Compre todo lo necesario y mientras todos estaban en guardia, aproveche que era mi día libre y me dirigí a la parte del bosque en el que ya estaba todo listo para la fiesta de esta noche. Verifique que todo estuviera perfecto y coloque mi pequeña sorpresa para el grupo para que en cuanto fuera el momento, todo saliera perfecto sin más preámbulos. Una vez satisfecha con mi trabajo unas dos horas después, me dirigí a la cabaña. Eran las 5 de la tarde, tiempo suficiente para que todos comenzaran a prepararse.
Escondí mi ropa tras un arbusto y entre en fase para avisarles a los demás que era hora de la forma más discreta para que ni León, ni Susana y mucho menos Armando entendieran de lo que habláramos. Una vez que les avise, uno a uno se fue yendo para prepararse, aunque claro, todos con escusas diferentes. Pronto la sorpresa se llevaría a cabo.
POV Gabriel
Toda la tarde había estado pensando que idea maquiavélica se le había ocurrido a Paula… tal vez jamás debí haber mencionado nada… pero bueno, ahora solo faltaba esperar que no se le pasara la mano a Paula y no hiciera lo de la ultima vez, tener que ir a comprar toallas femeninas vestido de bailarina de ballet, si algo había aprendido de Paula, era a no molestarla. La amaba, pero no podía parar de temer por las locas ideas que pasaban por su mente.
En cuanto dio la señal me dirigí a nuestra cabaña y me puse a buscar por todos lados el bendito disfraz ese, pero ni señal, busque en todo su cuarto, su baño, la cosina, el comedor, y nada… estaba por rendirme y en eso ella llego.
-No te has vestido, Gabriel.-Me recrimino algo enojada y estresada por los escases de tiempo.
-No sé donde esta mi disfraz. Admití nerviosamente al no haber podido hallarlo.
- Oh… cierto, lo escondí yo… lo siento. Ahora lo traigo.-Dijo mientras salía disparada y yo detrás de ella.
Entro en mi habitación… y la comprensión llego rápidamente a mí. Claro, ataca por donde menos se lo espere el enemigo, y obviamente yo jamás hubiera buscado mi disfraz que ella escondió en mi habitación. Cuando me lo entrego lo hizo algo apenada, y yo hice mi mayor esfuerzo por parecer lo mas enojado posible, pero al ver esos ojitos y esa sonrisa tan hermosa, mi corazón no pudo evitar dar un vuelco ni tampoco mis labios pudieron permanecer ni un segundo más separados de los de ella. Ella lo era todo, era mi pequeña traviesa. El beso se fue intensificando hasta que ella se separo y no pude evitar verla extrañado.
-Lo siento, amor. Juro que me encantaría seguir así todo el día… pero he trabajado tanto por…
-Shh…-La interrumpí colocando dulcemente mi dedo sobre sus hinchados labios, sintiéndome orgulloso por ello. Me acerque lentamente a su oído y le susurre seductoramente.-Luego continuaremos.
Sus mejillas se tornaron coloradas, amaba tener este tipo de reacciones sobre ella, me hacía sentir importante, me dedico una pequeña sonrisa y desapareció de mi habitación brindándome una privacidad innecesaria.
Resignado tome fuertemente aire y me dirigí hacia la caja blanca que contenía el disfraz de mi castigo… eso me pasaba por soplón, pero ahora no había nada que pudiera hacer. Abrí la caja y al ver el disfraz no lo podía creer, esta sería una LARGA noche.
POV Juliet
Me encantaba mi disfraz, era una especie de vestido antiguo estilo ingles, sumamente bello, me encantaba, era simplemente perfecto. Cuando termine de arreglar mi cabello me dirigí hacia la habitación de Noah y no pude evitar que brotara una sonrisa boba de mi rostro, se miraba encantador vestido de todo un caballero, contrastando hasta el último detalle con mi atuendo. Lo que no pude evitar observar fue su rostro… enfurruñado, sin duda algo no le agradaba, lo conocía perfectamente. Pero no comprendía que era lo que no le agradaba, toque dulcemente la puerta abierta con mis nudillos captando su atención. Intercambiamos miradas significativas y después de preguntarle que le pasaba me contesto lo que no esperaba oír.
-En realidad me agrada el traje, pero… ¿es necesario utilizar esta peluca?
No pude evitar soltar la carcajada, pues se la puso para demostrarme su punto de vista y en realidad se miraba demasiado gracioso como para no reírse, se la quito rápidamente y la tiro hacia su cama.
-¡Ves lo que te digo! No puedo ir con esta peluca, todos se reirán.
-¿Desde cuándo te preocupa el que dirán? La única opinión que debería importarte aquí… es la mía.-Dije mientras abrazaba su cintura dulcemente.
-¿Y bien? ¿Tu que opinas?
Me pregunto mientras se ponía la peluca y hacia un gesto gracioso, obviamente no pude evitar reír como loca, lo cual no le agrado mucho, mas no se quito la peluca. Me quede esperando a que lo hiciera… pero nada.
-¿No te la quitaras?-Pregunte, pues esa era la reacción que cualquiera hubiera tenido.
-No… Paula trabajo mucho en estos disfraces tal y como están, por lo tanto, respetare todo… además, se de buena fuente de que a mí no es al que le fue peor.-Finalizo con una sonrisa triunfante.
No pude evitar sentirme orgullosa, nuevamente me demostraba que él era único… no había nadie como él, cualquiera hubiera tirado la peluca y quedarse con su hermoso cabello natural para lucir más varonil y bello, pero en cambio el estaba dispuesto a pasar vergüenzas, era un amor.
-Cielo, eres una ternurita.-Dije haciéndole cariñitos rozando nuestras narices repetidas veces.-Estas dispuesto a pasar vergüenzas solo para no defraudar a Paula.-Dije llena de orgullo.-Pero… tal vez tú quieras pasar vergüenzas… pero yo no. Así que quítate inmediatamente esa peluca, ninguna pareja mía se verá más femenino que yo.
Resoplo aliviado y rápido se quito la peluca.
-Gracias, cariño. Sabía que tú me amabas lo suficiente como para evitarme esta pena…
-AH!!! ¿Con que sabias que te salvaría?
-Claro que no, Juliet. Qué cosas dices.
Dijo mientras se acercaba peligrosamente a mí embriagándome segundo a segundo con su delicioso aroma y haciendo que lentamente perdiera el juicio. Cada vez hablaba más bajo y más cercas de mis labios, hasta que cerró los ojos y roso dulcemente mi boca. Y me perdí en ese beso, con cada perfecto movimiento el beso se intensificaba y mi mente se nublo cada vez más. Al diablo con la fiesta, lo necesitaba a EL. Comencé a desabotonar el saco que traía puesto, y después… tocaron la puerta. Suspire frustrada mientras me alejaba de él y me senté en su cama enfurruñada mientras el abría la puerta y se reía de mi actitud.
-¿¡Listos!?-Pregunto la inconfundible voz de Amy. A pesar de encontrarme en otra habitación sabía perfectamente que estaría sonriendo y brincando de alegría.
Y como dicen, la curiosidad venció al gato y salí de la habitación para poder el disfraz de Amy, que estaba vestida de caperucita roja. Se miraba sumamente tierna con su capa y se movía delicadamente haciendo que su vestido se moviera junto a ella en suaves ondas. Paula realmente se había esforzado con estos disfraces.
-Algo así.-Contesto Noah frotándose la cabeza y con dos botones de su saco abiertos.
Amy pasó la vista de Noah a mí y de regreso a él. Y con sonrisa picara continuo:
-Creo que interrumpí algo… De igual manera es hora de irnos, la fiesta está por empezar y tenemos que raptar a uno que otro invitado. Además, esto lo pueden dejar para después.-Dijo guiñándome un ojo.
Regrese a la habitación rápidamente y tome la peluca. Si yo sufría esta noche, el también lo haría. Así funcionaba esto de la imprimación, si uno sufro, el otro también, pero jamás se especifica quien sufre más. Le lance la peluca y él me miro asombrado, realmente creía que se había salido con la suya.
-¿Pensaste que no te la pondrías? Siga soñando, mi Lord.-Dijo haciendo una pequeña reverencia.
El me miro simulando enoja, pues sabía que realmente no lo estaba. Y se puso la peluca con gesto infantil, no pude evitar poner una sonrisa de satisfacción al haber logrado mi cometido. Amy que había estado observando la escena no pudo evitar reír fuertemente y sacando un poco la cabeza de la casa grito:
-Jordán, ven amor. Al parecer tu disfraz no es el único ridículo por aquí.
-Ya te dije que no saldré hasta que estemos en la fiesta.-Se escucho el grito de Jordán.
-Lo siento, al parecer no le agrado mucho que digamos su disfraz.-Dijo Amy un poco apenada por la actitud de su novio.
-No te preocupes, no es el único.-Dije mientras pasaba frente a Noah y salía de la casa junto a Amy.
-Mujeres.-Dijeron en coro Jordán y Noah mientras Amy y yo los fulminamos con la mirada.
Cuando salí lo primero que hice fue buscar con la mirada a Jordán, pero no lo pude encontrar.
-Créeme, está MUY escondido.-Dijo Amy.-Sera mejor que vayamos por Aron y de ahí tu y yo vestiremos a Susana. Aron se encargara de León y Jordán, Noah y Gabriel se encargaran de Armando. En la casa de Aron están los demás disfraces.
Todo parecía perfecto, Paula sí que se había encargado de todos los detalles, tendríamos que agradecerle. Continuamos caminando Amy y Noah a mis costados y Jordán entre los arbustos… sin duda alguna no pensaba mostrarse, pero ya lo lograría. No podía parar de pensar de qué manera se había encargado Paula de vestirlo, siendo su hermano, imagino que ya debería estar acostumbrado, pero al parecer no.
Cuando llegamos yo toque la puerta de mi hermano, era la más ansiosa de ver su disfraz, pues a cómo veía las cosas al parecer seria un disfraz sumamente vergonzoso, el sueño de toda hermana, poder avergonzar un poco a su hermano y he aquí la oportunidad en charola de plata. Cuando abrió la puerta solté la carcajada, pues estaba vestido de payaso con una peluca rosa y la cara pintada con estrellas en los ojos, era un momento que jamás olvidaría y que tampoco se lo permitiría a él olvidarlo.
-Ni una palabra.-Dijo serio.-Y lo digo como alfa, no como tu hermano.
-De acuerdo, Capitán Estrellas.-Se que no debí haberlo dicho, pero no pude evitarlo.
Tres risas mas corearon las mías, mientras Aron intentaba taladrarme con la mirada.
-No te preocupes, Aron. No eres al único con un disfraz así.-Dijo Paula que se acomodaba a mi lado.
Se miraba hermosa, estaba vestida de Campanita. Se miraba muy hermosa y el traje le quedaba perfecto.
-Vengan acá, par de cobardes.-Grito Paula refiriéndose a su Jordán y Gabriel, quienes estaban recios a obedecerla.- ¡O vamos! Jordán eres mi hermano y tu Gabriel mi pareja, se supone que son los que más me deberían apoyar.
-Lo haríamos si no nos disfrazaras así.-Contesto Gabriel que salía de entre los arbustos vestido de Peter Pan.
-Lindas medias.-Me susurro Noah al oído y no pude parar de reír, era una imagen muy cómica.
-Lindo cabello.-Contesto Gabriel con cara de pocos amigos, mientras Noah carraspeaba su garganta y se ponía más recto
Ohh sin dudas esta sería una fiesta muy divertida.
-Jordán, Lobo cobarde, sal inmediatamente de ahí si no quieres que yo misma te saque de ahí.-Amenazo Paula sumamente seria. Y comenzó su cuenta regresiva.-3… 2…
-Está bien, está bien.-Dijo Jordán mientras se paraba y avanzaba hacia nosotros.
Sip, no me había equivocado, estaría seria una noche MUUUY divertida. Jordán estaba vestido de lobito, no sabía si me daba más risa por la ironía o ternura, pues el disfraz era hermoso.
-De acuerdo, ya estamos todos. ¿Están listos?-Nos pregunto Paula y todos asentimos.-Perfecto, que comience la fiesta.
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