Después de haber dado un largo paseo matutino, regrese a la mansión Cullen donde todos estaban de arriba para abajo arreglando esto y aquello. En cuanto entre me dirigí mentalmente a Edward para preguntarle que sucedía, en cuanto le pregunte una enorme y bella sonrisa se asomo por su rostro… lo que pasaba es que como la graduación de Anthony y Vale estaba tan cerca, su hija finalmente vendría. Por fin conocería a Renesmee, o Nessie como todos la llamaban, y vendría junto a Jacob, su impronta. Impronta… siempre que escuchaba esa palabra… por algún extraño motivo sentía un vacio en mi interior… no sabría cómo explicarlo… aun así, era sorprendente todas las cosas nuevas que había aprendido no solo de los de mi especie, sino también de los licántropos, no sabía porque pero siempre que alguien tocaba el tema de los licántropos sentía algo de emoción… y dolor. Era sumamente extraño.
Además eso no era todo… Carlisle y Esme vendrían, finalmente los conocería, ellos eran la cabeza de esta familia, y vendrían junto a su hija de sangre, Leslie. También vendrían Rosalie y Emmet con su pequeña Marie. Vendrían muchas personas, todo era fascinante. Realmente estaba sumamente nerviosa, sentía muchas emociones diferentes. Todos estaban intentando arreglar todo lo mejor posible, yo había decidido ir por un montón de rosas hermosas que había visto de camino a la mansión… pues la verdad no tenía ni la más remota idea de que hacer, todos se movían con agilidad y rapidez mientras que yo no sabía qué hacer, así que con paso alegre me dirigí al jardín que se encontraba a unos kilómetros de la mansión, pero antes me detuve a ver la gran cantidad de birretes colgados en la pared como broma familiar, por algún extraño motivo me entro melancolía, siempre que lo miraba me sucedía lo mismo… tal vez… yo también me había graduado alguna vez, y sin embargo no podía estar segura de ello, me frustraba demasiado esta situación, pero no por ello estaba menos contenta de que Valery y Anthony finalmente colgarían su birrete en el.
Había recolectado una gran cantidad de flores de muchos colores y olores cuando me dirigía a paso tranquilo a la mansión Cullen, disfrutando de cada paso que daba, pero de pronto sentí como mi nariz ardía, pero ya no me molestaba tanto, ya me había acostumbrado un poco al inconfundible olor de Seth, este me saludo amablemente, aunque aun con cierto recelo y yo le conteste el saludo con la sonrisa más cálida que pude darle, se ofreció a ayudarme a cargar las rosas y acepte, no es que pesaran o me incomodaran, pero quería comenzar una verdadera amistad con él. Íbamos platicando de cosas sin sentido, como el clima y sobre todo el gran evento que se acercaba junto a todos los nuevos visitantes, al parecer, Seth también conocería apenas a Marie y a Leslie y al parecer estaba tan emocionado como yo. Pero de pronto se escucharon unos gritos y llanto… Valery. Sin pensarlo dos veces ambos tiramos las flores y corrimos lo más rápido que nos fue posible y a pesar de que Seth estaba en su forma humana ambos llegamos al mismo tiempo y el entro lo más pronto posible a la mansión mientras yo me detenía un poco para tomar una gran bocanada de aire por mera precaución.
Cuando entre la escena ante mí no era nada agradable, todos estaban en círculo entorno a Valery gritando su nombre y agitándola un poco mientras ella entraba a la inconsciencia en los brazos de Seth. La temperatura corporal de Valery, era aun más baja que la de un vampiro, sus labios se habían tornado morados y según Seth, estaba más helada que en ocasiones anteriores, por lo que la apretaba más hacia él, en un intento desesperado por transmitirle un poco de calor. Todos estábamos muy preocupados por la situación de Vale y no era para menos, esto simplemente no era normal, lo único que reconfortaba un poco a Alice era que Carlisle pronto estaría aquí, por lo que sabía, él era un excelente doctor, el mejor. Y nuevamente ese dolor de cabeza… eran como recuerdos que querían venir a mí, pero estaban bloqueados ¿Qué podría ser? ¿Por qué estaba sucediendo todo esto?
Y finalmente llego el gran día… la graduación de Anthony y Vale. Alice se sentía sumamente mal y estaba enojada con ella misma, pues al parecer su tua cantante había aparecido… y no era cualquiera, sino que era el profesor de su hija… y para colmo, también la sangre de este profesor (que era descendiente de Jasper) le cantaba a Valery, este sujeto no podía tener peor suerte, y esto les frustraba a todos, pero principalmente a Alice, pues por medidas de protección ella al igual que yo tampoco podría asistir a la primera graduación de sus hijos, esto la devastaba aunque intentara ocultarlo. Habíamos decidido que ambas nos iríamos a Seattle a pasar el día, o bueno, Edward y yo lo habíamos decidido, ya después nos encargaríamos de convencer a Alice…
Yo estaba tomando un poco de aire, no podía soportar tanta tensión en el pequeño cuarto lleno de tanta gente, y mucho menos con la sangre de dos semivampiros y un licántropo adentro, mi autocontrol había mejorado, pero no me gustaría tentar al destino. Estaba viendo algunas de las rosas que se encontraban en el jardín, secretamente había estado atendiendo una rosa en especial, era mi pequeño secreto… y quisiera que así se quedara. Llego el momento en que Astrick salió muy tranquila de la casa… cosa que no entendía pues por todos lados había tensión, y ella caminaba feliz como si nada. Y nuevamente ese sentimiento de incomodidad surgió cuando ella apareció.
-¿A dónde iras, Astrick?-Pregunte, al no poder controlar mi curiosidad, pues al parecer llevaba algo de prisa.
-Tengo que ir al aeropuerto…-Dijo en un susurro antes subirse a un auto e irse a toda velocidad. No tuvo que decir más… Sabía a quienes se refería.
De pronto una oleada de nervios me invadió… finalmente conocería a la cabecera de la familia… ¿Y qué tal si no les gradaba? ¿Y si ya no querían que formara parte de su familia? Porque ya era parte de familia ¿No es así? ¡Dios! Tenía miles de preguntas en mi mente, miles de preguntas que no me atrevía a formular en voz alta por miedo a la respuesta… dijeran lo que dijeran, yo me sentía un monstruo, y no precisamente por el hecho de ser vampira, si no por el hecho de tener el don mas sádico de la familia, ¿Pero quién demonios era el encargado de la repartición de dones? ¿Acaso no había un don más sádico que darme? ¿Acaso había sido tan mala persona que este era un tipo de castigo?
Y he aquí otra cosa que me agobiaba… el no poder recordar nada… un dolor punzante me llego al pecho y nuevamente el sentimiento de que estaba por llegar tarde a algún lugar… odiaba este tipo de sentimientos en mi, pues mientras una parte me decía que no PERTENECIA a este lugar… otra parte de mi me decía que era mejor permanecer en este lugar, que podría estar más… segura. ¿Pero segura de que? Me frustraba esta situación… Alice era la única que quizá podría comprenderme… pero ni ella lograba hacerlo completamente, pues aunque ambas al pasar por la (muy dolorosa) transformación y perder nuestros recuerdos… ella por lo pones podía ser dichosa de recordar algunas cosas de su otra vida y lo más importante… recordaba su nombre. No es que no me gustara mi nombre, al contrario, me fascinaba. Pero no por eso dejaba de sentir curiosidad por saber cómo me abre llamado antes… Si mi nombre era más bonito… o más feo. A veces me gustaba imaginarme como abra sido mi vida humana, cerrar los ojos e imaginarme en situaciones similares a las que aparecían en la tv o en los libros, el último que había tenido, había sido en una feria…
“Me pude ver rodeada de muchachos de mi edad, mientras platicábamos, de pronto una muchacha rubia de ojos sumamente hermosos y aterradores se acercaba a nosotros junto a un pequeño niño... decían cosas… cosas que no podía escuchar, se oían a las distancia y la imagen era muy borrosa, un dolor en la cabeza comenzó a invadirme, pero no me atreví a dejar de ver… De pronto la muchacha comenzó a despedirse de todos… y el niño junto a ella también lo hacía, pronto se despidió de un chico que estaba a mi lado y una oleada de odio me invadió, pero ¿Por qué? ¿Qué se supone que él era para mí? Le dio un beso demasiado cerca de los labios y sentí un punzante dolor en el pecho… me dolía, me dolía demasiado. Mis músculos se habían tensado y no pude evitar verla con sumo odio, sentía unas tremendas ganas de golpearla, y unas enormes ansias de… de herirla con mi don… sabía que estaba mal, pero ella lograba de sacarme de mis casillas, pero de pronto el se alejo de ella y me abrazo por la espalda… susurrando a mi oído:
-Ella no vale la pena. Yo te amo a ti… y solamente a ti… para siempre.”
En esos momentos mi cabeza comenzó a doler de una forma exageradamente horrible, mi cuerpo experimentaba una fuerte clase de dolor, y no me refería al tipo de dolor que sufrí durante mi transformación, sino una sumamente diferente, pero no por ello menos dolorosa, mis ojos comenzaron a arder debido a la escases de lagrimas, esas palabras no dejaban de retumbar en mi cabeza… si esto había sido solo fruto de mi imaginación… entonces podría tener la certeza de que no solo mi cuerpo era capaz de herir, sino que también mi mente podía dañarme de maneras insospechadas para mi… pero si era un recuerdo, ¿Por qué me dolían tanto esas palabras? Sin darme cuenta, nuevamente estaba sollozando, tal y como la última vez. Salí corriendo en la dirección opuesta a la casa, ya era suficiente con el hecho de que Valery estuviera en aquella situación como para yo venir a llorar por cosas que no estaba segura que realmente habían sucedido y preocuparlos mas.
Me dirigí a una parte del bosque en especial, una que siempre estaba solitaria y en la que podía relajarme, cerré mis ojos intentando ahuyentar aquella alucinación… pero de pronto, otra surgió y nuevamente no fui capaz de darle fin.
“Esta vez, me encontraba en un bosque similar a este… aunque sin duda el otro era por mucho más hermoso, en el me encontraba con una pequeña y hermosa niña, no pude verle bien a los ojos, pero el solo verla me trajo una sensación nueva… ¿añoranza? Sentía unas tremendas ganas de abrazarla y besarla… cuidarla.
Ambas estábamos platicando mientras almorzábamos, a nuestro lado estaba nuevamente el chico de mi otro alucinación… quería verle la cara, pero no podía… de pronto yo comencé a alegar con la niña, sobre ¿perros? Y el muchacho comenzó a ahogarse de la nada con un pedazo de comida, las ansias me invadieron, no sabía qué hacer, de pronto comencé a aplicarle la maniobra de heimlish y escupió ese pedazo de pastel… de mis ojos comenzó a salir agua ¿lagrimas? Y el extendió sus brazos recibiéndome gustoso en ellos, sentí una calidez en mi corazón que hasta ahora no había sentido… jamás había experimentado esta clase de sentimientos, ni cuando abrazaba a Anthony… o a Edward. Mi pecho se sentía lleno de amor… AMOR, eso era, sentía mucho amor.
-Te prometo que siempre estaré ahí para ti… siempre que tú me quieras a tu lado, claro.-Dijo mientras aljaba su rostro del mío y secaba algunas de mis lágrimas con sus dedos, provocando que mi piel se erizara. Me sonrió tiernamente y no pude evitarle regresarle una.
-En ese caso… siempre estarás a mi lado…
-Eso espero…”
Y ahí terminaba el sueño, recuerdo o alucinación. No sabía ni cómo llamarle. Mis sollozos habían aumentado y sentía un dolor en mi interior desmesurado, que con cada segundo que pasaba aumentaba un poco mas… cada respiro, cada suspiro… hasta si evitaba hacerlo dolía, no podía mas, sentía que mi cabeza iba a explotar. Concentre toda mi dolor en un árbol y se desplomo…. Se derrumbo pero antes de que callera al suelo, lo atrape con mis manos evita que hiciera el menor ruido posible. Aunque el dolor seguía presenta, había disminuido considerablemente. Respire profundo, no podía seguir atormentando con este tipo de situaciones, por lo tanto debía de dejar de hacer eso que yo hacía… pff, ni siquiera un nombre podía asignarle… pero algún día descubriría si era un alucinación o un recuerdo…
hola bonita!! que lindo capitulo, si que me gusto! es muy interesante leerte, y siempre es relajante, me meto en tu mundo y me olvido de todo leyendote!! es increible y los personajes son realmente adorables, como siempre, felicidades por tu talento!
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