la noche. Y cuando por fin pude conciliar el sueño, nuevamente mi pesadilla hacía de las suyas dejándome totalmente herida. A la mañana siguiente me levante con muy pocas ganas de ir a la escuela, pero no me quedaba de otra. Era lunes, el peor día de la semana. Lo único que me animaba era que estaría todas mis clases junto a Armando, esperaba que todo estuviera solucionado. Cuando fui a la gran casa a desayunar, no vi a Armando, a Susana ni a León. Busque rápidamente con la mirada a Paula hasta que la encontré, ella me dio una mirada que comprendí. “Cosas de la manada”.
-Armando no podrá ir hoy a la escuela, cielo.-Dijo dulcemente mi mama.
-Se siente mal.-Concluyo mi padre mientras tomaba la mano de mi madre.
Asentí y suspire. Me parecía extraño, pues Armando nunca tomaba turnos tan largos, el siempre prefería dormir temprano para acompañarme a la escuela. Termine mi desayuno y me fui al colegio.
Aunque Armando no estuvo, gracias al cielo no tuve ninguna insinuación, estos dos años habían servido para que todos supieran de nuestra relación. Todo el día permanecí con mis amigas y amigos. Los chicos me jugaron algunas bromas de Armando. Eran realmente muy cómicos. Cuando termino la escuela, varios chicos se ofrecieron llevarme a casa, pero gracias al cielo yo llevaba una bicicleta. No es como si realmente la necesitara, pues en la reserva todo estaba lejos, pero era muy útil y me encantaban las bicicletas.
Cuando llegue, me dirigí rápidamente a la cabaña de Armando, había sido un día largo y necesitaba de sus brazos y sus labios. Cuando llegue él estaba con Susana y León en su cabaña, al parecer gracias las risas, o más bien, carcajadas que tenían no se percataron de mi presencia. En un pequeño sillón estaban Susana y Armando y en un sillón individual enfrente de ellos estaba León. Yo los observaba por la ventana, los celos me hicieron presa y salí corriendo de ahí. Me dirigí a mi cabaña, me sentía enojada, triste, decepcionada. Esperaba que el estuviera ansioso por verme nuevamente, pero al parecer me había equivocado. De pronto choque con algo duro y caliente, cayendo al suelo con mi mochila y libros.
-¿Estas bien?-Me pregunto Paula mientras intentaba extendía su mano para levantarme.
-Si.-Dije después de levantarme.-Lo siento.-Dije algo apenada.
-No te preocupes, estoy acostumbrada a que vivas en las nubes.-Dijo alegremente. Intente darle una sonrisa de las que ella solía robarme, pero en cambio, solo salió una mueca.-Anda, dime. ¿Qué tienes?-Pregunto seriamente, Paula solía ser muy perspicaz y directa.
-Nada.-Intente mentir.
-Nada.-Dijo ella haciendo una mala imitación de mi voz.- ¿No confías en mí?-Pregunto ella con esa mirada a la cual no le podía negar nada, sonrió satisfactoriamente al saber que había logrado su cometido.
-Es sobre Armando.-Suspire derrotada.
-¿Quieres que lo hablemos?-Pregunto ella conociendo la respuesta.
-¿Tienes tiempo?-Continúe yo con otra pregunta.
-Para ti, siempre.-Dijo ella tomando mi mano, ella era mi mejor amiga, después de Sofí.-Vayamos a dar una vuelta, no creo que aquí tengamos mucha privacidad.
Dijo mientras subíamos a su auto y vagábamos por la reserva. Le conté todo, me desahogue. Le conté desde mis pesadillas, nuestra pelea de la otra noche, mis inmensos celos hacia Susana y mi decepción del día de hoy.
-Vamos, Mel. No seas ridícula. Para empezar tu pesadilla son solo malas jugadas de tu muy desarrollada imaginación. ¿La pelea? Vamos todas las parejas tienen sus altos y sus bajos. Me sorprende que esa haya sido su primera discusión. Y tus celos hacia Susana, vamos. Son IRRACIONALES.-Pronuncio lentamente esa última palabra.-Por si no te habías dado cuenta, a ti y a Armando los envuelve un poderoso candado irrompible llamado, Imprimación. Armando solo te ama ti. ¡Dios! Tendrías que ver en su cabeza, no hay tema que no esté relacionado con “Mi Melissa”-Dijo con una ridícula voz y dibujando unas comillas invisibles en el aire, reí por eso, ella sabía cómo hacerme sonreír.-Además, si Armando hubiera querido algo con Susana, ¿No crees que ya habría pasado? Ellos se conocen desde pequeños. Armando no tiene ojos para nadie que no seas tú. Y si eso no te basta, confía en la magia de la imprimación. Armando y Susana se comportan así porque de que chicos eran los mejores amigos, y vamos, fueron dos años sin verse, es obvio que tengan muchísimas cosas que contarse.
Así continuamos mucho tiempo, hasta que me sentí segura y contenta.
-Gracias, Pau. Gracias por hacerme ver todo con claridad, no sé qué sería de mí sin ti.
-No tienes nada de que agradecer, Mel. Solo intenta no continuar con esas locas ideas rondando por tu cabecita.-Dijo mientras me daba ligeros golpecitos en mi cabeza.-Te quiero.-Dijo mientras me abrazaba.
-Y yo igual.-Continúe. Ella era como otra hermana para mi.-No por nada serás mi dama de honor.-Concluí. Sus ojitos se iluminaron, y un gritillo salió de su garganta, reí al ver sus reacciones.
-Tenemos que comenzar a ver lo del vestido, conozco un lugar en la que los hacen hermosos.-Continuo yo solo reía. Arranco el auto mientras nos dirigíamos a casa y ella continuaba con su enorme lista de deberes para mi boda. Al llegar vimos a Armando y Susana caminando juntos. La tristeza y celos me invadieron nuevamente, sobre todo la tristeza.-Por cierto.-Dijo Paula.-No te preocupes.-Continuo brindándome una sonrisa.-Están juntos por que sus guardias serán juntas, órdenes del líder.-Dijo entre risas.
Solo sonreí y baje del auto. Eso realmente no me tranquilizaba… si no que me incomodaba. Fui a mi cabaña y termine los deberes. Comenzaba a obscurecer. Y tenía algo de hambre pues no había ido a comer y realmente no me apetecía ir a merendar. Tome un libro y comencé a leerlo. Mi estómago sonaba. Y me di un buen susto al escuchar su voz…
jaja mil gracias encerio qe no tengo palabrasxD! Espero qe este capitulo les guste mucho & no los aburra. Intente ponerle de todoxD & ps intentare postear lo mas seguido posiblexD! jeje (si mi inspiracion no me falla >.<) se que ultimamente no e pasado por sus blogs & les ruego mil disculpas pues no e podido leer nisiquiera UUUN capitulo enterO T_T jeje pero ps are un esfuerzoxD! los quiero besos(K) gracias a todos por perseverar & seguirme con esta loca historia qe muero por que les guste jaja
este cap se lo dedico a todas aquellas personas que me impulsan a escribir, que me inspiran & me apoyan en mis depresxD! (Ustedes saben de quien habloxD las amo chicas gracias por estar en mi vidaxD) & sin mas que decir los dejo con el cap que espero qe no los aburra(K)
Mapita^^
POV Melissa
Me levante temprano, mi pesadilla nuevamente me asechaba. Un miedo indescriptible me había invadido en el momento en el que supe que Su-Susana había vuelto. Esto era patético, ni siquiera podía pensar en su nombre sin tartamudearlo. Después de bañarme revise mi aspecto en el espejo, y tenía unas ojeras terribles. Anoche realmente no había podido dormir muy bien, la angustia y las pesadillas no eran una buena combinación. Suspire frustrada y me vestí. Me maquille tranquilamente, pues aún eran las 7 am. Termine de peinarme y me disponía a salir, eran las 7:45, cuando abrí la puerta Armando estaba ahí… esperándome, tan bello y perfecto. No me había visto, pues al parecer estaba muy concentrado en sus pensamientos .El observaba sus zapatos y estaba recargando sus dos manos en el marco de mi puerta, rápido lo abrace fuerte y bese sus labios. Sus dulces y cálidos labios, eran mi paraíso personal y a la vez mi perdición total. Nuestros labios comenzaron una danza a su propio ritmo, el me abrazo más fuerte de lo normal, de cierto modo asfixiante pero amaba la cercanía. Lo despeine un poco con mis manos, eso lo volvía loco, el beso se intensificaba a cada movimiento y nuestras respiraciones cada vez eran más entrecortadas, hasta que el paro en seco y se alejó de mi con los ojos abiertos como platos. Se tapó el rostro y comenzó a caminar en dirección opuesta, yo estaba aturdida, no comprendía que pasaba. Acompase mi respiración y me acerque a él. Abrí mi boca para preguntarle que sucedía, pero no logre ni siquiera pronunciar una palabra coherente, pues él me interrumpió.
-Es momento de ir con tus padres.-Me dijo fríamente, mi corazón en ese momento sintió algo que hace mucho no sentía… dolor. El jamás me había hablado así. Al percatarse me abrazo y beso en la coronilla.-Quiero pedirles tu mano.
Asentí lentamente y tome su mano, el la tomo y quiso darme un intento fallido de sonrisa. Lo conocía sabía que algo pasaba, pero no lo presionaría. Si él quería contarme lo haría… si no… pues… yo confió en el. Cuando llegamos al patio todos estaban ahí, desayunando como era costumbre todos los domingos por la mañana. Nos sentamos al lado de mis padres. Después llegaron León y Su-Susana. Miro a Armando de una manera que no me gusto, era ilógico sentir celos sabiendo lo poderosa que podía llegar a ser la imprimación, pero él le devolvió la mirada. Era una mirada de… ¿Complicidad? No yo debía de estar alucinado. Esas pesadillas me hacían daño, el sería incapaz de dañarme, yo sé que él me ama tanto como yo a él, que lo nuestro no es algo pasajero, que lo nuestro es amor, amor de verdad, puro y sincero…
Después de desayunar llego el momento que tanto ansiaba, por fin daríamos la noticia. Nos paramos y Armando tomo mi mano dulcemente, nos miramos por unos segundos significativos brindándonos apoyo mutuamente y después el comenzó:
-Hay una noticia que me hace plenamente feliz y la cual me encantaría compartirles. Le he pedido a Melissa que me haga el hombre más feliz del planeta aceptando casarse conmigo, que me permita ser el hombre que cuide de ella y la haga completamente dichosa. Y ella me ha aceptado como el hombre de su vida. Y a ambos nos encantaría contar con su apoyo- Continuo dirigiéndose a mis padres- para que nuestra felicidad sea completa.
Mi pecho se inflaba de la emoción, él era perfecto en cada uno de los aspectos, desde la cortesía hasta el físico, simplemente no podía existir otro en mi vida que no fuera EL. Mis papas asintieron y la más hermosa sonrisa broto de los labios de Armando, me levanto entre sus musculosos y cálidos brazos y me beso, fue un beso tan único y especial, como cada uno que nos dábamos, era como probar nuevamente por primera vez el paraíso. Todos comenzaron a gritar y a aplaudir era una escena única. Nos separamos y Paula comenzó a acercarse a nosotros, danzando y brincando como solía hacerlo.
-Tenemos que comenzar con los preparativos de la boda y claro sin olvidar la despedida de soltera, seré la mejor dama de honor que tengas, ¿Por qué lo seré, cierto?-Pregunto con una hermosa carita y unos ojitos difíciles de resistir.
-Claro que lo serás. Tú, Juliet y Sofí lo serán.-Dije emocionada.
-¿Y Susana?-Pregunto Paula. Amaba a Paula pero en algunas ocasiones podía llegar a ser algo molesta.
-Es muy pronto para hablar de eso, déjala descansar un poco enana.-Dijo salvándome Susana, fue algo incomoda esta situación.
Todos nos dividimos, mis padres se fueron a pasear un rato, últimamente andaban mucho más unidos, realmente me alegraba verlos así. Todos los chicos se fueron a una junta de la manada pues tenían varios asuntos de los cuales hablar, suspire frustrada, realmente me sentía sola. Tome el teléfono y marque a Sofí con la ilusión de que no fuera muy tarde haya. Pasamos dos horas platicando entre risas y llanto, ella deseaba estar a mi lado y yo moría por que así fuera. Pero cada día faltaba menos y ella aprendía mucho más, eso me daba el valor para continuar. Y mí Armando. Él era mi todo, me era imposible imaginar que por fin después de tanto tiempo el me pertenecería plenamente. Realmente lo amaba con locura, no había conocido el verdadero significado del amor hasta conocerlo.
Regrese a mi cabaña para intentar terminar un trabajo importante, pero no me podía concentrar lo único que podía escribir era:
“Melissa y Armando♥”
“Melissa y Armando♥”
Llene unas dos hojas con garabatos y letras. Hasta que decidí buscar algo en la televisión, moría de aburrimiento. Hasta que encontré una hermosa película que me hizo llorar. Se llamaba “El diario de una pasión” termine llorando loca. Pues me había dejado mucho en que pensar… algún día yo envejecería… y Armando continuaría intacto, hermoso y maravilloso como siempre… mientras yo me convertía en una anciana. Una arrugada anciana. Comencé a llorar sin control en el sillón abrazándome a mis pies. Hasta que sentí unos cálidos brazos envolverme. No puedo describir la sensación de alivio que me invadió en ese momento… fue como si nunca me hubiera sentido triste ni deprimida, como si no existiera ningún sentimiento que no fuera la felicidad y amor. Rápidamente me abrace a él y me deje consolar por dulces y bellas palabras. Le conté mis temores y el solo me dio una sonrisa que no le llego a los ojos.
-Sabes que algún día llegara ese momento cierto.-Dije entre lágrimas, no quería aplazar mas esta conversación.
-Si.-Confirmo.-Algún día llegara el momento en el que pueda proclamarte mía en todos los sentidos.-Dijo firmemente mientras besaba dulcemente mis labios, me separe de él y otra avalancha de lágrimas continuo.
-Sabes a qué me refiero, Armando. Yo no soy eterna y lo sabes. Llegará el momento en el que yo… ya no pueda continuar a tu lado.-No podía hablar muy bien, mi voz se rompía y mis sollozos no ayudaban mucho. El me miro con lágrimas en los ojos, no soportaba verlo así, baje la mirada, el tomo mi rostro entre su cálida mano y lo levanto.
-Mírame a los ojos, Melissa.-Yo no podía, no podía mirarlo sin romperme a llorar más de lo que ya lo hacía.-Mírame a los ojos por favor.-Suplico, su voz era desgarradora, voltee a verlo y me arrepentí,, el dolor me hacía presa, era demasiado dolor el que sus ojos irradiaban.-Yo JAMAS, escúchame bien JAMAS podre amar a otra persona que no seas tú… yo viviré el tiempo que vivas tú, porque el mundo ya no sería mundo para mí, si tu no estás en él. Porque tú eres mi mundo, tú eres mi todo. Te amo más que a mi propia vida. Y si tú no vives más… yo tampoco viviré más.
-¡Nooo!-Grite y los sollozos eran cada vez más continuos, no podía respirar sentía un dolor indescriptible, era como si ya nada valiera la pena, el solo hecho de pensar que el no viviría me miraba, era la peor tortura o condena que existiera para mí. Lo abrace más a mí, mientras continuaba repitiendo la palabra “no”. El intentaba tranquilizarme por todos los medios, pero nada servía, jamás pensé sentir un dolor tan grande. Intente tranquilizarme varios minutos hasta que lo logre, tal vez no completamente, pero por lo menos ya podía hablar.-Tú tienes que continuar vivo… por mi.-Dije entre llanto.
-No me pidas eso.-El también lloraba mucho sollozaba y me apretaba fuertemente a su cálido pecho.-No me pidas vivir un mundo en el que tú ya no estas, no me pidas vivir si tu viva ya no estas.
Esta era una conversación en la que ya no sabía quién suplicaba más. Cada palabra que él decía me desgarraba el alma, lo amaba. Lo amaba más que a mi vida y lo que me decía me perturbaba, me dañaba. Continuamos así, hasta que se tornó una discusión. Nunca habíamos peleado, era ilógico hacerlo por una cosa tan insignificante. Mi vida. Una ira que no conocía me invadía. No comprendía que me pasaba, yo no era así, y menos con Armando, él era mi todo, mi vida, mi luz. Ambos nos levantamos y discutíamos fuertemente, caminábamos de un lado a otro, cada uno defendiendo su punto de vista.
Cuando vi que la discusión aumentaba de tono cada vez más, no pude continuar y me eche al suelo a llorar como una pequeña niña, me abrace a mis rodillas y escondí mi rostro entre mis piernas y susurre:
-No quiero que mueras, Armando.-Y continúe sollozando, sabía que aunque había sido un susurro él había sido capaz de escucharme. Pronto sentí unos brazos acorralarme y nuevamente me sentí segura.
-Yo no quiero vivir sin ti a mi lado, Melissa. Yo te seguiré a donde quiera que vayas… inclusive la muerte.-Dijo el entre llanto. Iba a comenzar a alegar pero él no me dejo ni siquiera iniciar.- ¿Que harías si yo muriera?-Quede con la boca abierta y en ese momento levante mi cabeza, mis ojos estaban abiertos de más. Esa pregunta me había tomado realmente desprevenida. Intentaba hablar pero simplemente no podía, no podía pronunciar absolutamente nada coherente. El solo me veía con una mirada torturada, espero el tiempo que necesite para poder continuar, hasta que pude hablar.
-Te seguiría.-Admití escondiendo mi rostro.
-No me pidas nada que tu no harías.-Beso mi frente y se levantó lentamente.-Tengo guardia.-Dijo mientras miraba por la ventana, hasta ese momento me percaté de que había obscurecido.-Nos vemos mañana.-Se despidió cerrando la puerta tras de sí.
Yo continúe llorando toda la noche. Y cuando por fin pude conciliar el sueño, nuevamente mi pesadilla hacía de las suyas dejándome totalmente herida. A la mañana siguiente me levante con muy pocas ganas de ir a la escuela, pero no me quedaba de otra. Era lunes, el peor día de la semana. Lo único que me animaba era que estaría todas mis clases junto a Armando, esperaba que todo estuviera solucionado. Cuando fui a la gran casa a desayunar, no vi a Armando, a Susana ni a León. Busque rápidamente con la mirada a Paula hasta que la encontré, ella me dio una mirada que comprendí. “Cosas de la manada”.
-Armando no podrá ir hoy a la escuela, cielo.-Dijo dulcemente mi mama.
-Se siente mal.-Concluyo mi padre mientras tomaba la mano de mi madre.
Asentí y suspire. Me parecía extraño, pues Armando nunca tomaba turnos tan largos, el siempre prefería dormir temprano para acompañarme a la escuela. Termine mi desayuno y me fui al colegio.
Aunque Armando no estuvo, gracias al cielo no tuve ninguna insinuación, estos dos años habían servido para que todos supieran de nuestra relación. Todo el día permanecí con mis amigas y amigos. Los chicos me jugaron algunas bromas de Armando. Eran realmente muy cómicos. Cuando termino la escuela, varios chicos se ofrecieron llevarme a casa, pero gracias al cielo yo llevaba una bicicleta. No es como si realmente la necesitara, pues en la reserva todo estaba lejos, pero era muy útil y me encantaban las bicicletas.
Cuando llegue, me dirigí rápidamente a la cabaña de Armando, había sido un día largo y necesitaba de sus brazos y sus labios. Cuando llegue él estaba con Susana y León en su cabaña, al parecer gracias las risas, o más bien, carcajadas que tenían no se percataron de mi presencia. En un pequeño sillón estaban Susana y Armando y en un sillón individual enfrente de ellos estaba León. Yo los observaba por la ventana, los celos me hicieron presa y salí corriendo de ahí. Me dirigí a mi cabaña, me sentía enojada, triste, decepcionada. Esperaba que el estuviera ansioso por verme nuevamente, pero al parecer me había equivocado. De pronto choque con algo duro y caliente, cayendo al suelo con mi mochila y libros.
-¿Estas bien?-Me pregunto Paula mientras intentaba extendía su mano para levantarme.
-Si.-Dije después de levantarme.-Lo siento.-Dije algo apenada.
-No te preocupes, estoy acostumbrada a que vivas en las nubes.-Dijo alegremente. Intente darle una sonrisa de las que ella solía robarme, pero en cambio, solo salió una mueca.-Anda, dime. ¿Qué tienes?-Pregunto seriamente, Paula solía ser muy perspicaz y directa.
-Nada.-Intente mentir.
-Nada.-Dijo ella haciendo una mala imitación de mi voz.- ¿No confías en mí?-Pregunto ella con esa mirada a la cual no le podía negar nada, sonrió satisfactoriamente al saber que había logrado su cometido.
-Es sobre Armando.-Suspire derrotada.
-¿Quieres que lo hablemos?-Pregunto ella conociendo la respuesta.
-¿Tienes tiempo?-Continúe yo con otra pregunta.
-Para ti, siempre.-Dijo ella tomando mi mano, ella era mi mejor amiga, después de Sofí.-Vayamos a dar una vuelta, no creo que aquí tengamos mucha privacidad.
Dijo mientras subíamos a su auto y vagábamos por la reserva. Le conté todo, me desahogue. Le conté desde mis pesadillas, nuestra pelea de la otra noche, mis inmensos celos hacia Susana y mi decepción del día de hoy.
-Vamos, Mel. No seas ridícula. Para empezar tu pesadilla son solo malas jugadas de tu muy desarrollada imaginación. ¿La pelea? Vamos todas las parejas tienen sus altos y sus bajos. Me sorprende que esa haya sido su primera discusión. Y tus celos hacia Susana, vamos. Son IRRACIONALES.-Pronuncio lentamente esa última palabra.-Por si no te habías dado cuenta, a ti y a Armando los envuelve un poderoso candado irrompible llamado, Imprimación. Armando solo te ama ti. ¡Dios! Tendrías que ver en su cabeza, no hay tema que no esté relacionado con “Mi Melissa”-Dijo con una ridícula voz y dibujando unas comillas invisibles en el aire, reí por eso, ella sabía cómo hacerme sonreír.-Además, si Armando hubiera querido algo con Susana, ¿No crees que ya habría pasado? Ellos se conocen desde pequeños. Armando no tiene ojos para nadie que no seas tú. Y si eso no te basta, confía en la magia de la imprimación. Armando y Susana se comportan así porque de que chicos eran los mejores amigos, y vamos, fueron dos años sin verse, es obvio que tengan muchísimas cosas que contarse.
Así continuamos mucho tiempo, hasta que me sentí segura y contenta.
-Gracias, Pau. Gracias por hacerme ver todo con claridad, no sé qué sería de mí sin ti.
-No tienes nada de que agradecer, Mel. Solo intenta no continuar con esas locas ideas rondando por tu cabecita.-Dijo mientras me daba ligeros golpecitos en mi cabeza.-Te quiero.-Dijo mientras me abrazaba.
-Y yo igual.-Continúe. Ella era como otra hermana para mi.-No por nada serás mi dama de honor.-Concluí. Sus ojitos se iluminaron, y un gritillo salió de su garganta, reí al ver sus reacciones.
-Tenemos que comenzar a ver lo del vestido, conozco un lugar en la que los hacen hermosos.-Continuo yo solo reía. Arranco el auto mientras nos dirigíamos a casa y ella continuaba con su enorme lista de deberes para mi boda. Al llegar vimos a Armando y Susana caminando juntos. La tristeza y celos me invadieron nuevamente, sobre todo la tristeza.-Por cierto.-Dijo Paula.-No te preocupes.-Continuo brindándome una sonrisa.-Están juntos por que sus guardias serán juntas, órdenes del líder.-Dijo entre risas.
Solo sonreí y baje del auto. Eso realmente no me tranquilizaba… si no que me incomodaba. Fui a mi cabaña y termine los deberes. Comenzaba a obscurecer. Y tenía algo de hambre pues no había ido a comer y realmente no me apetecía ir a merendar. Tome un libro y comencé a leerlo. Mi estómago sonaba. Y me di un buen susto al escuchar su voz…
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me ha encantado el capi !!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarescribes genial :)
disculpa por no comentar seguido pero el tiempo apenas me deja leer los capis y me han encantado mucho
sube pronto porfa ^-^
armando armando es perfecto jeje chao y cuidate
Me encanto el cap!
ResponderEliminarY estoy comenzando a sentir cierto rencor hacia Armando....¬
Jjaajjaja, bueno subi pronto!
Besitooos! :)
wow!! lindo cap. y muii largo por cierto xD!!
ResponderEliminarsigue escribiendo y espero realmente q Armando no se imprime (o como se diga) de Susana, ya q ya le pidio la mano a Melissa (es con 2 ss??) bueno, escribe pronto plis!!
bye
xoxo
aaaaaaaaaaaaaa me encanto pero no nos puedes dejar asi necesito saber que pasa, morire de intriga encerio, por favor publica pronto estuve toda la mañana esperando volver a mi casa para leerlo jajaj Besos tkm
ResponderEliminarVershy
O.o
ResponderEliminarNo puede ser!!!!
MAPITA TE ODIO!! (Con cariiño xd)
Pero como lo dejas alli
Odio como se siente Meliisa
Llorare T.T
Qe triste!!
No me cae Susana ¬¬
Me cae pesimo !!! >.<
Y armando... esta raro :S
No lo entiendo :/
Pobre Meliisa u_u
Publica Pronto!!!
Ya?? *-*
Cuiidate
Bye!♥~
jajajjaja por fin publicas jajaja
ResponderEliminary por fin primera en comentar jaja
estuvo bueno el capi aunq un poco confuso :D
espero el proximo capi conn ansias
:)
oola mapiita!!
ResponderEliminarme nkanto el kapitulo
pobre melissa... si armando supiera todo lo ke le sta pasando talvez se alejaria un poko de susana
pero melissa tiene ke entender lo ke le dice paula pke es la pura vrdD
jaja
ni ke me fuera a skuchar
jajaja
bueno... poes ya sabes tu kapitulo lo adore
i ya kiero ke se kasen
uuuh si
jajaja
bueno bueno
bye bye!!
Me encanto tu cap Mapitaa!! Puedo entender muyy bien a Mel a veces eso pasa... pero de seguro esta equivocada porque se nota q Arm la ama demasiado espero q puedas publicar pronto cdt mucho byee =)
ResponderEliminarAt2: Elsie
q lindow..!!!
ResponderEliminarme encantooooo
jajaja
iia extrañaba leer
jaj los celos son los celos
hay mi visss ya quiero la bodaaa y tambn una buena borrachera jajajjjaa Ook no
bueno espero q publikes prontooo esperare con ansias
kisszz
awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww*-*
ResponderEliminarmee alegroo de quee sus padres hallan aceptadoo que se casen:D
peroo lña verdad que yo creoo que va a pasr
algo con susanaa ii armandoS:
no se quee pero va a apasrr ii no me gusta nada -.-
de verdad que melissa se siente sola ):
ii me da muuuucha pena ii triisteza x ella DD:
de verdad que amrando esta raroS:
porque hizo esoo cuando se besaron melissa ii el?
espwero que no seaa nada malo /:
mapitaa XD
eel cap no estuvo nada aburrido n_n
mas bieen muii entretenido ii llamativo
puublic prontoo*-*
cuidate
Bs; Vaal<3
hola!! huy no!!! que bueno que no me perdi del capitulo!! estuvo genial!! (ya lei el anterior, pues no lo habia leido, igual de preciosos!!!)
ResponderEliminarese armando me encanta!! pero que cosa!! como puede ser tan perffecto!! que suerte de melisa! yo tambien quiero uno asi!!! jajajaja!
me encanto como se dirigio hacia los papas y le pidio la mano de meli!!
que lindo!! aunque al final!!
la pelea!! pobrecita!! lo mismo con la pesadilla!!
otra que me cae muy bien es pau!!
que buena amiga!!
bueno, sube pronto!! de quien es la voz??!! ya se.. o no? jejeje!
besos<3
O por Dios! te juro que pense que habia comentado o.o que raro... pero bueno... me encanto el capitulo y me dio mucha penita la conversacion que tuvieron, debe haber algo que se pueda hacer!! quiero ya leer un nuevo cap!!
ResponderEliminarbesitos!!